CAPÍTULO 18.

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Papá me dijo que solo por ser mi cumpleaños no me diría nada respecto al ''ridículo'' vestido que me puse. A mí me encanta. En dos horas el jardín de mi casa estaba a reventar. Mis nanas fueron dejando todos los regalos en una de las habitaciones de la planta baja. Eliam llegó con unos jeans ajustados negros ligeramente rotos y una camisa azul marino hasta los codos haciendo que más de una suspirara. Eliam es el más relajado de mis hermanos y nunca me dice nada respecto a lo que hago, al menos no en público.

— No voy a arrestar a nadie. — Papá habla por el micrófono llamando la atención de todos. En cuanto lo ven se hace un silencio enorme y papá sonríe orgulloso al ver que la mayoría le tiene miedo o respeto. — Pero por supuesto tenía que darle un regalo digno de mi hija.

Entonces siento algo distinto en el aire, siento que alguien me mira de una forma que me puede partir en un millón. Me giro y lo veo... viene con una chaqueta de cuero negra, una camiseta negra, jeans azules y tenis blancos. Evito morderme el labio cuando lo veo caminar hasta mí. La atención se centra en mí y me obligo a volver a realidad. Papá nos guía hasta la entrada principal y me quedo con la boca abierta.

— ¡Feliz cumpleaños mi amor! — Exclama papá y saltó a sus brazos cuando veo el Audi e-tron GT.

— ¡Lo compraste! — Exclamo más que emocionada.

— Para ti lo que quieras mi amor.

Todos regresamos al jardín y veo como Isamar se besa con Diego. Mis papás ya desaparecieron dentro de la casa, por lo general no están aquí más de lo necesario. Alguien tira de mi brazo alejándome de mis amigos, no necesito verlo para saber de quién se trata.

— ¡No me jales! — Exclamo y veo a Stephen con una sonrisa arrogante.

— Ese vestido deja muy poco a la imaginación. — Me mira de arriba abajo sin disimulo.

— Puedes imaginarte lo que quieras. — Le susurró coqueta. La música y gritos me impiden escucharlo bien. — Mi brazalete. — Extiendo la mano. Sonríe y toma mi mano para ponerme el brazalete. — Gracias y también por los case. — Le muestro mi celular, Cuando el infierno se congele.

— De nada. — Me guiña un ojo sin soltar mi mano.

— Antes de que Bella se ponga ebria las chicas del equipo de animadoras tienen algo que hacer. — Exclama Jordan a través del micrófono. La mayoría de los que están aquí saben a lo que se refiere. Le guiño un ojo a Stephen antes de entrar a la casa. Las chicas y yo nos ponemos una falda roja de animadoras y también me pasan un short de licra porque no traigo bragas.

— Con esto Bella comenzó a ser la capitana del equipo de animadoras y desde ese entonces es la reina del Ransom Everglades School. — Comienzan los gritos. — El sueño de muchos y el pecado de otros. — Le guiño un ojo.

Nos abren paso en medio del jardín y comienza a sonar Run the world de Beyoncé. Una coreografía diseñada de inicio a fin por mí. Prácticamente todo es acrobacias, pero la razón por la cual me volví capitana llega en el segundo coro de la canción. En la parte un poco más lenta las chicas me sostienen con sus manos, segundos antes de comenzar el coro se inclinan y me impulsan hacia arriba lanzándome en el aire. Una vuelta completa aún en el aire les da el tiempo suficiente para que sean los hombres quienes me reciban abajo y volverme a lanzar al aire. Es una adrenalina increíble. Siempre lo logro y el jardín estalla en gritos, aplausos y silbidos.

— ¡Y por esto es que Marbella Küchle es irremplazable! — Le lanzo un beso aún con la respiración acelerada.

Nos quitamos las faldas rojas y vuelvo a ponerme los tacones. Bobbie me arregla rápidamente el maquillaje y vuelvo a salir en donde me reciben con shots.

SOY TU PECADO. (BP #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora