24화

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Kim Mingyu siempre fue un novio ejemplar; le llevaba a lindas citas, tomaba su mano, se ofrecía para llevarle al colegio y nunca olvidaba dar cumplidos. Jungkook pensó que salir con alguien como él, sería fácil. En realidad, lo era, al menos fue así antes de darse cuenta cuánto le incomodan esas atenciones. Siempre soñó con tener un alfa, ¿para qué mentir? No obstante, él jamás quiso al perfecto príncipe, como era su novio. No, Jungkook deseaba alguien divertido con quien conversar, un chico de sentido humorístico similar al suyo y que compartiera sus gustos musicales también sería lindo. Sin embargo, sus sueños son lejanos mientras se mantiene al copiloto de camino al colegio.

         A su novio le gusta el hiphop, él prefiere rock alternativo. Disfruta del rap, pero ese beat le estaba volviendo loco. Igual no se queja, evidentemente, se mantiene en una incomoda posición porque Mingyu ha insistido en tomar su mano mientra maneja la palanca de velocidades. Y le parecería un lindo gesto, sino fuese porque está tenso. Esa mañana, sintió que Mingyu estaba muy molesto; pero no, porque se comportó dulce al besarle la frente y elogiar su sudadera. Le despeinó el cabello, e incluso abrió para él la puerta del vehículo. Entonces, estaba preocupado. Usualmente, Mingyu se comportaba así porque cometía algún error y quería repararlo, ahora no sucedía nada. Al menos que él creyese lo contrario, en ese caso, Jungkook deseaba hacerle saber que no; sólo así, regresaría al chico de siempre.

          Por lo tanto, cuando llegan al estacionamiento del colegio y bajan para entrar, el omega se pega a su costado, sin dejar espacio entre ambos mientras tolera un brazo del alfa rodearle los hombros. Deben lucir como la pareja del año, otra vez; Mingyu sugiere una noche de películas, la cual Jungkook declina para ese sábado. Al alfa no le molesta, y él agradece dejando un beso en su mejilla. Los dos sueltan risitas bobas, parecen un par de tortolos enamorados. No obstante, cada uno de sus movimientos es mecánico. Terminan por despedirse con un beso en los labios cuando ambos llegan a su aula; reciben miradas, como siempre, Jungkook piensa que si tanto le envidian podría cederles su puesto. Ríe ante la broma, mientras avanza hasta su pupitre. Debe esperar a que Hoshi llegue, así que decide repasar apuntes.

          El día transcurre sin complicaciones; todo el alumnado está preocupado por los finales de invierno. Aunque Jungkook es un buen estudiante, debe estudiar igual. Piensa que pasará a la biblioteca, así podría aprovechar mientras espera que Mingyu termine el entrenamiento; incluso promete a su mejor amigo que estudiarán otro día, Bambam se une y acuerdan ese mismo fin de semana. Quieren suspirar de alivio cuando llega el almuerzo, Jungkook no tiene oportunidad, Mingyu le intercepta apenas doblan en el pasillo. Agradece que sea tan dulce con él, no irá a mentir, le gusta tener su atención. Sin embargo, llega a ser un tanto incómodo cuando es tan territorial al rodearle los hombros o aprisionar su cintura. Necesita un poco de independencia para caminar, mínimo. Imposible, porque su novio le conduce de esa forma hasta llegar a la cafetería. Incluso le ha comprado el almuerzo, había dejado de hacer eso hace mucho tiempo. Debe fingirse mimoso, porque tiene la impresión de que justo es aquello lo que Mingyu espera; entonces, lo hace. Incluso se ha sentado sobre su regazo, deciden alimentarse mutuamente mientras comparten un par de castos besos. Parecen haberse convertido en Vernon y Hoshi, pero nadie dice nada. Jungkook tiene la capacidad de pretender ser ese tipo de pareja, mientras sus amigos charlan sobre los entrenamientos. Hasta que, alguien más, se aproxima a su mesa.

         Taehyung lleva una charola del almuerzo, no teniendo más remedio que compartir con ellos ese descanso. Igual a siempre. Jungkook anticipa esa presencia, pero ni siquiera le mira; tampoco hace falta cuando Jinwoo llama su nombre, y todos miran en esa dirección, expectantes.

        —Taehyung —le mira serio, sin ninguna expresión en el rostro. Y el otro alfa presta atención, aunque incapaz de responderle nada. —A partir de ahora, no podrás sentarte más con nosotros.

Through The MaskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora