SOY TU PECADO. (BP #1)

☆CAPÍTULO 48.☆

Stephen me confunde y a la vez me hace preguntarme mil veces si en verdad lo quiero. Me pidió que no me fuera a Canadá, porque no iba a dejar que lo hiciera.

• No nos íbamos a ir. •

Pero él pensaba que sí y no quería que eso pasará. Hizo lo que yo me negué: pedirle que se quedará.

• Pero él tampoco se iba a ir. •

Dos horas después de saber que no tenía ningún rastreador en mi cuerpo llegó el equipo que Pride había enviado a mi casa, pero no llegó solo. Eros, Ocean, Beach e Isamar venían con ellos, desatando aún más la furia de papá.

— ¿Se puede saber que carajo significa esto? — Espeta y uno de los agentes da un paso al frente.

— Jefe, en su casa había cuatro dispositivos de rastreo además de los que usted usa que son parte de la corporación. — Asiente.

— ¿Y qué carajo tiene que ver mi hija y los perros en eso?

— Jefe, los rastreadores vienen de ellos. — Pongo los ojos en blanco.

— ¡Ocean y Beach tienen un microchip rastreador! — Papá asiente.

— Eros también lo tiene.

— Son tres perros y hay cuatro rastreadores. Por el momento los inhabilitamos. — Stephen me mira con el ceño fruncido. — El problema es que los perros no dejaron que nos acercaremos a ellos y es la razón por la que la señorita tuvo que venir con nosotros. — Señala a Isamar.

— Los pastor Alemán son perros entrenados por la DEA así que el microchip nos pertenece y acabo de activarlo de nuevo. — Pride nos muestra un monitor con la ubicación exacta de Ocean y Beach. — Stephen, necesito que actives el de tu perro. — Asiente y lo hace.

Activan los cuatro rastreadores, pero luego vuelven a desactivar los de Ocean, Beach y Eros, aún queda uno activado. Mamá comienza a buscar algún otro rastreador en ellos y lo encuentra en el collar de Eros.

— La primera vez que estuve con él fue cuando me llevé a Eros de tu penthouse. — Le digo a Stephen y asiente, todos me miran con el ceño fruncido. — Yo le dije que me podía ir sola porque tenía que subir por tu auto y quizá me vio bajar con Eros, sabía que tú no estabas. Después cuando tú y yo volvimos a estar juntos que bajé con él para sacarlo al baño, lo vi en el ascensor. Eros comenzó a ladrarle y me dijo que tenía un gato.

— ¡Por eso me dijiste que tenía un grave problema con los gatos! — Asiento.

— Logró acariciarlo, pero retiro la mano porque Eros estaba muy enojado ladrándole.

— De esa manera supo que cuando Eros estaba en nuestra casa era porque Stephen estaba fuera de la ciudad. — Continúa papá caminando con los brazos cruzados. — Villalobos no quería que nadie más lo relacionará contigo y por eso solo lo veías cuando Stephen no estaba contigo y lo sabía por medio de Eros.

Papá se negó rotundamente en que yo hiciera algo para que lo arrestaran y ningún otro agente pudo hacerlo cambiar de opinión, en Miami nadie puede pasar por encima del jefe Küchle. Después de un par de horas de discusión se rinden, pero entran cuatro hombres más.

— Rivero, Ballesteros, Valdez y Sotomayor. — Los presenta, pero no entiendo. — Ellas son mis hijas, Marbella e Isamar Küchle, a partir de ahora ustedes van a estar a cargo de su seguridad las veinticuatro horas y me van a responder con su vida si es necesario.

— ¿¡QUÉ!? — Isamar y yo exclamamos al unísono.

— ¡Que a partir de este momento no van a salir sin seguridad y no te atrevas a desobedecerme Marbella! — Resoplo.