Through The Mask

17화

Era cálido, pero no gracias a la temperatura en su cuerpo; Jungkook, encontraba ahí seguridad y comodidad. Usualmente, al dormir, tenía que abrazarse a alguna de sus almohadas para poder conciliar al sueño; sin embargo, no se quejaría de llevarse consigo al suavecito oso afelpado que sujetaba, justo como abrazar a alguien real. Incluso, sentía el tranquilo golpeteo de sus latidos junto a la acompasada respiración. Entre sueños, Jungkook no creía lo realista que era esa sensación, tanto como dormir con Mingyu; sólo que aquí sí está cómodo, y calientito. Aunque, forme el sueño abandona su sistema, recuerda poco a poco que sí está en casa de su novio; pronto es consciente también de que lo dejó plantado anoche, la memoria a corto plazo hace aparición a cada minuto. Todo iba excelente; hasta que, a mitad del desperezamiento matutino, recuerda las bochornosas palabras que recibió antes de dormir. Taehyung tuvo la osadía de decirle que sí querría estar junto a él, y al no poder debatirle, dio las buenas noches para disponerse a dormir. Esperen, ¿Taehyung?

        Cuando Jeon Jungkook abre sus ojitos somnolientos, lo primero que encuentra es una suave tela del pijama ajeno, antes de notar que estaba abrazado cual enredadera al cuerpo del alfa con quién pasó la noche. Y el otro, tan quitado de la pena, le aprisionaba entre sus brazos. Durante los primeros segundos, no se permitió entrar en pánico, quizá porque aún seguía revoloteando con Morfeo alrededor; sin embargo, para los siguientes minutos, encontró firme el agarre que le sostenía. Intentó no entrar en pánico, pero al intentar deshacerse del cálido alfa, éste más se aferraba a él. El sueño le abandonó por completo, cuando sus latidos fueron más fuertes que la pereza matutina, por poco consiguiendo que ingresase al pánico. Se contuvo. Miró a Taehyung, lucía muy calmo, no existía tensión alguna en sus músculos faciales —porque el resto de sí mismo se negaba a soltarle—. Jungkook sabía que el primo de su novio era apuesto, al igual que los demás alfas de su reducido grupo de amigos; pero ahora, veía algo diferente. Sí, era apuesto, sólo que no como otros alfas que había conocido. Taehyung no poseía ninguna expresión naturalmente posesiva, aunque el omega entre sus brazos, sabía que enojado era de temer; tampoco lucía muy dominante, pero su presencia imponía por el simple hecho de ser él. Kim Taehyung era sencillo, pero su solo existir estaba dotado de elegancia, dominancia pero amabilidad; una combinación que, sinceramente, Jungkook jamás pensó ver en alguien de su raza. En ese momento, considera que fue estúpido la primera vez que le vio, pues no no notó su naturaleza alfa, sólo porque su porte físico carecía de los estereotipos que solía ver. Taehyung no necesitaba eso, porque la seguridad que desborda era suficiente; al menos para él. Y ahora, necesita huir.

          —Taehyung, despierta —pero es difícil hacer movimiento cuando le aprisiona con tanto ahínco. Aun así, intenta depositar pequeños golpes contra su pecho, sólo recibe un quejumbroso gruñido. — Hey, ¿quién te has sentido? No me gruñas, idiota —se queja al instante. El aludido sólo se remueve junto a él, restregando su mejilla contra la almohada que tenía el aroma ajeno. Jungkook comienza a desesperarse. —Kim Taehyung, despierta... ahora —absolutamente nada, sólo obtiene un ronroneo. Jungkook se odia al considerarle tierno, no, eso no podía ser posible. Es antinatural que los latidos de su corazón resuenen ante sus oídos, ¿y si el alfa lo escuchaba? —¡Kim Taehyung, despierta ahora! —exclama esta vez, sin contenerse siquiera. Ahora con éxito, pues aquél sufre un sobresalto, incorporándose de golpe. Pronto recibiendo un mareo.

         —Oye, ¿cuál es tu problema? —maldice con voz rasposa, producto del reciente sueño; el omega debe fingirse inafectado por lo atractivo de ello, así que sólo sale de la cama para buscar su celular, cubriendo un suave sonrojo. —¿No es muy temprano para gritos?

          —¿Muy temprano para gritos? —musita Jungkook, irritado del efecto que el chico tiene en él. — Me estabas asfixiando, estúpido alfa —trata no titubear de por medio, cree que lo consigue. — Intenté despertarte por las buenas, pero no entendiste. Ni modo —no miente, parece que Taehyung tiene el sueño pesado.