cuarenta y ocho

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Eran al rededor de las 3 de la mañana.

Los dos chicos dormían abrazados después de un día cansado y difícil por la lesión del castaño.

Y YoonGi, a pesar de estar algo en contra de que Jimin les despertase, le dejó pasar a la habitación, acabando por ver la silueta del rubio recostarse sobre los dos chicos.

Los sollozos de Jungkook fue lo siguiente que se escuchó, seguido de la risa de Jimin por la ternura del menor.

"anda, duerme, no llores ahora" le dijo escabullendo sus dedos entre los cabellos del castaño acunando su rostro entre su pecho y una almohada.

Kim TaeHyung entrando en acción al instante, viendo con ojos cautelosos en qué sitio daban por final los dedos de Jimin en el cuerpo de su pequeño.

"No lo veas así, Kim, se conocen desde hace años" escuchó a un YoonGi poco menos que riendo.

Jungkook ahora más calmado levantó la cabeza y le sonrió a Tae deslizando su mano en dirección a el, entrelazando sus dedos con los contrarios y volviendo a esconder su cabeza.

"Esto parece una escena de infidelidad" dijo Hoseok adormilado.

Y no faltó mucho para que fuera perseguido por TaeHyung y las risas de todos al intentar detenerles.

La mañana siguiente fue tan rápida como lenta.

Jimin dormía como bebé en uno de los lados de la cama mientras que TaeHyung -después de luchar por toda la noche con un Jimin dormido- abrazaba por la espalda a su novio, haciéndoles ver como dos peluches apapachables.

Y es que era hora de almorzar y SeokJin aún intentaba abrirle los ojos a Jimin, pues dormía y dormía y no podía dejar de dormir.

"Le conseguimos unos bastones a Jungkook, así que saldremos a pasear" dijo YoonGi desde la cocina, viendo a la pareja de enamorados entrar a la sala de estar con los cabellos mojados y toallas húmedas entre las manos.

"Está bien" respondió el castaño.

Todos dentro del lugar con los ojos de pronto pegados en la puerta.

El timbre.

"yo voy" gritó SeokJin, dejando botado a Jimin en medio de la escalera.

"¡Eh Jimin! levántate de ahí, vas a enfermar" dijo TaeHyung.

Jimin bajó las escaleras con pies torpes, tropezando en el último escalón y dirigiéndose a la cocina.

De lejos le veían montarse sobre la espalda de YoonGi, el mayor quejándose por las acciones del rubio pero dejándole estar al recordar el viaje, los estudios, el trabajo y los cargos emocionales que podía estar teniendo Jimin en esos instantes.

"Estará así por unos tres días, se le nota cansado" explicó Hoseok.

De pronto todos saltando del susto al sentir un golpe seco en el piso de madera.

"¿SeokJin?" Preguntó YoonGi con la voz ronca.

Y el silencio agarrando las mentes de todos y revolviéndolas como si de una montaña rusa se tratase.

TaeHyung tomando un lapicero que había en la mesa de centro y Jungkook aferrado a la espalda del contrario, de ella sobresaliendo solo sus ojos.

YoonGi les veía desde la cocina con mirada asesina, deteniéndolos con las manos pero todo su ritual sería ignorado.

Hoseok detrás de un sillón, levantándose al instante y yendo detrás de los otros dos.

A lo lejos, por ese largo pasillo iluminado por la luz del sol de mediodía un SeokJin en posición fetal estaba botado en el suelo frío de la entrada.

Frente a él, papeles botados y desparramados con una única palabra impregnada sobre testamentos en blanco y negro, diciendo a gritos <<DESAPROBADO>>

Desaprobado

La palabra incómoda entre sus dientes al simple hecho de susurrarla.

En instinto agarrando la mano de Jeon Jungkook y aferrándola a su pecho.

Hoseok, NamJoon, YoonGi y Jimin lo rodeaban, intentado hacerle entrar en razón y que así vuelva a la normalidad, pero se le veía en una crisis nerviosa tal intensa que hasta parecía ser que estuviese en otro mundo.

Desaprobado

Su labio inferior temblaba al reconocer esos textos.

'no es posible que no le hayan reconocido en ni un lugar, si tan importante era para todos el cuidarlo ¿cómo nunca lo reconocieron?'

La primera lágrima resbaló por su mejilla.

Afirmó por la cintura al castaño tras él y lo arrastró hasta su pecho, acunandole ahí como en la terraza ese día en la cabaña.

Una segunda lágrima cayó.

Y YoonGi entendió todo al leer uno de esos papeles.

Jeon Jungkook había sido reconocido.

Y ese señor les había dado cinco días para que ordenara sus cosas y así se fuera junto a él ahasta que cumpliera su mayoría de edad coreana, o sea, los veinte años.

Y ese señor les había dado cinco días para que ordenara sus cosas y así se fuera junto a él ahasta que cumpliera su mayoría de edad coreana, o sea, los veinte años

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