Tres días después.Había pasado tres horribles días encerrada, no estaba atada a la silla, ya que Pattie me había desatado los nudos antes de irse. Quise que me dijera algo, pero no habló, durante unos largos minutos sólo me abrazó y lloró mientras lo hacía. Y cundo se puso de pié estaba manchada con la sangre que salía de mi pierna y antes de irse me ayudó a ponerme en el suelo
No me sentía bien, había perdido bastante sangre, y aunque me envolví la pierna herida con la playera que llevaba puesta, la hemorragia no cesó. Sentía que estaba en mis últimos días de vida, no había tomado agua en tres días, no comí absolutamente nada, estaba mareada y el dolor de la pierna era insoportable.
A la única persona que quería tener en frente era a Raúl y conociendo a aquel hombre iba a ser la única persona que vería antes de morir, ese día había llegado.
(...)
- Te debe doler bastante esa herida ¿cierto? -Escuché a alguien susurrar. Levanté la cabeza con dificultad y miré a Vanessa. Ella sonrió y se agachó frente a mi.
Me tomó de la barbilla y me miró a los ojos durante varios segundos. Cuando me soltó caminó hasta la puerta y hizo una seña. Un hombre entró y ella le murmuró algo y él asintió. El hombre caminó hasta mi, me sostuvo entre sus brazos y me dejó sobre la silla a la que estaba atada, luego salió dejándonos nuevamente solas a Vanessa y a mí.
- Eso debe doler, aún tienes la bala dentro de la pierna. -Dijo y se acercó a una de las ventanas que estaba sellada-. Dicen que un clavo saca otro clavo, ¿crees que una bala saque otra bala?
Traté de reír pero era imposible, ella se rió y quitó lo que cubría la ventana. Se quedó observando a fuera con el ceño fruncido.
- ¿Por qué no hablas? -Murmuró aún mirando a través de la ventana-. Esta es la última vez que nos veremos las caras. Y quiero hacer de esta hermosa despedida algo extraordinario. Tú hijo sólo será una pequeña piedra en mi camino, pero será más fácil de quitar. -Suspiró-. Pero antes alguien quiere decirte unas cosas. Te aseguro que luego de eso...
- Gracias Vanessa, ¿me dejas a solas con mi esposa? -Le preguntó Raúl desde la puerta. Ella asintió y salió con rapidez.
Él caminó en mi dirección y se detuvo unos pocos centímetros de mi. Estiró una de sus manos y me acarició la mejilla.
- Ahora me toca la mejor parte de mi vida, la que he estado esperando desde hace varios años; es el momento de contarte la verdad por la cual me casé contigo. -Soltó mi mejilla y se limpió las manos con un pañuelo. - ¿Por donde empiezo? ¿Qué tal desde que naciste? Bien, empezaré por ahí.
» Una mujer llamada Pattie, hace varios años era amante de un hombre casado y de esa relación resultó una niña. Pattie al enterarse de aquel embarazo no tardó en decírselo a su amante y, éste varios meses después le contó todo a su esposa. Pero lo que él le proponía a su esposa, era una falta de respeto. El señor quería llevar a esa niña a su casa, para criar a aquella niña entre sus otros dos hijos. Él quería darle a esa niña la mejor educación, para ponerla en el mando de la empresa y dejar a un lado sus dos hijos.
» La esposa se negó y un día lo siguió para saber dónde vivía aquella mujer. Ese mismo día la esposa fue a hablar con la amante de su esposo y poder proponerle un trato, el cual era el siguiente; La esposa le daría una mensualidad a la amante para que se mantuviera alejada de su familia, incluyendo a su esposo y, que hiciera pasar a la niña por muerta.
» Pattie no quería alejarse de su querido amante, pero sabía que en cualquier momento él la dejaría y no volvería jamás. Entonces aceptó el trato y, unos meses después Pattie dio a luz, y debía cumplir aquel trato. El hombre triste y destrozado volvió a su casa.
» Pasaron diez años, y Pattie y la señora aún tenían el acuerdo, pero como dicen que la verdad flota, un día el hombre vio una carta con el nombre de Pattie entre las pertenencias de su esposa y él no dudó en leerla. Así él también fingió, continuó haciéndole creer a su esposa que él aún se lamentaba por la muerta de aquella niña. Él decidió preparar su testamento donde le dejaba la empresa a aquella niña, pero dejando en la presidencia a su hijo mayor, hasta que la niña cumpliera la mayoría de edad, donde su abogado iría en busca de esa niña para que recibiera aquella herencia.
