ᴅʀᴇᴀᴍꜱ ¿ᴜɴᴀ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ ʏ ᴜɴ ᴍᴀʟꜰᴏʏ? [ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ]

Capítulo 50

-Lamento mucho que por mi culpa también te hayan mandado a castigo...-Dijo Harry, que caminaba a un lado de la pelirroja. Ambos se dirigían a la oficina de la profesora Umbridge.

-No te disculpes, Harry. Esa bruja me sacó de mis casillas.

Mientras ambos caminaban, los murmullos se hacían evidentes. Elline podía notar como Potter apretaba la mandíbula y hacía puños a sus costados.

-Dice que vio cómo asesinaban a Cedric Diggory...

-Asegura que se batió a duelo con Quién-tú-sabes...

-¿Nos toma por idiotas?

-Yo no me creo nada...

-Lo que no entiendo-Comentó Harry deteniéndose, quedando cara a cara con Elline-Es por qué todos creyeron la historia hace dos meses, cuando la contó Dumbledore...

-Créeme, son una bola de estúpidos, te diría que tendrías que ignorarlos, pero entiendo que el enojo te gana... Odio cuando hablan de Cedric, que digan que fue un accidente. No lo fue. A Cedric lo asesi... Asesinaron. Ellos se engañan solos-Harry asintió y siguió caminando a la par de la pelirroja.

°

Ambos jóvenes habían llegado a la oficina de la profesora, toda la vista era de un color rosa asqueroso a los ojos de Elline.

-Señor Potter, señorita Weasley. Buenas tardes.

-Buenas tardes, profesora Umbridge-Dijeron al unísono, con frialdad.

-Siéntense, por favor-Dijo la profesora señalando una mesita cubierta con un mantel de encaje a la que había acercado dos sillas. Había dos pergaminos que parecían esperar por Elline y Harry.

-Este... -Empezó el chico sin moverse-, profesora Umbridge... Este... Antes de empezar quería pedirle... Un favor.

-¿Ah, sí?

-Sí, mire... Es que estoy en el equipo de quidditch de Gryffindor. Y el viernes a las cinco en punto tenía que asistir a las pruebas de selección del nuevo guardián, y me gustaría saber si... Si podría liberarme del castigo esa tarde y hacerlo... Cualquier otra tarde.

Antes de temrinar la frase, por la expresión de la profesora, había comprendido que sería imposible.

-¡Ah, no!-Replicó la profesora-No, no, no. No, mañana vendrá aquí a las cinco en punto, y pasado mañana, y también el viernes, y cumplirá sus castigos como está planeado. De hecho, me alegro de que se pierda algo que desea mucho. Eso reforzará la lección que intento enseñarle. Para algo tiene a un suplente, ¿No es así?