«Royce»
Mi móvil sonó por lo que solté la guitarra y corrí hasta el para contestar.
- Si -susurré.
- Royce. Habla Álvarez.
- ¿Cómo van las cosas? -le pregunté nervioso.
- Estoy en el departamento de Policía, hemos hablado con el juez y nos dió la orden para ir a la casa de Ashley -dijo.
Llevé mi mano libre a mi cabello y tiré de éste para atrás, duré varios segundos hasta contestar:
- ¿Cuándo será?
- Hoy mismo, le pedí permiso para que vayas con nosotros. Así que te espero en cinco minutos.
- Gracias Álvarez -colgué.
Corrí a mi habitación y busqué un par de tenis, me los puse y me peine o al menos eso creí. Corrí nuevamente escaleras abajo. Al bajar al salón principal llamé a Sofía, ésta salió de inmediato de la cocina.
- ¿Qué pasó?
- Me llamó Álvarez, el juez les ha dado el permiso y iré con él -le expliqué.
En sus labios se formó una sonrisa y acarició mis mejillas con ambas manos.
- Que todo salga bien, espero en Dios que Ashley regrese -murmuró. Retiró sus manos y me acompañó hasta la puerta.
Corrí hasta mi auto y sin pensarlo salté dentro sin abrir la puerta, metí las llaves y salí como cañón del estacionamiento. Pisé con fuerza el acelerador dejando atrás a cualquier otro vehículo.
Le rogué a Díos que ella estuviera bien, que el pequeño Geoffrey estuviera bien, que esté dispuesta a estar conmigo. Me detuve en un semáforo en rojo, después de un minuto el color cambió a verde y volví a pisar el acelerador ésta vez con más fuerza.
Las patrullas policiales estaban aparcadas en las afueras del departamento y junto a los autos estaban varios oficiales. La atención de todos se posaron en mi Ferrari y luego en mi. Me estacioné y salí. A pocos metros pude divisar a Álvarez hablando con otros oficiales, caminé hasta él y me detuve a su lado.
- Álvarez -dije y volteó. Extendió su mano derecha y lo salude.
- Bien chicos, vámonos -les ordenó- Vamos Royce.
Lo seguí hasta su auto, inmediatamente él subió aceleró.
- ¿Cómo saben la dirección? -le pregunté.
- Fuimos a sus archivos ósea sus datos. En estos encontramos que ciertamente está cansada con Laurent Raúl Breent -dobló en una esquina y volvió acelerar- Tiene una empresa comercial.
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Casada Con Una BESTIA | EN EDICIÓN|
Fanfiction|COMPLETADA| La vida no es fácil, en cambio hay perosonas que sufren porque las suyas no son igual que las demás. Prepárate para conocer la conmovedora historia de Ashley Torres, quien a sus 20 años había recorrido el largo camino de la desdicha y...