6. La mejor Noche.

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Ahí estaba yo, entre sus brazos, pérdida en sus hermosos y suaves labios, volando solo por un simple beso, imaginando un millón de cosas mientras me besa. Estaba oscuro y lo único que ilumina la inmensa habitación es la poca luz de la luna que entra por el balcón.

El bajó sus manos hasta mi vientre y lo acarició con suavidad y lentamente fue subiendo mi bata hasta quitármela por completo, el beso subió de tono, ya se lo que viene después, pero estoy dispuesta hacerlo, lo quiero y lo necesito.

Ahora se lo que se siente el amor, por primera vez, seré de alguien que tal vez si me trate como quiero, como siempre me quise sentir desde que nací, no se como se siente ser amada por alguien más y aunque Royce no me ame, tal vez esta noche sola esta noche, me haré de cuenta que el me ama, como yo lo amo a él.

Fue cuestión de segundos y ya estaba desnuda entre sus brazos, sus caricias me hacían llegar al cielo y no querer bajar, cada beso me hacía sentir llena, como nunca. Con sus manos recorrió cada parte de mi cuerpo y con sus labios besó cada rincón. Cada una de sus caricias me hacían estremecer, enviando cada pequeña chispa a mi destrozado corazón.

Realmente existe, porque lo puedo sentir bajo sus brazos, con cada beso y cada caricia, con cada palabra de sus labios.

Estoy más que segura de lo que siento. Lo amo.

(...)

Acaricié mi vientre mientras Royce me besa el cuello,estamos bajo las sabanas. Sonreí por sus caricias, sentí un leve dolor en el vientre e imaginé que me había pateado, pero era prácticamente imposible, a penas llevo dos meses de embarazo y mi vientre sigue igual o más plano que de costumbre.

—Creo que lo sentí moverse. —dije y tomé la mano de Royce, la dirigí hasta donde creí sentirlo la última vez y el dolor volvió.

Royce se sentó y encendió la lámpara y me acosté boca arriba

—Hola pequeño. —dijo y besó mi vientre plano. —Yo soy Royce y no sabes el gusto que daría ser tu padre biológico, pero no lo soy, pero puedo ser tu padre de crianza —me mira. —¿Verdad Ashley? —Está sperando una respuesta.

—Eso te pregunto a ti. —Le digo sonriendo el correspondió.

—Ya has escuchado a tu madre. —volvió a besar mi vientre—Ahora soy tu papá... Y ya quiero que nazcas, para tenerte entre mis brazos y poder cuidarte —.Dijo dando varios besos en mi vientre.

No me contengo más y me dejo consumir por el llanto, creía no encontraría alguien que no querría a mi hijo y que me ayudaría a cuidar de mi bebé y darle amor, protegerlo para que no le pase nada y que no le falte amor, porque siempre voy a estar con él . Royce me mira y me ayuda a sentarme para estrecharme entre sus brazos y me besa en la frente.

— ¿Por qué lloras? —Me pregunta preocupado. Niego con la cabeza. —Claramente no te creo.

—Es que tenía miedo a quedarme sola sin nadie, solamente con mi bebé, que no me quieran por mi pasado, que todos me tengan asco. —Suspiro— Pero estás tú, no me juzgas y aún sabiendo que estoy embarazada me hospedaste en tu casa.

—Siempre voy a estar contigo, te acompañaré a todo y estaré contigo en el parto y te voy ha cuidar a ti y a nuestro bebé. —Dice mirándome a los ojos.

— ¿Lo prometes? —Le pregunto. El asiente y besa cortamente mis labios.

(...)

Tres meses después.

Despierto y siento unas manos en mi vientre, sonrío al recordadar lo que ha pasado la anoche anterior. Con cuidado muevo la mano de Royce y la vuelvo a poner en la cama, entro al baño e hago mi aseo personal y finalmente me visto.

Miro a Royce que aun duerme y decido bajar a desayunar, mientras lo hago escucho unos pasos en las escaleras. Miro hacia atrás y él me sorprende con un beso mi mejilla.

— Buenos días. —Dice. — ¿Cómo estas?

—Bien. —Sonrío. El asiente y se sienta junto a mí en el comedor.

Después del desayuno Royce me pide acompañarlo al estudio de grabación, y  que al salir de ahí iríamos a casa de su madre para almorzar.

Los nervios me comen por dentro. Estamos en el Estudio mientras Taty me acaricia el vientre, se ha pasado casi toda la mañana en eso y yo solo la miro. Jennifer me dijo que su hija le había suplicado que la traiga al estudio solo para acariciar mi vientre.

—Taty. —Susurro para llamar su atención.

—¿Si? —Me mira curiosa con sus pequeñas manos aun en mi barriga.

—¿Quieres un helado? —Le pregunto. Ella se levanta casi de un salto y acepta emocionad.

Le avisamos a Jennifer y nos marchamos a alguna heladería cercana. Compramos los helados y vamos comiendo de él en todo el camino de regreso al estudio. Para cuando estamos de vuelta ya han terminado.

— Ashley, nos vamos. —me avisa Royce rodeando mi cintura.

— ¿A dónde van? —pregunta Andrés.

—A casa de mi madre, nos ha invitado a almorzar. —contesta el castaño antes de que salgamos del lugar y subamos al auto.

Yo me acomodo en el asiento del copiloto, realmente estoy nerviosa, voy a conocer a la madre de Royce y espero al menos ser de su agrado.

Ya frente a la puerta de la enorme casa, Royce ha tocado el timbre por segunda vez, la puerta se abre mostrando a una chica idéntica a Royce. Inmediatamente supuse que es su hermana, quien lo mira por solo unos pocos segundos y se lanza a los brazos de su hermano emocionada.

—¡Llegaste! —dice la chica.

—¿Shanelli quien ha tocado? —pregunta una mujer desde adentro

—¡Es Geoff mamá! —grita Shanelli y se separa de Royce. Me estaba dando la espalda y para este entonces aún no me ha visto, pero al dar media vuelta me miroña sonriendo e inmediatamente baja la mirada y se sorprende al ver el pequeño bulto en mi vientre.

—¿Estás embarazada? —pregunta también confundida .

—Sí. —Le respondo. La verdad, creí que Royce le había contado.

—Royce, ¿por qué no me habías dicho que seré tía? —Le recrimina seria su hermana.

—Es una larga historia, que te contaré luego. —Le contesta rascándose la nuca algo nervioso.

Al entrar, Royce me avisa que irá en busca de su madre, mientras junto a Shanelli nos sentamos en uno de los sofás. Ella no deja de mirarme ni en un solo momento hasta que finalmente sonríe y mira mi pequeña barriga.

—¿Cuál es tu nombre?

—Ashley —respondo algo nerviosa por su actitud.

—¿Puedo? —Me pregunta llevando su mano a mi vientre.

—Claro. —Acepto y ella deja caer suavemente su mano en mi inflada barriga, una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro en cuestión de segundos.

—No sé porqué Royce no nos dijo que sería papá. —deja de acariciarme y me mira sonriendo confusa—. Si aún no ha terminado con Vanessa.

—¿Quién es Vanessa? —le pregunto sintiendo como se revolotea mi estómago.

Casada Con Una BESTIA  | EN EDICIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora