3.

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Finalmente acepto sus sugerencias. En el transcurso no hablamos nada, yo solo puedo pensar en mi bebé y en Geoffrey. Confío en él, siento que si estoy cerca de él no me pasará nada, pero es una mala idea el involucrarse entre mis problemas con Raúl.

Unos diez minutos de camino él entra a una hermosa casa, de ese tipo de casas que solo personas con bastante dinero podrían tener. Asombrada bajo del auto después de él. Entonces me pregunto, ¿quién es él?

— Bienvenida a mi casa señorita. —Dicho esto me guía hasta la entrada.

Dentro es aún más hermosa. Él me da un pequeño tour por toda la casa, mientras caminamos me detengo en uno de los pasillos que está lleno de fotografías.

— ¿Ese eres tú? —Le pregunto mientras veo una foto en la que tiene unos premios y unos discos dorados. Él se acerca y asiente. — ¿A qué te dedicas?

Él me mira confundida, yo le devuelvo la mirada, pero más confundida que él.

— Soy cantante. —Contesta.— De bachata. —Agrega unos segundos después.

— Como Romeo. —Digo mientras camino de vuelta a la sala.

— Sí, creí que me reconocerías. —Dice.— Aunque te confieso que ha sido un disparo que no lo hayas hecho y aun más que ni te imaginas quien pueda ser.

Sonrío y volteo a verlo. Mi sonrisa desapare inmediatamente mientras lo miro fijamente, él no se ha percatado y me facilita aún más el poder analizarlo. Sus hoyuelos se intensifican aún más cuando sonríe, una sonrisa hermosa, idéntica a la de un ángel, alto y algo musculoso,  su cabello despeinado le cae sobre la frente.

Geoffrey me mira y volteo el rostro hacia la izquierda, no sería buena idea que se percate de que lo estaba mirando.

— Te traeré algo de beber. —Me dice yendo a una de las puertas.

Asiento con la cabeza y no me muevo de donde estoy, él a los minutos regresa con un vaso y un líquido parecido a jugo, el cual me ofrece.

— Gracias. —Acepto. Al instante de sostener el evase de cristal siento un dolor agudo en mi bajo vientre. Geoffrey se percata y me quita el vaso de las manos.

— ¿Qué pasa? —Me pregunta y me lleva rápidamente a un sofá y con cuidado me ayuda a sentarme.

— No lo sé. —Susurro y el dolor aumenta más provocando que deje escapar un grito.

El dolor es bastante fuerte, siento calambres en mis, mi vista está comenzando a ponerse borrosa.

—Llamaré a una ambulancia. —Puedo notar a leguas sus nervios.

— No, al rato se me pasa. —Le digo intentando ponerme derecha, pero es imposible y comienzo a sentir náuseas.

Geoffrey niega y saca de su bolsillo un teléfono. Tras marcar comienza a hablar, lo cual termina en una discusión y furioso cuelga.

— Te llevaré yo. —Dicho eso se levanta y corre a algún lugar.

Mareada cierro los ojos, aún duele y me siento aturdida. Unos minutos después siento a Geoffrey cargarme y luego como me deja sobre algo, a los pocos segundos me percato de que estoy en su auto.

Tenvo miedo de perder el embarazo, tal vez el padre de mi bebé no sea la mejor persona del mundo, pero ese bebé no tiene la culpa de eso. Tal vez cuando Raúl vea al bebé lo acepte y cambie.

Cada minuto que pasa me siento peor, las punzadas son más fuertes y un líquido sale de mi entre pierna. Creo que estoy perdiendo a mi bebé.

Royce pov's...

Casada Con Una BESTIA  | EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora