«Ashley»Abrí las cortinas y el sol me golpeó inmediatamente en el rostro. Cerré los ojos y si media vuelta evitando el brillante sol. Suspiré y me senté en uno de los sofás, sentí un vuelco en el estómago y me dieron náuseas. Cubrí mi boca con ambas manos y me puse de pié, corrí al baño y devolví el desayuno. La cabeza me empezó a doler y junto al doler sentía que todo me daba vueltas, agarré con fuerza del lavamanos y salí del baño.
Escuché pasos desde el primer piso y algunos murmullos. Aceleré el paso hasta llegar a mi habitación. Cuando estuve dentro de ésta busqué con urgencia las pastillas entre las gavetas. Las náuseas se transformaron en un terrible dolor en las costillas, provocando que empezara a sollozar del dolor.
Suspiré cuando las tuve entre mis temblorosos dedos, metí dos en mi boca y bebí el que estaba sobre la mesita de noche. Aún con la respiración forzada, me acomodé bajo las sábanas y a los minutos logré quedarme dormida.
Cuando creí que me había quedado dormida escuché unos fuertes pasos desde abajo. El sonido de los zapatos al chocar con la madera me hicieron levantarme de la cama.
Un alivio me recorrió al no sentir el dolor que tenía hace unos minutos. Recogí mi cabello en una coleta y me coloqué los zapatos, los pasos se escuchaban más fuertes y más cerca.
La puerta se abrió por un fuerte golpe dejándome ver a Luis con una amplia sonrisa. Corrió hacia mi y me agarró las manos.
- ¿Qué pasa Luis? -Le pregunté. Su semblante cambió y me soltó de repente.
- Debemos irnos. -Dijo y volvió nuevamente al pasillo.
- ¿A dónde? ¿Te estás volviendo loco?
- No, claro que no... tenemos poco tiempo para sacarte de aquí. -Murmuró.
Sus palabras me golpearon de imprevisto, sentí mis latidos acelerarse y la respiración se me cortó.
- ¿Ashley, estás bien? -Dijo y sentí sus manos moverme con desesperación-. ¿Ashley?
- Es- Estoy bien. -Logré susurrar varios segundos después.
- Debemos ser rápidos antes de que los guardaespaldas lle...
- ¡No Luís! -lo interrumpí. Él se sorprendió y me miró confundido.
- ¿Qué pasa? -Me preguntó y trató de acariciar mis mejillas.
Se lo impedí alejándome de él. Parpadeó varias veces y continuó mirándome.
- Lo siento, pero no puedo irme contigo. -Murmuré.
- Pero... ¿Por qué?
- Yo no te quiero volver a ver, no quiero ser más tu amiga. -Le dije con firmeza. El al igual que yo estaba sorprendido por lo que había dicho.
- ¿Qué...
- ¡Basta! ¡Entiende que no quiero verte jamás en mi vida! ¡Sólo me haz ocasionado problemas, desde que nos topamos por equivocación en aquel parque! -Le grité con desesperación. Necesitaba contener las lágrimas, no podía llorar frente a él.
- ¿Por qué me dices eso? -Me preguntó lo bastante bajo que casi no pude entenderlo-. Yo-Yo sólo quería ayudarte.
- En cambio has empeorado las cosas. No quiero que vuelvas a venir aquí, mantente alejado de mi. -Lo miré. Sentía las lágrimas a punto de correr por mis mejillas-. De lo contrario, me veré obligada a hablar con Raúl, para que interceda.
Él me miró horrorizado y negó aún con los ojos puestos en mi.
- ¿Raúl tiene que ver con esto?
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Casada Con Una BESTIA | EN EDICIÓN|
Fanfiction|COMPLETADA| La vida no es fácil, en cambio hay perosonas que sufren porque las suyas no son igual que las demás. Prepárate para conocer la conmovedora historia de Ashley Torres, quien a sus 20 años había recorrido el largo camino de la desdicha y...