ᴅʀᴇᴀᴍꜱ ¿ᴜɴᴀ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ ʏ ᴜɴ ᴍᴀʟꜰᴏʏ? [ᴄᴏᴍᴘʟᴇᴛᴀ]

Nicoleé.

Draco y Elline se encontraban en el despacho de Lucius Malfoy, después del escándalo de Helena Malfoy, la familia debía de tener la cabeza baja, pues aún seguían siendo blanco de conversaciones.

-¿Para qué nos llamaste, padre?-Preguntó Draco en tono frío tomando la mano de Elline.

-Como saben, llevan dos años casados. La gente sigue hablando del escándalo de Helena Malfoy, debemos darle a la gente otro motivo para hablar de nosotrls.-El hombre de larga cabellera platinada miraba con frialdad a la pareja ante él. Ellos seguían sin comprender cuál era el punto.

-Señor Malfoy... No comprendo lo que quiere decir-Dijo dudosa la pelirroja.

El hombre miró hacia su escritorio y soltó un pesado suspiro.

-¿Ya han hablado del primogénito Malfoy?

Elline se sorprendió por la pregunta y vio a su esposo, esperando a que él respondiera.

-Sí, lo hemos hecho-Respondió Draco sin bajar la mirada.-Y antes de que lo menciones, padre, no pienso hacer lo que tú y mi madre hicieron. No pienso seguir con la tradición Malfoy.

-Sé claro, Draco.

-Lo hemos hablado... Y queremos tener más de un hijo. No seguiremos la tradición de un varón por generación.

El hombre desvió la mirada y apretó los puños. Elline miró con preocupación a Draco y él le dio una sonrisa reconfortante.

-Creo que eso ya lo había deducido desde hace varios años-Lucius Malfoy se paró con agresividad y salió del despacho, dejando a la pareja ahí mismo.

-¿Qué quiso decir?-Preguntó Elline. Draco suspiró.

-Quiso decir que desde que hice todo a la contraria él supo que el "legado Malfoy" estaría acabado. No sigo sus ideales y jamás los seguiré.

-Amor... Vayamos a casa.-Draco asintió y tomó la mano de su esposa.

La mansión Malfoy sería heredada a Draco cuando él tuviera a su primogénito. Él no deseaba vivir ahí... Había pasado toda su infancia en aquel lugar, claro, pero aún cuando pasaba por los pasillos podía sentir la presencia del señor tenebroso.

Draco y Elline se pasaron a la cocina a despedirse de Narcissa, pero ella ya no estaba ahí.

-Vamos-Draco y Elline tomaron sus manos y aparecieron en la entrada de su bonita casa.

Era una casa en un pueblito a las afueras de Londres. Después de todo habían decidido tomarse un tiempo para vivir alejados de todo.

La pelirroja subió a la habitación y se recostó en la cama, su agotamiento era cada vez más.

-Amor...-Draco llamó desde el marco de la puerta. Elline lo vio con una sonrisa débil y de la nada las lágrimas empezaron a salir.

El platinado caminó hasta donde ella y la tomó en sus brazos, acariciando su cabello.