CAPÍTULO 13.

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Cuando llegue a mi casa Isamar ya estaba ahí y me habló emocionada sobre su cita con Diego. Mi relación con ella es mejor y quise emocionarme por ella, no pude hacerlo del todo. No podía sacarme de la mente la estúpida conversación con el ladrón que ahora tiene nombre. No es año nuevo, pero ya tengo un propósito de cumpleaños si es que eso existe. Hacer que Stephen Avery se vuelva loco por mi como todos, que me suplique como lo hizo Jordan. Lo voy a tener a mis pies cueste lo que me cueste. Por supuesto yo no le voy a suplicar para que me folle. Pero, sobre todo, haré que me responda esas estúpidas preguntas.

• No te enamores. •

— ¡Bella! — Luke exclama abriendo la puerta de mi auto y me asusta.

— ¡Idiota! — Suelta una carcajada y me da la mano para ayudarme a bajar. Pasa su brazo por mis hombros y cierra la puerta.

— ¿Lista para una nueva resaca?

— Siempre. — Le doy un beso en la comisura de los labios y me guiña un ojo. — Hola chicos. — Saludo a todos y entramos.

— ¿En dónde dejaste a tu hermanita hoy? — Me pregunta Luke.

— Tenía clases hasta más tarde. — Me encojo de hombros.

Nuestra primera clase es química y casi vomito cuando veo al profesor. Durante toda la clase solo puedo pensar en enviarle unas rosas a su esposa para darle el pésame. Su esposo es terrible follando. Entre clases todos nos vamos separando. Irina y yo siempre tenemos las mismas clases.

Cuando finalmente se llega la hora del descanso vemos que hay alguien sentado en nuestra mesa. Nos miramos entre nosotros con el ceño fruncido y veo varias expresiones de sorpresa. Jamás se sientan en nuestra mesa.

— Disculpa, todos saben que es nuestra mesa. ¡Adiós! — Alzo una ceja y cuando se gira casi me caigo de espaldas.

— Hola Marbella. — Stephen.

— ¿Qué haces aquí? — Le espetó. Lleva una cazadora de cuero que cubre sus brazos, el cuello lo lleva levantado, por eso no pude ver sus tatuajes.

— Vas a venir conmigo. — Me obligó a no retroceder cuando se pone de pie.

— No voy a ir contigo a... — No me deja terminar y me sujeta por el brazo.

— ¡Suéltala! — Le espetan Jordan y Luke al unísono.

— Mejor no se metan. — Los empuja y tira de mí.

— Estoy bien. — Les aseguro antes de soltarme de un tirón de Stephen. No pienso hacer un escándalo en la cafetería que probablemente vayan a grabar y subir a Facebook. — ¿Estás loco? — Le grito cuando llegamos al patio trasero. — ¿Qué haces aquí?

— Tenía ganas de ver a mi niña arrogante. — Abro la boca ofendida.

— ¡No soy tu niña, idiota! — Suelta una carcajada. — ¿Qué te parece tan divertido? — Cruzo los brazos y me mira de arriba abajo.

— Tú. — Se acerca a mí y lo empujo.

— ¿Por qué estás aquí? — Se encoge de hombros y enciende un cigarro.

• Las preguntas estúpida. •

— Tienes preguntas que responder. — Sonríe y suelta el humo.

— Vas aprendiendo Marbella, voy a responder tres preguntas.

— ¿Cómo entras tan fácil aquí?

— Mi padre es el director. — Se encoje de hombros.

— Stephan Avery. — Pienso en voz alta y me golpeo mentalmente.

SOY TU PECADO. (BP #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora