Through The Mask

30화

Maratón 4/5

Jungkook se fue a dormir, apenas Taehyung saltó por su ventana para regresar a casa. Habían pasado gran parte del domingo juntos; cocinaron e incluso vieron películas. El omega sentía un amargo vacío cada vez que se despedían a través del balcón; ese alfa le hacía bien, en mil formas diferentes. Y forme sus sentimientos crecían, también lo hacía el temor y la curiosidad. Puesto que, Taehyung no ha querido contarle sobre Kyoto o el por qué de su presencia ahí. ¿Qué habría sido tan terrible o tan secreto? ¿Por qué ocultaría algo así? Más preguntas que respuestas le acompañaban a la cama, usualmente, prefería ignorar el desconcierto para centrarse en todo aquello que le hacía sentir bien. Deseaba tanto confiar, tan plenamente que no necesitara cuestionar; pero, a veces, era más difícil.

       A la mañana siguiente, justo como Mingyu prometió, apareció en su puerta para llevarle hasta el colegio. El camino fue tenso, Jungkook tuvo que quedarse callado cuando el alfa aprisionó su mano contra la palanca de cambios; había pensado que, si quería evitarse discusiones, sería mejor atender las peticiones de Mingyu. Quizá, de esa forma, conseguiría dejarlo tranquilo. Incluso si ninguno habló durante todo ese trayecto, Jungkook podía sentir un notable cambio en la atmósfera. Ellos no eran los mismos, o quizá siempre fue asi; no obstante, ahora se daba cuenta de cada minúsculo detalle. Aspectos que antes poco importaban, ahora parecen darle sentido a una verdad oculta. Jungkook sentía que su mundo dejó de ser monótono y gris, para volverse una pasta de sombras, contrastes y a veces, con Taehyung, brillos.

        La salvación apareció frente a sus ojos cuando, a la par que ellos, Jinwoo estacionó su vehículo. Mingyu se olvidó del omega para conversar con su mejor amigo, quien dijo tener una noticia importante para darles. Por tanto, tardaron menos de lo usual en adentrarse al edificio. Jungkook no prestó atención, ¿qué de importante podría decirles? Quizá algo relacionado al líder o algún chisme que escuchó en la mansión. Al dulce omega de puntas doradas, sólo le importaba saber cuándo sería su próximo encuentro con cierto muchacho de ebanas hebras y profundos ojos castaños. Fue cuestión de tiempo para olvidarse de ello, porque se encontraron a sus amigos en el pasillo; Namjoon bromeaba con Yugyeom y Bambam sobre algo, mientras Soonyoung se murmuraba con Vernon. A Jungkook le fue tan familiar la escena que, por cortos instantes, visualizó todo volver a cuando todo era normal.

         Antes de Taehyung, antes de conocer qué era la libertad.

         —¡Qué bueno que están aquí! —saltó Jinwoo apenas les vio, recibiendo atención del grupo completo. Incluso Jungkook miró al alfa con curiosidad, esperando saber qué le animaba tanto el día de hoy.

         —Espero esto sea rápido, Jinjin. Tenemos cálculo con el monstruo del Lago Ness. Entonces...—intentó detenerle Hansol, pero el aludido fue más rápido al detenerle.

       —Ya hay fecha para la coronación.

         ¿Huh?

      El grupo de amigos tardó en procesar dicha información, sin notar al instante la magnitud en aquella declaración. Incluso Jungkook volteó a mirarle sorprendido, sin creer tales palabras. Mingyu fue el primero en adelantarse, manteniendo ese brillo de esceptisimo en la mirada.

         —No juegues con eso, viejo. Pensé que tu padre aún no estaba listo para...

         —¿Por qué jugaría con esto? —le detuvo con un mohín indignado, quizá a la espera de alguna reacción diferente. —Lo escuché anoche, Hyo hyung será coronado apenas inicie la primavera... Y entonces, él será nuestro nuevo líder.

         Primavera, faltaban poco más de cuatro meses para ello. Jungkook contó en sus pensamientos cada día distanciándole del suceso; porque él sabe bien, cuando su cuñado fuese líder, habría muchos cambios en la manada. Siempre era así; e incluso si le odiaba por robar a su hermana, por primera vez en unas semanas, tuvo una luz centelleante de esperanza. Sin embargo, no duró siquiera un pestañeo.