Through The Mask

35화

Las líneas en sus pensamientos son difusas; hay una voz diciéndole que se olvide de esa fotografía pegada a través de los pasillos, y otra menos amable, quien murmura ansiosa cientos de preguntas que apenas puede escuchar con claridad. Jungkook, con frecuencia, odiaba estar preso entre sus pensamientos más profundos; le hace sentir esquizofrénico. Puesto que siempre la razón se negaba a llevarse bien con su insana necesidad por buscar respuestas en problemas que ni siquiera le competían; aquella era tal vez otra voz, una tranquila y satírica, quien siempre hallaba forma para molestar a su razón. Entonces, pretende no escucharse así mismo, mientras cocina la cena para esa noche. Cree que ha dejado de pensar en el ataque a ese chico y todas esas acusaciones de Mingyu, pero no es así. En todo el día, no ha pensando en nada más.

        ¿Por qué alguien lastimaría de esa forma? Jungkook sabe que Taehyung tenía un expediente sucio, no obstante, ¿cuenta como asesinato cuando era la condena que se merecía por lastimar a otra omega? Tal vez a Taehyung no le correspondía hacerle pagar, quién sabe; sin embargo, era fácil comprender los motivos detrás de aquel no tan desafortunado incidente. Sin embargo, ¿qué pretexto tendría el asesino de Jaseol? Es inevitable ir hacia las teorías paranoicas de sus amigos; Bambam piensa que quizá alguien esté infiltrado para atacar dentro de la manada, Soonyoung teme saber quién podría ser el siguiente y Jungkook teme dar algún tipo de hipótesis, quisiera fingir que nada sucedió y seguir con su vida. Ojalá se tratase de un sueño; pero no, es el inicio de una muy mala pesadilla.

       El microondas sobresalta al omega cuando anuncia que ha derretido, con un éxito total, el queso de sus macarrones; se dispone a portar los guantes de cocina para extraer el refractario con exquisito aroma a pasta, obteniendo una quemadura leve en la muñeca cuando escucha la puerta de ingreso ser abierta. Debe ser Hyuna, pero le  descoloca al grado de entorpecer una gran parte de sus movimientos; está a salvo poco después a quitarse los guantes de cocina, es entonces que ve a su hermana mayor hacer una entrada triunfal en la cocina.

       —¿Apenas cenas? —ve el pequeño desastre alrededor, Jungkook tuvo ciertos problemas de concentración; por tanto, la mesa está salpicada de queso y hay salsa de tomate ensuciando las orillas del lavabo a sus espaldas. Jungkook parece ajeno en su entorno, se limita a asentir mientras coge un juego de cubiertos limpios. —¿Podría acompañarte? —pide entonces. A Jungkook le es indiferente su presencia, o eso quiere demostrar, así que sólo le deja estar.

       Ambos toman lugar; Jungkook se preocupa más por soplar sus macarrones para enfriarlos, mientras que la omega mayor observa cada movimiento del chico. Hyuna le analiza, un sentimiento amargo le duele al fondo del estómago cuando nota cuánto ha crecido su pequeño hermano; sabe que no es un niño, pero aun tiene esa necesidad por protegerle.

       —Sé que quieres decirme algo, noona. Suéltalo ya, ahora que estoy de humor —no es verdad, porque su estado anímico puede catalogarse de inestable, pero es mejor que sentir su mirada durante toda la cena. Jeon Hyuna desvía la mirada, tampoco quiere incomodar al azabache de puntas doradas.

        —¿Cómo has estado? —bailotea sus dedos sobre la rígida madera de aquella mesa, la perfecta manicura resuena entre ambos con eco cantarín.

        —Si querías saber algo como eso, pudiste sólo enviar un mensaje —revuelve el contenido de su tazón. —¿Por qué luces tan ansiosa? Me estás irrirando.

       Hyuna suspira, relamiéndose los labios antes de decidir ir directo al grano. Habría sido más fácil hace unos años, cuando todo dentro de su mundo se resumía a ellos dos. Sin embargo, había llovido desde una joven pubertad, creando océanos entre los dos hermanos. Desearía que sus soluciones no tuvieran tantas consecuencias, pero nadie dijo que fuera fácil, ¿cierto?