Hoja En Blanco

11

Abre su boca para hablar, pero lo corto antes de que me lastime más.

—¿¡Qué me vas a decir, Alex!?__ agradezco que mi voz salga segura y hasta con repugnancia__ ¿qué es un error?¿qué me volví loca y estoy imaginando cosas?

—Amor, bonita puedo explicar...

—¿Qué vas a explicar?__ alzo la voz__ eres tan rápido para inventar tus estúpidas mentiras. Porque eso es lo que eres; una mentirá, un engaño, un espejismo o eso fue lo que me mostraste. No puedo creer que fui tan idiota qué me creí todo__ digo parandome firme sin tartamudear, sin derramar una lágrimas que no se merece__ eres un puto infeliz que miente para robar la luz de los demás para encender la tuya__ escupo las palabras__ ¿pues adivina? a mi ya no me engañas, ya no te creó nada. Alejate de mi, olvida que me conociste. Y esperó que el remordimiento te coma por dentro por haber arruinado todo.

Se me queda mirando, sus ojos se oscurecen y se va el Alex del que me enamore.

—¿Y qué vas a hacer? Si te use, manipule y folle porque eras tan idiota que me creías cada vez que decía que te amaba, tan ilusa que te entregaste a mi a pesar de todo. Y dejame decirte que si estoy aquí follando con otra es porque eres inservible, ni siquiera eres bonita sino una pobre ilusa, nadie podrá estar contigo jamás. Quien va a querer estar con una zorra mimada como tú.

Si quería herirme lo logró, pero no pienso dejar que se de cuenta.

—¿ Entonces por qué estabas conmigo? ¿por qué me buscabas? Hubieras desaparecido si no te gustaba. Admite que estabas conmigo porque eres un mardito inseguro que necesitaba pisotear a los demás para sentirse grande. Pero te voy a romper la ilusión, porque solo eres una cucaracha bajos mis pies.

—No te necesitó__ grita mientras la vena en su frente pareciera que va a explotar__ Si estaba contigo era para el sexo, un capricho para quitarle la virginidad a la chica más deseada y conocida por todos, para que vean que eres una perra regalada.

Estampó mi mano en su mejilla, el sonido retumba y la marca queda en su cara.

—Maldita golfa__ gruñe agarrandome por el brazo apretando con demasiada fuerza, levanta su mano para golpearme, pero es interrumpido por el puñetazo que recibe en su cara. Me suelta y caigo de bruces al suelo.

Veo en vivo y directo como Edward estampa su puño en el estómago del infeliz dejándolo sin aire.

(Eso dale duró, mata al coño de su madre, polla pequeña que no la puede mantener quieta) grita eufórica con una camisa que tiene escrito “maten a Alex”

Alex cae en la tierra y Edward se le monta a ahorcadas sin dejar de golpearlo, el mal nacido trata de defenderse, pero mi mejor amigo lleva la delantera. uno, dos y tres coñazos son atendidos contra Alex, Edward se levanta y con una ira que me sorprende empieza a patearlo en la costillas, cara y piernas. Veo el rostro ensangretado y rojo de Alex y aunque suene sadico ni una gota de lastima cruza mi corazon, solo odio, traicion y dolor. Claro eso no quita ni opaca el dolor y dezason que siento por dentro.

Cuatro chicos se acercan y tratan de separarlos.

Desesperada me acercó al lío que se a creado. Intento separarlos, pero obviamente mi fuerza es nula.

— Ya, Edward, sueltalo que no vale la pena__ grito, ya que no quiero que se meta en problemas por mi culpa.

Parece reaccionar ya que deja de patalear y se queda quieto, rojo y sudoroso.
Me paro al frente de él para examinar su rostro. Cuando compruebo que esta bien me doy la vuelta hacia Alex.