54화

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A veces, al llegar la paz después del caos, es incluso más aterrador que cuando estabas pasando por la tempestad, porque no sabes si es real. En un instante, podrías despertar y descubrir que no hubo solución. Todavía te estás hundiendo, o peor, temes volver a hacerlo y no salir ileso en esa ocasión. Al menos, es lo único en que piensa Taehyung mientras comparten el desayuno en aquel gran comedor. Está hambriento, pero siente que si descuida al omega un instante, sólo volverá a esfumarse. Por tanto, corta en dos perfectas partes sus crujientes waffles para bañarlos en jalea, todo simultáneamente a dar un vistazo "discreto" hacia Jungkook. Y si el menor lo nota, prefiere no evidenciarle por ese momento.

       Jinwoo no quiere ser descortés, pero debe comer más rápido para marcharse de regreso a Busan, sospecha que su hermano mayor necesitará de su ayuda. Entonces, no desea entretenerse demasiado, aunque está bastante curioso sobre lo que Yeji le cuenta a Jungkook; detalles del funcionamiento en Gangwon y cómo podrían aliarse a Busan más adelante, el menor parece interesado acerca de las relaciones entre manadas. No pensó que fuese un tema tan complejo, así que presta suma atención. Al cabo de unos minutos, deciden hacer a un lado temas de trabajo y optan por una charla más trivial. En primer lugar, Yeji quisiera darles una bienvenida adecuada.

        —Si no les molesta, conozco un excelente lugar donde podrán alojarse durante su estadía aquí —comenta con una pequeña sonrisa, recibiendo un agradecido asentimiento. —Solía ser el hogar de mis padres, pero hablé con ellos y no parecen tener ningún problema en que la tomen.

        —Oh, ¿dónde están ellos? —Jungkook se regaña por cuestionar sin detenerse a pensar, quizá había sido inapropiado; le tranquiliza no visualizar ningún gesto de incomodidad en la alfa.

        —De viaje, pasando unas agradables vacaciones en Grecia... Me parece —mira a su mellizo por confirmación, pero el omega está aún somnoliento.

         —Sí, Grecia —es Ryujin quien interfiere esta vez, recibiendo una linda sonrisa de su alfa. —Ellos volarán a Estados Unidos en unas semanas.

        Jungkook les miró, maravillado. Él realmente quisiera vistar muchos lindos lugares, prefiere mantenerlo igual que un sueño inocente, por ahora.

        —¿Nos quedaremos aquí por mucho tiempo? —es la primera vez que Taehyung intercede en su pequeña charla, no estaba muy acostumbrado a tener toda atención. No mentirá, mantener silencio se volvió rutinario para él, tanto que no está muy al tanto de cómo aportar en una conversación casual, justo como lo es el desayuno.

        —Sí —suspiró, Jungkook. Ya había hablado con Yeji al respecto—, no pueden buscarnos aquí, Busan no tiene ninguna especie de convenio con Gangwon, así que básicamente tienen prohibido entrar a su territorio. Estaremos seguros aquí.

        —Por supuesto —acotó la líder. —Y según tengo entendido, todavía no está del todo resuelto tu caso en Kyoto. —Taehyung suspiró, asintiendo. —Bien, no será ningún problema mientras estén aquí. Si pasan de 4 a 5 años o más, en esta manada, se harán residentes legales... No le deberán nada a otra manada, sólo responderán a nuestras leyes... Así que, definitivamente están bien.

       Jungkook no tenía palabras para agradecerle a Yeji, porque no cualquier manada estaba dispuesta a lidiar con ellos. Incluso Kim Hyowoon, jamás firmaría la residencia legal de Taehyung como parte de Busan, incluso cuando pasó poco más de 4 años ahí. Por lo tanto, aquella joven alfa les estaba ofreciendo el paraíso en bandeja de oro, estaba verdaderamente agradecido.

       —¿Cómo conseguiste salir de ese agujero? —ahora Hyunjin parece un poco más consciente sobre su presencia ahí, su cerebro no funcionaba antes de las 7 am. Y la presencia de Jungkook recién fue notada tras algunos sorbos de jugo de naranja.

Through The MaskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora