53화

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No podía dormir. ¿Cómo podría hacerlo cuando Jungkook estaba en Busan rodeado de esos alfas idiotas? En serio intentó conciliar el sueño, pero sólo terminó dando vueltas por la cama; su único consuelo era sentir a su lobo tranquilo, quería decir que Jungkook estaba bien. Sin embargo, no es suficiente para dejarle dormir. Entonces, cansado de intentos fallidos, abandona la mullida cama para abrirse paso en medio de aquella oscura madrugada. Apenas hay luz permitiéndole ver por dónde camina, pero sus reflejos son más ágiles al avanzar rumbo al jardín. No debe tardar mucho para que amanezca, porque el cielo nunca se vio tan oscuro, ni una sola estrella se mira por el horizonte. El frío invierno congela cada una de sus articulaciones, pero cree necesitarlo para notar qué es real. Está muy lejos de Busan, casi quiere sentir paz, pero sin Jungkook ahí, es difícil.

       Su ansiedad consigue crear escenarios perfectos para hacerle perder la paciencia; cuenta miles de detalles que podrían salir mal al momento de huir, ¿y si el alfa líder le pilla para encerrarlo como a él? Incluso, es capaz de tomarlo igual que carnada para que Taehyung vuelva, y lo peor, sabe que lo haría sin siquiera dudar. También podrían existir fallos de cálculos, o algún traidor, no sabe pero la negatividad está ganando. Fue ahí que se dio cuenta, sin Jungkook, jamás estará tranquilo. El alfa pelinegro suspira, odiando su capacidad para crear fatídicas escenas que sólo crispan sus nervios; pero, ¿y si por algún motivo Jungkook...?

        —Vagar por ahí no hará que tu omega llegue más rápido —escucha una suave voz burlarse a sus espaldas, Taehyung no tarda en notar la llegada de una dulce omega con cabellera rosa tenue.

        —No conseguí dormir —se excusa, poco importándole cuando Ryujin se posa junto a él.— ¿Y por qué estás despierta?

       —Yeji unnie suele iniciar el día muy temprano, en punto de las 5 am —así que esa hora era, piensa Taehyung mientras le da un pequeño asentimiento comprensivo.

        —Ella es una excelente líder —halaga, porque era cierto. —Encuentro sumamente acogedora esta manada, parece un lugar en serio tranquilo... Pacífico.

         —He visto otras manadas. En comparación a ellas, sí, estamos sobre el paraíso —confiesa con un pequeño mohín orgulloso, su alfa es la mejor. —Este legado es la razón porque Yeji se despierta cada mañana antes del amanecer, no es fácil ser líder... No se trata de ordenar e imponerse, ella cree en la libertad de sus habitantes. Es lo que nos trae paz.

        —No debe haber sido fácil ser... Ya sabes, líder mujer —él no le veía nada de malo, por supuesto, pero sabía que muchos alla fuera seguro que sí. Es decir, Busan rompió convenios sólo por su género. Ryu entendió, pero su sonrisa se acrecentó.

        —Bueno, no lo fue... Pero su padre cedió en ella toda la confianza que tenía, así que... —se encoge de hombros. —No es trabajo de unos años, su padre fue uno de los mejores líder que hemos tenido. Incluso si era un hombre... Peculiar.

         —¿Peculiar? —llamó la atención de Taehyung, él no conocía muchos líderes, si bien su familia provenía de un linaje a base de estos mismos. Sin embargo, a los pocos que él conoció, compartían la característica de seriedad y disciplina. —¿Cómo es eso?

         —¿No conoces la historia de Kim Taeyong? —le miró sorprendida, a lo que el alfa negó, quizá avergonzado. —Vaya, no lo creo. En sus tiempos, atrajo atención de diversas manadas... El omega que eligió como pareja, le engañó en su propia casa y fue destituido; pero durante las guerras de híbridos, su padre murió justo frente a sus ojos y asumió el cargo.

        —¿Y qué pasó con su omega? ¿Un dirigente puede tomar puesto sin tener pareja? Tengo entendido que es alguna especie de... requisito —estuvo interesado al respecto, quizá quería distraerse. Fue un poco desconcertante ver a Ryujin sonreír.

Through The MaskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora