Hoja En Blanco

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21 de septiembre del 2018

Tayler.

Bajo al estacionamiento, dispuesto a  ir a mi hogar cansado de un exigente día laboral. Visualizo mi auto aparcado en su puesto habitual ando hasta el, pero  chillido reconocido me detiene. Giro viendo a un tipo recostado en un carro, la cosa que llama mi atención es que del ascensor sale una despampanante Shannel enfundada en una falda rosa pálido que deja a la vista unas piernas esbeltas, sus pies en tacones blancos y en la parte superior una camisa manga tres cuarto plateada que marca su figura. Camina elegante con confianza como si de una pasarela se tratara. Sin caer en mi presencia sonríe dulcemente al hombre que la recibe con los brazos abiertos besando su nariz juguetonamente.

La sangre me hierve y un sentido de posesión se adentra en mi sistema junto con una ola de celos cuando empiezan a socializar, sin él despegar su tacto de su tersa piel. Las ganas de apartarlo de ella y reclamarla como mía me arraigan las entrañas.
Me contengo de hacer lo que máquina mi mente al reaccionar que sin derecho alguno puedo obrar mis pensamientos; prometí luchar por ella y si formalmente tendré que ahuyentar a todos los imbéciles que se le acerquen sin problema alguno cumplo la función.

A paso relajado ando a su dirección inventado una escusa para mi llegada tan repentina siendo yo solo por ahora su jefe que nada mas tuvo una noche de ser su amante y complacerse con esa cuerpo de tentación y que ínsita a pecar.

Al llegar carraspeo la garganta haciéndome notar.
Todo mi enfoque esta en el tipo que rodea de los hombros a Shannel. Su rostro me parece conocido trato de reconocer su apariencia familiar: alto, bronceada la piel que imagino antes era blanca, cabellera rubia oscura rebelde con las puntas apuntando a varias direcciones dándole un aspecto relajado, con los ojos marrones como la miel combinado con cacao dulce.

-Buenas noches señorita Smith__ saludo lo mas cordialmente que los impulsos me conceden

Con sus pupilas verdes recorre mi anatomía completa como si me devorara aumentando mas mi ego.

-Buenas noches señor Alabi. ¿A que dedo su presencia?__ con suspicacia interroga.

-Venía a decirle que mañana a las cinco de la tarde se requerirá su presencia en mi oficina, claro esta que con otros colegas suyos__ me pudriré en el infiernos por tantas mentiras.

Enarca una ceja, analiza las palabras buscando en mi rostro un ápice de engaño, gracias a dios que puedo mantener la expresión limpia sin demostrar nada, cosa que la convence ya que asiente de acuerdo.

-¿Y usted debe ser su pareja?__ trato de no quedar en duda, que mi voz no salga con amarga como me encantaría dirigiendome esta vez al tipo.
Ella sonríe como si acabara de descubrir algo, mantengo la misma expresión en blanco, neutralizando las ganas de matar al individua varón que no se despega de Shannel.

Parece una garrapata pegada...

-Si__ responde ella matando toda respuesta que allá dado él__ Señor Alabi le presentó a mi alma gemela Edward Gomez. Edward mi jefe__ presenta con gracia mirándome con la cabeza en alto como si me desafiará.

-Un gusto__ extiende la mano el tal Edward. Y ahora que oigo su voz... Ese nombre, lo parecido me recuerda a...?

Mis párpados se abren con asombro al reconocerlo, frunso el ceño ante el mote que le puso.

-El placer es mío__ estrecho su mano__ me parece conocido, ¿no nos hemos visto antes?

Suplicó que su respuesta sea no.

-Claro bajo las estrellas__ reprime una sonrisa__ Tayler, como olvidar al pobre que esta a punto de caer al precipicio. Pero cuentame ¿seguiste mi consejo?