16화

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No le había visto en días, sabía que asistía a todas sus clases, porque llegó a ver la bicicleta en que se transportaba; era fácil de ubicar, porque estaba teñida de verde militar y poseía al costado un sticker de Batman. Jungkook jamás prestó atención a detalles de ese tipo, pero en los últimos días, cuando Taehyung parecía únicamente un fantasma de esa manada, llegó a dudar de su existencia. Sin embargo, sabía por propia boca de su novio que no pasaba mucho tiempo en casa. Tampoco pudo padecer la ausencia mucho tiempo, pues antes de lo previsto, sus padres llegaron a casa; a un par de días del festival otoñal, el cual tenía al público entero con los ánimos a tope. Jungkook, por su lado, no estaba del mejor ánimo. Aún pensaba en lo dicho por Mingyu, y creía que sólo era un estúpido rumor más. Taehyung no lucía del tipo que asesinaría a alguien, el solo pensamiento es escalofriante. Prefiere olvidarse, después le preguntaría al alfa mismo.

       Sus padres parecen felices de estar en casa, y aunque el menor ansiaba por ese regreso, ahora no está seguro de disfrutar su compañía. Durante las cenas, donde ahora sí se aparece Hyuna, se dedican a charlar sobre su próxima unión con Kim Hyojong. Todos están orgullosos de ese gran logro; pero Jungkook, quien anheló el aire hogareños de una buena conversación, ahora de encuentra odiando el sonido. Pues se limitan a hablar sobre su relación con Mingyu, también le han cuestionado sobre la universidad, parece un gran logro seguir instrucciones de alguien más. Jungkook no quiere ir a Seoul, sino que muchísimo más lejos, a nadie le importa. Es ahí, cuando extraña más a Taehyung; pero, desde que arregló las cosas con su novio, parece un experto en evitarle. Y aunque las cosas con Mingyu están mejor que nunca, le extraña; poco importan sus palabras dulces, lindas atenciones o costosos regalos, porque eso no significa absolutamente nada para él. No deja de sentirse, patéticamente, solo.

        Jeon Jungkook cree que ha navegado silenciosamente hasta despertar en medio de una marea escandalosa, formada por personas de diversas manadas quienes se arremolinan a su alrededor para la gran inauguración del festival. En estos últimos días no ha sido él, cree que despertó cada mañana en Modo Automático; pero, hoy, el bullicio festivo le ha arrancado de esa grata ensoñación. Bambam y Hoshin están, cada uno, a un costado suyo; el pelirrojo sonríe mientras caminan, señalando a todos los puestos al rededor, parece que este año ha crecido todo aquel festejo; por otro lado, Jungkook apenas nota que su mejor amigo se mantiene callado mientras les sigue entre el tumulto de turistas. Es claro que, ni siquiera las lámparas de papel o listones coloridos, consiguen animar al omega de hebras plateadas. Incluso cuando Hoshi era fanático del ambiente por estas épocas del año; desde los deliciosos aromas que venían con cada puesto de comida, hasta la música tradicional que resonaba alegre encima del escenario a donde se dirigían.

       Jungkook quiere aproximarse al omega con dulce aroma a limas, el cual se disipa junto al del puesto de sodas. Sin embargo, no sería buena idea detenerse a mitad del camino hacia el escenario principal, donde solían presentarse diversos números a lo largo de todo el festival; puesto que, ya hay suficientes personas luchando por abrirse paso. Decide esperar, mira alrededor y son pocas las personas que reconoce; en su mayoría, hay alfas y omegas turistas. No todos vienen en parejas, de hecho, son pocos los omegas que vienen con sus alfas. Tampoco vienen solos, pues son grupos extensos de omegas, quienes bromean entre ellos. Ni siquiera visualiza alguna marca atándoles, parecen tan libres; no se preocupan por contentar a alguien, y sólo disfrutan del festival a su manera, junto con sus amigos. Bambam solía ser de esa forma; él y Hoshi, para nada. Quizá porque el pelirrojo fue criado por una omega de fuera, no en todos los lugares eran tan conservadores como en esa parte del país. Jungkook soñó ir a alguno de esos sitios, ahí, no tenías valor por el alfa con quien estuvieras. Todos tenían las mismas oportunidades, en grandes ciudades, allá eran libres.

       — Conseguimos buenos lugares —es Bambam quien le regresa al presente, pues está en lo cierto, han logrado posicionarse cerca del escenario con vista de frente. A Jungkook nada podría importarle menos que eso. — Los chicos debían terminar ese estúpido proyecto de ciencias, ahora se perderán de esto —se burla mientras toma un sorbo a la bebida que compraron al inicio; Soonyoung se acabó la suya hace varios minutos, y a Jungkook no le quedaba mucho para terminar.

Through The MaskDonde viven las historias. Descúbrelo ahora