Son las 3:50pm cuando llego a South Beach con Ocean y Beach. Iba a venir sola, pero por alguna razón preferí no hacerlo. Al menos lo pueden morder si intenta secuestrarme. Mentalmente le doy las gracias a papá por haberlos entrenado en la DEA.
La brisa de la playa golpea mi rostro al igual que el calor húmedo de mayo en Miami. Me puse unos shorts de mezclilla azul, un crop top de satín blanco y me arrepiento de no haberme hecho una coleta alta, el viento no deja de revolver mi cabello. Unos lentes oscuros cubren mis ojos del fuerte sol. Mis sandalias junto con las correas de Ocean y Beach están en mi bolso.
— Van a necesitar un baño después de esto. — Me pongo en cuclillas y les doy un beso en la cabeza a cada uno.
— ¿Para mí también hay un beso o no? — Se me eriza la piel al escuchar esa voz. Dejo de acariciar a los perros y me pongo de pie. — Menos mal no faltaste, no quería tener que ir a tu casa de nuevo. — Levanto la vista poniendo mi cabello detrás de las orejas.
— ¿Qué quieres? — También lleva puestos unos lentes oscuros. No hay ningún piercing en su rostro esta vez, su cabello está algo despeinado y también se revuelve con el viento.
— Sinceramente, no lo sé. — Busca en los bolsillos de sus jeans, que son casi idénticos en color a mi short una cajita de metal y cuando la abre saca un cigarro. — ¿Quieres? — Niego. Se encoge de hombros y la ligera tela de su camiseta blanca hace traslucir sus tatuajes con colores de su pecho.
— ¿Quién eres? — Es una pregunta estúpida. No responde, mantiene el humo de su cigarro en sus pulmones unos segundos y luego lo expulsa. Al menos tuvo la educación de no soltarlo en mi rostro.
— Ya te dije mi nombre. — Se gira y mueve la cabeza indicándome que camine. Suspirando lo hago con Ocean en medio de nosotros y Beach a mi otro lado. — ¿Se te olvidó tan rápido? — Pongo los ojos en blanco.
— Stephen Avery. — Baja la mirada y luego me mira. — ¿Qué es tan divertido? — Me pongo frente a él cortándole el paso.
— Tú. — Suelta el humo hacia arriba y luego me mira fijamente.
— ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué me sigues buscando? — Levanto la barbilla y se acerca un poco más a mi rostro. No le voy a demostrar que me intimida.
— No lo sé. — Se encoge de hombros y comienza a caminar de nuevo. Pongo las manos en su pecho para que se detenga y vuelve a mirarme divertido.
— Me robaste mi celular, me pides mi número nuevo, me citas en el campo del colegio, luego en la playa, no voy y vas hasta mi casa. ¡Joder, estás loco! — Esto no tiene caso así que comienzo a caminar.
No llego muy lejos, me toma del brazo obligándome a girar, le suelto una bofetada y maldice entre dientes. Hago que me suelte, pero de nuevo no llego muy lejos. Ocean comienza a ladrar llamando la atención de todos.
— ¡Suéltame! — No quiero hacer un escándalo. Si papá se entera va a matarme. Me aprieta con más fuerza el brazo. — ¡Me estás lastimando, suéltame!
— No te robe el celular, solo lo tome prestado. — Que siga diciendo eso me molesta. — No fui al campo porque quería demostrarte que aquí las cosas no son como una niña arrogante diga. — Intento soltarme, pero me sujeta con más fuerza. — Aquí tú no mandas Marbella.
— Eres un idiota, suéltame. — Me ignora.
— Fui a tu casa porque no me dejaste opción. Te cité en la playa, no fuiste. Tenía que verte. — Se encoge de hombros. — No te obligue a darme tu número, ¿O sí? — Abro la boca, pero inmediatamente la vuelvo a cerrar. Tiene razón, pero no pienso dársela. — Obvio tengo razón, me lo diste porque te mueres de curiosidad. — Se acerca un poco más a mí. — Yo no soy como los que se mueren por meterse entre tus piernas, yo no te pienso follar a menos que seas tú la que me lo suplique. — Suelto una carcajada sin humor.
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SOY TU PECADO. (BP #1)
Teen FictionMe presento, Marbella Küchle. 《Cruel como el diablo y bella como un ángel.》 Enero - abril 2021.