» Pero su hijo mayor no podía permitir eso. Un año después George murió, pero el abogado estaba dispuesto para ir en busca de esa niña unos días después. El hijo mayor con la ayuda de su madre fueron en busca de Pattie y su hija, en ese entonces Pattie se había casado. Pero aquel hombre era una rata y abusaba de aquella niña, Pattie lo sabía, pero tenía que guardar silencio. Un día el hijo mayor de George y la madre de éste iban de camino a la casa de Pattie. Pero Pattie los vio y sabía que irían por la niña y la dejó en una de las calles de New York y volvió a su casa, les mintió a ellos dos diciéndole que la niña se había perdido, pero cuando fue en busca de su hija, ella ya no estaba ahí, se había perdido realmente.
» Pero un día mientras Pattie buscaba desesperadamente a su hija la vio junto a una señora, Pattie le pagaba a aquella señora para que mantuviera a su hija. Pero la señora murió unos años después y la niña quedó en la calle, Pattie no volvió a saber de ella, pero su hermano si, y le habló de ella a un hombre que conocía que tenía un prostíbulo y aquel hombre no dudó en buscarla.
Permanecí en silencio y con el corazón latiendo con tanta fuerza que se me hacía difícil respirar. Estaba temblando, Raúl estaba hablando de mi, de todo lo que me había pasado, él conocía todo lo que había pasado.
Raúl me sonrió y me sostuvo por los hombros. Suspiró y acarició mi mejilla.
- Esa niña eres tú, George era mi padre, yo soy tu hermano mayor. Conozco toda tu vida completa, se por todo lo que haz pasado en toda tu miserable vida. No podía dejar que te quedaras con todo lo que me pertenece, no podía dejar que tú, el producto de una infidelidad arruine mi vida. Así que me acosté contigo todas las veces posible para que te enamores de mi, pero no lo hiciste, aún así cuando te pedí que te cases conmigo no te negaste. Entonces no había nada mejor que casarme con mi hermana la heredera.
» Nos casamos, firmaste un papel donde yo me haría cargo de todos tus bienes. Luego firmaste otro, donde cedías todos tus bienes a tu esposo. Cuando creí que todo iba de maravillas, sales embarazada y desapareces. Pero nuestro hermano ayudó, Luis el muy imbécil no quiso continuar con el plan, el muy estúpido te empezó a querer como su hermanita. Pero es mi hermano, no puedo matarlo, tampoco puedo matarte a ti.
Dejó mis mejillas y se alejó de mi. Volvió a limpiar sus manos y dejó el pañuelo en el suelo. Vanessa entró con la misma arma en manos y un galón con un horrible hedor a gasolina.
Iba a morir, era mi último día, rodeada de mentiras, de dolor y de tristeza. Con la bestia que estuve Casada era mi hermano, mi propio hermano quería acabar conmigo el padre de aquella hermosa criatura, mi hijo.
Me sentía aturdida, me sentía como lo que realmente era, un estorbo en la vida de los demás. Había llegado al mundo para romper familias, romper noviazgos, para que todos me odien. Mi madre, que la había visto como la peor persona del mundo, sólo quería cuidarme, pero no lo logró, todo se le salió de las manos.
Era consciente de las lágrimas que rodaban por mis mejillas. Trataba de hablar pero no tenía fuerzas, a penas podía mantener la respiración. Ellos estaban frente a mi, Raúl sonreía y Vanessa igual pero con el arma apuntan a mi pecho. Y cerré los ojos con fuerza, y unos segundos después escuché un disparo y sentí un fuerte dolor en mi estómago. Unos segundos después un horrible olor a quemado no me permitía casi respirar, entonces abrí los ojos pero el humo no me permitía ver nada.
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¡Hola! 🐱
Aquí otro capítulo, espero que les guste y les pido de favor y les ruego que voten y comenten.
Les mando un beso desde mi casa 😂🙈😘😘😻😽😹😺
Att: Ashley N.
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Casada Con Una BESTIA | EN EDICIÓN|
Fanfiction|COMPLETADA| La vida no es fácil, en cambio hay perosonas que sufren porque las suyas no son igual que las demás. Prepárate para conocer la conmovedora historia de Ashley Torres, quien a sus 20 años había recorrido el largo camino de la desdicha y...