«Royce»
El pasillo estaba repleto de enfermeras que corrían de un lugar a otro. Los policías que hacían guadia estaban hablando con Álvarez. Aceleré los pasos y la atención de ellos se posó en mi.
- ¿Qué está pasando? -Les pregunté, nervioso. Ninguno dijo nada y optaron por mirarse entre sí. Álvarez dio un paso en frente y pasó sus manos por su rostro.
- La han envenenado. -Sus palabras me golpearon de imprevisto.
- No... Ella... ¿Es...
- No lo sabemos aún. Los doctores no han salido de la habitación. -Noté en su tono de voz la duda. Y aunque quiso que mantuviera la calma era bastante difícil, no podía contener las lágrimas.
No pude casi mantenerme de pié, por lo que me senté en uno de los bancos. Sentí como Álvarez se sentó a mi lado y suspiró con frustración.
- Creí que todo sería más fácil a partir de unas semanas hasta ahora. Pero, me equivoqué, todo se ha vuelto más complicado, más doloroso para ti. Realmente, lo siento mucho, Geoffrey.-Dijo. Golpeó levemente mi hombro y permaneció en completo silencio.
El no había sido el único, yo también creí que las cosas serían me fáciles desde que salí de aquel edificio con ella brazos. Me imaginé cada día que pasaría a su lado.
Dejé varias lágrimas resbalar por mis mejillas, mientras recordaba lo que había sentido cuando estuve en casa de mi madre con Geoffrey en manos. Entonces una imagen llegó automáticamente a mi cabeza y, inmediatamente confirmé todo lo que estaba pensando el día anterior.
Vanessa y Raúl.
No me había equivocadocon lo que vi desde la cafetería, era más que obvio que Raúl y Vanessa eran cómplices y ambos tenían razones para acabar con la vida de Ashley. Con ellos cerca, todos los que rodean a Ashley estaban en peligro.
- Hay cosas que debes saber. -Le Murmuré a Álvarez. Él debía saberlo y no podía perder tiempo para decirle.
- ¿Suma importancia? -Me preguntó.
- Si. Vamos a la cafetería.
Admito que yo mismo me sorprendí al notar como la angustia había disminuido. Había depositado toda mi confianza en Dios, había dejado la vida de mi amada en sus manos. La justicia está del lado bueno y, quien manda es él y no podía dejar que el caso de Ashley fuera ganado por Raúl, ni por Vanessa.
Cuando entramos a la cafetería, habían pocas personas, por lo que optamos por sentarnos en una de las mesas.
- Te escucho. -Dijo Álvarez mientras apoyaba sus codos sobre la mesa.
- Vanessa estuvo aquí ayer -él frunció el ceño confundido-, por lo que me lo encontré extraño, me la pude haber encontrado aquí en la cafetería, en algún pasillo o en el estacionamiento. En cambio, se sentó a mi lado en el mismo pasillo de la habitación de Ashley.
- No te estoy entendido.
- Estoy seguro de que no. -Susurré-. Estaba confundido con su repentina visita y estaba cansado, por eso viene a la cafetería y mientras esperaba mi pedido vi a Raúl salir de un auto. Pero me tomó el tiempo poder confirmar que era él. Entonces luego lo vi salir junto a Vanessa y se les notaba enojado.
El semblante de Álvarez cambió al igual que su expresión, por lo que me di cuenta de que estaba entendiendo.
- También, cuando Ashley dio a luz, las vi a ambas llorando en la habitación, pero aunque trataron de ocultar algo no les creí.
»Estoy completamente seguro de que a Ashley la empujaron por las escaleras a propósito, y quien lo hizo fue Vanessa. Ella no apareció hasta después de lo ocurrido y me mintió al decirme que estaba en casa de su madre.
- Si es cierto -Murmuró para si mismo-. Pattie dijo en su declaración que había otra mujer ¿pero como podía imaginarme que es tu ex?
- Podrías enseñarle una foto de ella. Así te confirma que es ella. -Le dije. Álvarez asintió.
- Lo peor es que el juez no los puede arrestar hasta las declaraciones de Ashley, son imprescindibles para arrestarlos hasta que se abra el juicio. -Dijo. Estaba frustrado eso se notaba a leguas.- Estoy seguro de que ambos tienen que ver con lo que le pasó a Ashley hace un rato.
La única razón por la que Vanessa debía odiar a Ashley, eran por mi. Incluso suena incómodo que Vanessa estuviera haciendo todo eso por mi. Al parecer aún no quería aceptar que ya no quería que formara parte de mi vida. Aunque debía ser frustrante lo que ella estaba sintiendo.
(...)
Cuando los doctores salieron de la habitación, ya Álvarez y yo estábamos en espera de que nos dijeran que había pasado.
- Aún no sabemos qué tipo de sustancias le han inyectado, pero lo sabremos luego de los resultados de sangre... Al parecer se lo inyectaron minutos antes del chequeo habitual de la enfermera, por lo que empezó a reaccionar cuando ésta entró a la habitación.
» Entró en ataques respiratorios, seguidos por los latidos acelerados, provocando un ataque al corazón. Hasta ahora la hemos logrado estabilizar.
- ¿Sobrevivirá? -Le pregunté al Doctor. Era una pregunta que yo mismo dudaría en responder, aunque eso me destruyera por dentro.
- No lo sabemos, hasta saber que tan letal es el veneno. También, tiene demasiadas fracturas, é Incluso hay posibilidad de que se forme un tumor cerebral -suspiró-, creímos que iba a mejorar, estaba respondiendo perfectamente al tratamiento y al trasplante de sangre.
- ¿Es posible que entre a verla?
- Lo siento, pero hasta ahora no se pueden permitir.
Dicho eso se disculpó para retirarse. Había quedado tan desolado, tan destrozado. Su vida estaba colgando de un fino hilo, y lo peor era que no podía hacer nada para salvarla. Me sentía como un inútil, sentado esperando por una de las dos consecuencias.
No quería perderla, no me resigno a vivir sin ella. No le encontraría sentido si ella ya no estuviera viva. No aceptaría perderla para siempre. Porque si la pierdo estaría perdiendo la mitad de mi. Dios tenía que dejarla conmigo, él no podía dejar que el mal fuera el vencedor, ellos no pueden ganar. Eso no sería posible.
¿Cuántas veces tendría que pedirle a Dios por ella?
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¡Hola!
Espero que les haya gustado el capítulo de hoy. No se, si ya han notado que cambié la portada. Espero que no se confundan por ello y espero que les guste. Si no, pueden decírmelo...
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Besos.... 😘😘💖💖🙈🙈
Att: Ashley Ni. 👽
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Casada Con Una BESTIA | EN EDICIÓN|
Fiksi Penggemar|COMPLETADA| La vida no es fácil, en cambio hay perosonas que sufren porque las suyas no son igual que las demás. Prepárate para conocer la conmovedora historia de Ashley Torres, quien a sus 20 años había recorrido el largo camino de la desdicha y...