Capa por capa, primero el decolorado y después dos capas de tinte gris.
Tae tan relajado que llegaba a dormitar en el pecho de Jungkook, pues...
Estaban en una posición bastante comprometedora, Jungkook sentado en el regazo de Tae con una pierna por un lado y la otra por el otro, los brazos del mayor rodeando esa cintura fina y pequeña.
Era sin duda una escena de la que tal vez se podrían sentir avergonzados si es que les llegaban a ver, pero en ese preciso momento no les importaba.
TaeHyung apoyando su cabeza en el pecho del contrario y dormitando en su lugar, Jungkook por su lado, podía estar en una mala posición según su comodidad pero no iba a molestar a su novio, sabía que estaba muy cansado.
El reloj marcando la hora, los minutos demorando en pasar, los segundos prácticamente detenidos y ellos dos en esa misma posición esperando para remover los restos de tinte.
Algunos bocadillos rellenando la espera hasta que de pronto la puerta se abrió, dejando entrar la luz natural al baño y TaeHyung casi despertando por el ruido.
Jungkook con la mirada inocente, frunciendo el ceño debido al ruido que hicieron los chicos.
Jimin haciendo una mueca fea por lo adorables que se veían los dos ahí, mientras que los demás sonreían pequeñito.
"Ya es hora de almorzar ¿le falta mucho a ese tinte?" Preguntó NamJoon desde atrás.
Jungkook revisando su teléfono al instante.
"No, de hecho justo ahora hay que lavarlo" respondió con una sonrisa.
Sus pies bajando lentamente hasta el suelo y despertando al mayor con pequeños toques en el hombro.
Finalizando en media hora con un TaeHyung entumecido y con el cuello mojado.
"¿No hay nada que tú puedas hacer mal?" Preguntó el chico, ahora con el cabello grisáceo mientras revisaba el tintado prácticamente perfecto.
Jungkook sonrojándose poquito luego de aquel comentario pero sonriendo chiquito después.
"Te vez precioso, Tae" murmuró.
TaeHyung dejando un suspiro suspendido en el tiempo y girando su cabeza rápidamente.
Su mirada sorprendida cayendo sobre la del castaño.
"Koo" alcanzó a susurrar.
Pero Jungkook ya había caminado fuera de ahí completamente avergonzado mientras cubría sus orejas rojas con sus manos.
Eso había sido, adorable.
Suficiente para que una débil sonrisa adornada su expresión contraída por el fuerte impacto que aquel momento había tenido en el.
Pues fue ahí donde supo que Jeon Jungkook era exactamente eso que necesitaba para siempre.
"Tae, vamos tengo hambre" alcanzó a escuchar a Jimin detrás suyo.
Volteó en dirección a la puerta y solo caminó, si quiera sabiendo el destino pero sabiendo que Jungkook le esperaría en el auto, abajo en recepción.
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No sé si lo notaron, pero decidí dejar este capítulo como pequeño receso de la historia, creo que es merecen un descanso de tanta tensión y todos los problemas que se han dado últimamente.✋
He visto que la historia está recibiendo cada vez un poquitín más de apoyo y no tienen ni idea de lo feliz que me pone !
