20. ¡Ya no te tengo miedo!

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Terminé de acómodar la ropa de Geoffrey en sus gabetas, cuando ya están ordenadas, regreso por mi hijo y lo recuesto en su cuna.

Ha pasado un mes desde que me fui de la casa de Royce, e vuelto a la vida que me pertenece, junto a un hombre que a penas se puede contener, durmiendo con un demonio que puede desatarce y acabar con la vida de mi hijo y la mía en cualquier momento.

- ¡Ashley! -gritó Raúl desde el pasillo- ¡¿Dónde diablos estas?!

Cerré las gabetas y abrí la puerta de la habitación. Raúl al verme apretó los puños y su mandíbula se tensó. No pasarón tres segundos cuando sus manos apretaron con fuerza mi cuello, imediatamente el aire empezó a faltarme.

- ¡Eres una maldita puta! -gritó y apretó mi cuello con más fuerza. Sus ojos reflejan ira, odio y dolor.

Los ojos me empezaron a pesar al igual que las piernas de tanto patalear.

- ¿Te creiste muy inteligente mientrás me engañabas? -rió con su tipica voz aspera- Pero te informo que tú no funcionará.

La confución se apodero de mi cabeza, pero con la poca fuerza que me queda no soy capaz de hablar o de forcejear con él. El llanto de Geoffrey retumba rn toda la habitación, es entonces cuando la angustia se apodera de mi. No se cuanto tiempo pasa cuando Raúl me suelta y caigo al suelo de rodillas.

- Ganas de matarte no me faltan, pero prefiero destruirte lentamente -dice y me da la espalda- Calla a ese engendro antés que lo mate.

Aprieto con fuerza los ojos y suelto varios jadeos y suspiros cuando él sale de la habitación.

Cuando recupero el aire y las fuerzas suficiente, logro ponerme de pie y tomar a mi pequeño hijo entre mis brazos, éste al sentir mi calor se calma.

- Todo estará bien, él no te hará daño, no mientrás yo esté viva -susurro como si el pequeño me entendiera, pero aunque se que no lo hace le hablo nuevamente:- Saldremos de toda esta mierda pronto, nos alejaremos de todos los que nos han lastimado -culminó y suelto varios sollozos.

Quisiera rendirme a todo ésto, pero no puedo y menos ahora que tengo alguien por quien vivir, y no dejaré que nadie ni nada le haga daño a mi hijo.

(...)

La puerta se abrió de golpe, sinceramente no me sorprendió que haiga sido Raúl, sus ojos se posaron en mi y aceleró el paso sin antes cerrar.

- Prepara tus cosas, nos iremos esta noche, después de cenar -dice con una expresión ligera.

- ¿Por qué? -le pregunto confundida, aún no entiendo el porque de su enojo hace unas horas.

- ¿Te harás la tonta? -niego- Tú querido principito viene con la policía a buscarte.

Un fuerte suspiro sale de mis labios y mi cabeza dar vueltas y mi corazón a latir tan fuerte que temo a que él lo pueda escuchar, soy plenamente conciente de como mis manos sudan por los nervios. Una oleada de emociones me invaden y un hueco se forma en mi estomago.

Tomo aire y me límito hablar:- ¿Por eso estabas enojado?

Una risa irónica brota de los labios de Raúl:- Solo te advierto que no se te ocurra avisarle a ese cantatucho, porque no será bueno desafiarme.

- Ya lo hice una vez Raúl y si es nacesario estoy dispuesta a repetirlo -trato de sonar lo más segura que pueda- Porque no te tengo miedo ¿Sabías? Ya todo aquel miedo y dolor que sentía se ha esfumado, todo desde que nació mi hijo.

Aprieto mis puños con fuerza, soy plenamente conciente de lo que estoy diciendo, porque es lo que tengo retenido desde que volví a ésta casa. No miento respecto a esas palabras, porque ya no le tengo miedo, ya no me duelen sus golpes, porque no se comparan con el dolor tan inmenso que hay en mi corazón.

No se cuanto tiempo pasa mientrás Raúl ríe con ironía, pero se que no es mucho tiempo. Sus ojos se abren y se acerca varios pasos hasta mi.

- ¿Sabes? Me gustó eso -dice con sarcasmo- Si no me tienes miedo ¿Por qué volviste después de la carta?

- Porque no quería seguir viviendo ahí, porque no aguantaba pasar un día más en esa casa -lucho porque mi voz no se quiebre.

Su ceño se frunce y sonríe con hipocrecia:- No me digas... Que te enamoraste del principito.

Un nudo se forma en mi garaganta y bajo la cabeza, no pasan más de dos segundos y Raúl lanza una risa burlona.

- Pero por Dios Ashley... Mírate eres una cualquiera ¿Cómo pudiste pensar que un hombre como él se fijaría en tí? -suelta- Eres una prostituta y jamás dejarás de serlo, no tienea ni eres nada, no eres más que un trapo sució, no me sorprende que ya te haigas acostado con él. ¿Pero sabes? Ahora me da pena de ese tipo, no sabe con que se metió. Tú no sirves Ashley, ni tampoco tú hijo sirve, ese mocoso ea igual a tí, ambos son una basura.

Sus palabras me hirieron, aquella herida ae abrió más y todo el dolor y la ira por sus últimas palabras se juntaron, no dudé ni tres segundos y lanzarle una bofetada tan fuerte que sentí la palma de mi mano arder.

- ¡No te permito que vuelvas hablar mal de mi hijo, aquí la única basura eres tú! -le grito con furia- ¿Te crees muy hombre pegandome? ¿Verdad? Pero no lo eres y por más que hables mal de ese niño, para su mala suerte es ¡Tú hijo! ¡Tuyo! -suspiro- Si quieres matarme hazlo, pero todo ésto no se quedará a tu favor, porque si Royce viene y con policías, es porque si le importo y conociendolo, no dejará que mi muerte quede inmune y te buscará y cuando te encuentren te matará. ¡Porque él si es un hombre, no como tú! Y si me enamoré de él y lo amo, lo amo con todas mis fuerzas y cuando estuve con él, me, sentí bien, por primera vez ¡En toda mi miserable vida!

Mi pecho sube y baja con fuerza, mis ojos estan aguados. No se si correr o enfrentarlo, pero soy plenamente conciente de lo que hará, sus puños estan tan apretados añ igual que su mandíbula, su respiración es pesada y es lo único que se escucha en la habitación. Cierro los ojos con fuerza y retrocedo al sentir sus pasos.

Uno... Dos... Tre...

Un fuerte golpe impacta mi rostro, tan fuerte que pierdo el equilibrio de mis piernas y caigo de golpe al suelo, en los siguientes segundos otro golpe impacta mi estomago, sus manos se enredan en mi cabello y tira con fuerza de el, para luego impactarme contra la pared.

Cuando abro los ojos todo me da vueltas, pero lo primero que veo es el rostro lleno de furia de Raúl, sus manos siguen entrelazadas en mi cabello. No pasa nada durante varios segundos, hasta que impacta mi cabeza del suelo.

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¡Hoolaa!

Soy yo de new, aquí un nuevo capítulo, espero que les guste, recuerden que tienen que votar y comentar.

Quiero que voten y comenten y le tengo un trato, si éste capítulo llega a mas de 30 votos subiré maratón...

Pero de lo contrario, no lo hare...

Besos √√

Att: Ashley N.

Casada Con Una BESTIA  | EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora