05화

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Existían pocas festividades en la manada de Busan, al menos, que valieran la pena. Una de ellas, el cumpleaños de su preciado líder y la última Luna Llena de octubre, a mediados del otoño. Todos los habitantes se reunían en la plaza central del reducido pueblo, en una semana de emotivas actividades. Y para inicios de noviembre, una enorme fiesta se llevaba a cabo en la mansión del líder, donde la más selecta muchedumbre del país, venía hasta el sureste para darle buenos deseos al alfa líder. Una colorida frivolidad, de las fechas más importantes para cada habitante, aunque sin duda, más aún para Kim Jinwoo y sus amigos.

      Jungkook no ansiaba, precisamente, el festival de este año. Quizá, porque sabía que para esos días, sus padres estarían de regreso a la manada. Y, en vez de pasar tiempo con él, estarían en la dichosa celebración; al igual que sí mismo. En general, el omega de delicadas hebras doradas no era alguien de multitudes. Lo único que disfrutaba del festival eran los fuegos artificiales, justo a la última Luna de octubre; verla con Mingyu, sería premio doble. Este sería su primer festival, juntos.

       — ¿Cuál es su problema? En serio, debería saber que durante la última clase todos están durmiendo, al menos mantenía mis ojos abiertos al escucharla hablar —se queja Kunpimook. A Hoshi le causa gracia el motivo del disgusto, así que parece feliz ante las réplicas del omega pelirrojo, quien emana molestia desde el picante aroma a canela.

     — Sí, abiertos... pero sólo atentos al celular —debate Jungkook. Únicamente consigue que la risa del peligris aumente, mientras Bambam le mira de mala gana, chasqueando la lengua en señal de irritación.

       — Como fuera, no hacía falta quitarme el móvil.

Pero, esa era la parte favorita de Soonyoung, porque estaría toda la tarde sin su preciado aparato, y justo ahora, Yugyeom debe estar vuelto loco porque su querido omega no le responde los mensajes. Faltaban poco de cinco minutos para que el alfa corriera hacia ellos, preocupado, quizá creyendo que alguna cosa mala le pasó al pelirrojo. Jungkook solamente negó al verlos discutir; Kunpimook riñéndole por reírse, Soonyoung tratando de explicarle por qué era tan divertido. Los relucientes orbes del omega azabache, captan desde la distancia a cierto alfa irritante de oscuras hebras, éste enfocándolo también.

       Son tensos instantes, porque pese a la marea de estudiantes que buscan sólo su libertad, y sumando un sentir inexistente de los metros dividiéndoles, sus ojos se mantienen cruzados, cual imanes. Hay cierto brillo inquietante en los orbes del alfa —donde alguna vez distinguió bermellón—, y a su vez un opaco océano nocturno, sin expresión siquiera. Jungkook está irritado, pero ansioso. Más aun, ante cada paso que le acerca al alfa.

         — ¡Bambam! —exclama alguien al inicio del pasillo, explota frente a sus ojos, la burbuja donde Jungkook se hallaba con el lejano alfa. Escucha las risas de su mejor amigo, cuando es Kim Yugyeom quien corre hasta ellos, esquivando violentamente a otros estudiantes con sus amigos a espaldas, riendo de la escena que al alfa poco le importa montar. Excepto Mingyu, quien parece avergonzado de aquel actuar, a veces le consideraba infantil.

El alfa consigue llegar hasta su amado, acunándole las mejillas para buscar cualquier rastro de heridas; no le causó buena espina ser dejado en visto cuando charlaban por mensaje, entre clases. Kunpimook trata de explicarle lo sucedido, mientras Hoshi aguanta sus ganas por reírse, pues Jungkook le da a entender que es un tema serio para Yugyeom, al parecer. No tardan en alcanzarles tanto el hijo del alfa líder, como Vernon y Mingyu.

         — ¿Qué tal tus clases? —es el saludo que Jungkook recibe de su novio, quien no duda en sujetarle del mentón para dejar un pequeño beso sobre aquellos rosados labios. El omega sonríe.

Through The MaskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora