"felicidades" escuchó que le decía la maestra, pero él no hizo más que esbozar una sonrisa.
Seguía con la mirada fija en esas hojas corcheteadas mientras sus dedos se deslizaban a lo largo de esta misma, y por menos esperarlo, una de las examinadoras lo retiró de clases para tener un pequeño adelanto en la salida.
"Esto solo lo hacíamos con alumnos excepcionales, Jungkook, y quiero que sepas que el departamento directivo está orgulloso de ti" habló ella para despedirse, confundiendo a Jungkook por la excusa ridícula y sin sentido que le habían dado para retirarlo.
YoonGi y Hoseok estaban en la entrada, esperándolo.
"Se supone que esto era algo improvisado" cuestionó el castaño, pero los otros dos no hicieron más que seguirle sonriendo.
Las cosas se habían puesto extrañas, pero no para mal, es más al parecer todo volvía a ser como antes pero ahora Tae estaba incluido en esa nueva realidad.
"Obtuve buena calificación de nuevo" dijo, acercándose al brazo de YoonGi y afirmándose de el.
"Me alegra muchísimo, sabía que podrías remontar" Decía el mayor, Hoseok ya abrazaba a Jungkook por la espalda, y se dirigían al auto que no estaba a más de una cuadra.
Al llegar a casa, Jungkook cumplió con su rutina, acabando con una llamada con Tae, quien se oía algo feliz de lo normal.
"Bebé, alguien me ha dicho que cumples años el 1 de septiembre, no me lo habías dicho" se hizo el ofendido.
"tú tampoco me has dicho el tuyo así que no puedes reclamar" se excusó.
Los dos rieron.
"pues tendrás que adivinarlo, no te lo diré" y Jungkook hizo un puchero con los labios, aún sabiendo que nadie le veía.
"No puedes no decírmelo, ¿qué tal si es mañana?" Se asustó.
"No es mañana, es en diciembre, pero es lo único que diré" habló divertido.
TaeHyung sabía que Jungkook se desesperaba al no saber las cosas, y quería jugar por un rato con él.
"se lo voy a preguntar a SeokJin" habló con superioridad.
"SeokJin está a mi lado ahora ¿quieres preguntarle?"
"¿sigues quedándote en su casa?" preguntó.
"algo así, pero no" intentaba desviar el tema.
"Tae"
"Estamos bien, no debes preocuparte" seguía intentando.
"Tae"
"Estamos juntos, y... tenemos de todo, MinHa igual está bien"
"TaeHyung"
"...estoy con él, pero no nos estamos quedando en su casa" se rindió, y por su lado recibió un golpe de SeokJin.
"¿no? ¿pero dónde están? ¿dónde dormirán?" Se asustó.
"ya verás, bebé, no tienes que preocuparte" lo calmó, pero Jungkook seguía con esa interrogante.
"No quiero que les pase nada, en serio" dijo y a TaeHyung se le estrujó el corazón "Menos ahora porque estás muy lejos, y ya no sé si pasas frío o no, es que como ni si quiera te veo a la cara a diario, no sé si te hacen daño, no confío" siguió el castaño.
TaeHyung, con los ojos húmedos miraba por la ventana, veía a lo lejos ese edificio alto a unas cuadras del lugar en el que estaba, tratando de encontrar una específica ventana iluminada por la ya notable oscuridad en la ciudad.
"te estoy viendo Jungkook, y si crees que por no poder verme estoy mal, estás en todo lo contrario porque ahora estoy mejor que nunca" dijo tal vez intentando secar sus lágrimas, pero no.
"Tae" susurró.
"dime"
"¿puedes sonreír para mí?" Se le escuchó tan pequeño, como un niño pidiendo un caramelo.
TaeHyung, ahora sin saber cómo quitar sus ganas de bajar por ese ascensor y correr al edificio frente a él, sonrió, y en pleno silencio escuchó los sollozos del castaño.
"ya no aguanto más tiempo así" trataba sonar calmado.
Pero su inusual voz ahora estaba más que entrecortada, y sus deditos temblaban, tanto que sus fuerzas cada vez desaparecían más rápido.
"¿qué sucede si ese señor vuelve y logra llevarme con él?" preguntó.
"no lo hará, en serio no podrá hacerlo"
"¿cómo estás tan seguro?"
"si se acerca a ti, me tendrá que llevar a mi primero" dijo y rió.
"Hoseok me ha dicho que está mejor, no sufrió nada grave, ahora está con su familia" explicó.
"¿le dieron el alta?" se sorprendió.
"sí, hace un día creo"
TaeHyung estaba asustado, estaba mucho más que asustado.
"todo estará bien, tranquilo ¿si?"
Y Jungkook no pudo hacer más que confiar, viendo una estrella lejana por su ventana, iluminada por una tenue luz que a penas dejaba ver el suelo.
Kim KangDae, médico, 60 años, figura icónica en la prematura vida de Jungkook, pues fue quien lo auxilió esa noche desolada en la que él, tan solo con siete años cargaba un cuerpo irritado entre sus manos, recorriendo la ciudad entre llantos y gritos que nadie lograba escuchar, golpeando de casa en casa sin obtener respuesta, hasta que apareció ese señor en un auto y lo ayudó.
Había, existía, y seguía acompañando un pasado oscuro a un chico tan inocente, y aún habían secuelas por esto.
Nadie sabía acerca de eso a demás de los chicos, ese señor y él, era algo que le habían obligado a dejar atrás, pero no sabían que ese sentimiento, que el peso en sus brazos cargando ese cuerpo inconciente seguía ahí, la adrenalina de ese día aún corría por sus venas, solo porque nunca logro liberarla, era desesperante, y lo era mucho más al pensar en que no era ni sería capaz de haber ayudado, pues tan solo cargaba con siete añitos, sus pequeñas manos a penas alcanzaban el tamaño de la palma de la mano de su padre, no había manera, lo entendía, y odiaba poder hacerlo.
Ocultarlo a Tae había sido fácil porque no había tenido que verle a la cara y así no dejarle ver sus lágrimas, pero ahora, sin saber qué sería lo que le esperaba en unas cuantas horas, tal vez debería cuestionarse el qué haría si es que Tae llegaba a enterarse de quién era el caballero.
Lo bueno era que a pesar de todo, volverían a verse, pronto, más pronto que nunca diría yo, pero el problema ahora será que parte de la historia saldrá a la luz, y tanto Jungkook con TaeHyung querrán estar al tanto de todo.
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Tae ya está en Busan, dios el suspenso me mata hasta a mí jqhdjqjdjw.
