ᴅʀᴇᴀᴍꜱ ¿ᴜɴᴀ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ ʏ ᴜɴ ᴍᴀʟꜰᴏʏ? [ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ]

Capítulo 27

[Por la mañana]
Desperté alrededor de las 6:00am, debajo de mis ojos se podían ver unas bolsas de color oscuro, malditas ojeras.

-Dormiste mucho anoche, ¿No?-Rió Hannah, poniéndose a un lado de mí.

Las dos estábamos frente a espejo que había, ella ya se estaba arreglando para clases y yo seguía en pijama, mi conversación con Malfoy seguía paseando por mi mente.

-Elli? Estás bien?-Preguntó Hermione.

-S-sí...

-Es tardísimo, Ell... Debes que arreglarte,si no llegarás tarde al desayuno.

-Creo que no iré a la primera hora-Respondí todavía con la mirada en mi reflejo.

-¿Qué dices? ¿Por qué? ¿Te sientes bien?-Hanah puso una de sus manos en mi frente-Temperatura no tienes.

-Sólo me siento un poco mal, es todo. Las veré en herbología.

-Lástima, nos tocará estar en pociones soportando a Snape sin ti-Rió Hermione y sonreí apretando mis labios.

-¿Le pueden entregar esto a George?-Estiré el pergamino en blanco.

-¿A George? ¿Qué es esto?-Preguntó Hanah examinando aquel pergamino.

-Ah... Cosas de hermanos, ya saben-Sonreí-¿Podrían?

-¡Obvio que puedo!-El tono de voz de Hanah había cambiado, ahora estaba entusiasmada-Hermione.

-¿Mh?-Preguntó la azabache.

-¿Con quién quisieras perder la virginad? ¿Fred o George?-La anteriormente nombrada se puso roja como un tomate y pasó sus manos por su rostro, tratando de ocultar sus mejillas ardiendo.

-¡Por Merlín, Han!-Le aventé una almohada que tenía cerca, riendo-Que no se te olvide que son mis hermanos, boba.

-Creo que nuestra querida amiga comelibros prefiere al menor de los hombres Weasley-Movió sus cejas de arriba a abajo, haciendo que Hermione se sonrojara más-Sinceramente, yo prefiero a George por mil... Es guapo, caballeroso, es menos gruñón que Fred.

-¡Oye! No los compares, Han. Es lo peor que le puedes hacer a hermanos gemelos, lo digo por experiencia.

-¡Vale! Lo siento, es sólo que... Amigas, me estoy enamorando de George Weasley-Me atraganté con mi propia saliva y empecé a toser, la miré con incredulidad y los ojos abiertos-¿Qué?

-No hablarás en serio, Hanah-Pregunté sorprendida, ella inmediatamente se sonrojó-¡Han!

-¡Ell!-Rió-Es el efecto Weasley... ¿Verdad, Hermione?-Hanah hizo un baile con sus cejas, haciendo que la nombrada se volviera a sonrojar.

-Ay, a mí no me pregunten nada...-Resopló-Vayamos a clase, Hanah. Si no Snape nos regañará.

-Claro-Ambas se pararon y agarraron sus cosas-Adiós, Weasley-Lanzó un beso al aire y salió seguida por Hermione que hizo un leve movimiento con su mano.

Me vestí y até mi cabello en una coleta, mamá me había mandado una carta diciéndome que todavía no me había podido conseguir la falda así que opté por ponerme la falda vieja, me sentía realmente incómoda... Afortunadamente llevaba mi túnica y ésta cubría mis piernas, haciendo que no se viera más piel de lo que deseaba mostrar. Sin duda le pediré a la profesora Mcgonagall un hechizo para hacer más larga esta falda.

Salí de mi sala común y empecé a caminar a ese lugar, nuestro lugar. Con la esperanza de encontrarlo ahí y hablar de lo que había pasado el día anterior.

Empecé a caminar, ya varios estudiantes iban a sus clases y traté de pasar desapercibida hasta llegar a la orilla del lago negro.

Cuando llegue me senté, él no estaba ahí... Creo que me lo podía imaginar, aunque él no tenía la primera clase conmigo, tenía otra a la cual asistir.

Repegué mi cabeza en el árbol frondoso que había ahí, siempre que íbamos él me abrazaba y recargabamos nuestras espaldas ahí... Mi conversación con Malfoy llegó a mi mente, lo que me dijo sobre Daphne y Theo, lo que me dijo sobre Jason... Joder, eran tantas preguntas y no tenía ni una sola respuesta. Había días que me preguntaba... ¿Y si no encajo? Dios, Ron siempre ha sido el gemelo al que le felicitan por todo, al ser mejor amigo de Harry Potter y salvar a Hogwarts por años consecutivos, mamá y papá empezaban a "Alavarlo" de cierta manera, haciéndome a mí de un lado... Sé que es imbécil pensarlo, pero tengo miedo a decepcionar a todos, a mi padre, a mi madre... A mí misma, tengo miedo a que me lastimen.

Pasaron unos minutos cuando oí unas hojas crujir, me dí vuelta de golpe topandome con esos ojos verdes que tanto me gustaban...

-Hola-Dijo él de manera fría.

-Hola...-Respondí desanimada.

Él empezó a caminar y llegó a mi lado, repegando sus rodillas a su pecho, viendo el lago negro-Por qué lo hiciste?-Soltó.

-¿Disculpa?-Lo miré-¿Por qué hice qué? ¿Golpear a Daphne?-Asintió-Se metió con mi mejor amigo, con mi padre, con mi madre. Con mi familia en general. ¿Tú no hubieras hecho lo mismo por defender a los que amas?-Respondí agresiva.

-Elline, sabes que esa no era la mejor forma.

-Claro, tienes razón, Theo. Tuve que golpearla peor, tal vez romperle la nariz-Reí irónica, él solo me miró mal...-Disculpa por no ser una niña elegante, Theodore. Yo defiendo y defenderé a mi familia con uñas y dientes, no me importa a qué o quién me tenga que enfrentar ¿Oíste? No me arrepiento y si me quieres terminar por destrozarle la cara a tu bella ex novia lo entenderé-Estaba a punto de pararme de aquel lugar, peor me jaló la mano, haciendo que lo viera a esos ojos que me hechizaban...

-Te conozco, me gustas tal y como eres-Sonrió-Ven-con su mano libre golpeó a un lado de él, invitándome a sentarme y eso hice.

-Lo siento por no cumplir tus expectativas como una novia perfecta-Apoyé mi cabeza en su hombro, su mano la pasó por mi cintura y me repegó hacia él. Depositó un beso en mi frente mientras yo jugaba con su mano derecha.

-Linda, no te disculpes... Simplemente creo que no fue lo mejor llegar a los golpes, tú sabes como es Daph, lo único que busca es provocar a las personas... No caigas en sus juegos. Quiero que te quede muy claro que ella y yo solo somos amigos, tú eres a la chica que quiero ¿Está bien?

-De acuerdo, Theo-Sonreí, él acercó su rostro al mío y con lentitud empezamos a besarnos, ese beso fue tierno, su mano derecha se posaba entre mi mejilla y mi oreja y con su mano izquierda me tomaba de la cintura, atrayendome más a él, mis manos se pusieron en su pecho y fueron subiendo hasta sus hombros y después a su cuello... Lo único que quería era estar así con él, abrazados debajo de nuestro árbol, dándonos besos... Ese es el momento donde soy verdaderamente feliz.

Pero falta algo.

Algo que Theo no puede darme...

Una manzana verde.

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Con amor, Liz.
24-01-21