"entonces ¿quién es Kim TaeHyung?" Preguntó Haru, arrodillada a un lado de Jungkook.
"mi novio" respondió bajito, escondiéndose aún entre sus rodillas, sintiendo más y más miradas rodearlo.
"Jungkook necesito que vayamos a mi oficina" volvió a hablar la chica pero Jungkook no se movía.
Ahora todos les veían, el castaño levantó la cabeza, aterrado por la situación.
"saque a esos chicos de aquí" le susurró entrecortado, con los labios húmedos de tanto relamerlos.
La chica lo miró, confundida, hasta que volteó y vió a un montón de chicos a menos de dos metros de distancia, murmurando cosas sin sentido.
Hizo una seña a una de las examinadoras, quien se encargó de despejar el pasillo.
Haru se sentó junto a Jungkook.
"¿te gustaría hablarme de ese tal Kim TaeHyung?" Preguntó, intentando ser lo más delicada posible.
"Tae... Tae es un chico de Ulsan, lo conocí estas vacaciones, tiene una melena larga de color marrón, sus ojos son grandes, como canicas y sus labios, sus labios son como marshmellows bañados en una miel tan dulce y suave" susurró, mientras sus ojos se cerraban.
Su cabeza cayó en el hombro de la chica a su lado.
"y lo extraño... lo extraño mucho"
Y tal vez por sus lágrimas frescas resaltando ahora en sus mejillas, su voz ya suave se convirtió en una inauditible, y sus manos empezaron a tiritar.
Sus labios se partieron, dejándole saborear ese líquido metalizado de color rojo al que a veces le temía.
"solo que no quiero decepcionarlo" siguió.
Y Haru giró su cabeza, buscando la mirada del castaño pero nada logró.
"¿decepcionarlo?" Preguntó confundida.
"si mis calificaciones bajan no podré salir antes de la escuela, y le prometí que lo vería lo antes posible, le dije que iba a mejorar académicamente para ser igual que él cuando iba en la escuela, pero aún no lo logro, y eso me está poniendo mal" intentó explicar.
"Si el te quiere tanto como tú lo quieres a él, no va a decepcionarse" quiso explicar.
Jungkook levantó la mirada poquito, encontrándose con el fino contorno del rostro de Haru, y logrando sentir ese olor que nuevamente le hizo recordar algo.
"TaeHyung es un chico muy lindo físicamente, yo creo que es el chico más lindo que he visto, y eso hace que tenga muchos pretendientes, qué sucede si se aburre de mí y se va con alguien mejor que yo" habló mirando la punta de sus zapatos usados.
"¿Y por qué debe haber alguien mejor que tú?"
No era nada muy díficil de digerir, o entender, pero esa respuesta rondó por la cabeza de Jungkook a lo largo del día, y así a lo largo de dos días, tres días, cinco días, una semana... ¿qué se había transformado en un obstáculo ahora?
"En primer lugar me gustaría reconocer algo por lo que creí que tendría un problema, y es que Jungkook está luchando contra el apego emocional por su cuenta, y a pesar de que no lo nota, lo está haciendo muy bien... por el lado de la autonomía en este caso, se nota que no está conforme con el hecho de pensar en que deberá abandonar su casa en algún momento para transformar su propio lugar para vivir, pero él realmente está manteniendo ese peso emocional para no dejarlo caer en quien ahora estaría siendo directamente un gran absorbedor de apegos emocionales, o sea, Kim TaeHyung" escuchó el castaño desde el pasillo que daba directo a la ventana de la oficina de Haru.
No sabía qué era un apego emocional, o bueno, sí lo había escuchado en esas charlas con sicólogos que le daban sueño, pero no había entendido qué era.
"Ahora solamente me gustaría buscar tal vez una manera en la que Jungkook retome fuerza en sus estudios, y que con el tiempo se vea la posibilidad de, trasladarlo por un tiempo a la ciudad de Ulsan, que según me ha dicho es donde se encuentran sus cercanos... incluyendo a TaeHyung, pues he visto la gran influencia que mantiene él en la vida de Jungkook" volvió a hablar.
Y fue lo último que escuchó Jungkook, antes de caminar en dirección a su salón, encontrándose a Olivia en el camino.
Sus pasos débiles abrían camino a un lugar al que si quiera él estaba completamente seguro de ir.
¿Había razón para ir a ese salón al que tanto rencor le guardaba?
No, claro que no había, ni tampoco habría.
"Jeon Jungkook, ¿puede acercarse por favor?" Escuchó que le dijo el profesor.
Y no pudo hacer más que obedecer.
"Diga..." Respondió bajito.
"¿Está bien? Se ve transpirádo, y algo desorientado" le habló con preocupación.
Jungkook levantó la cabeza, suspirando, y luego mirando a sus compañeros, volvió su mirada al profesor pero las de sus compañeros seguían sobre él.
Su corazón se aceleraba, las puntas de sus dedos se tornaban de un color pálido mientras que las palmas de sus manos ahora estaban rojas.
"Jungkook" repitió el mayor, pero él no hacía nada.
Porque sentía un peso sobre él, porque de pronto sus pies no aguantaron su propio peso, y el fuerte impacto en su cabeza fue lo que le hizo reaccionar, viendo ahora el techo, blanco, tan blanco como una hoja de papel, nuevamente lo estaban rodeando, pidiéndole explicaciones.
¿las cosas seguirían fallando cuando todo al fin iba bien?
¿cuál era el fin?
¿cuándo sería el fin?
Es que ahora no encontraba algo correcto.
Todo estaba mal.
Corrección
Todo en él estaba mal.
Y seguiría llorando, porque ahora no sabía si quería ver a Tae, porque sabía que no resistiría mantener colgada su mirada en la de ese alto chico al cual tanto adoraba.
¿siempre sería una carga? ¿aún así teniendo diecisiete años?
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ANXIETY ; KTH&JJK
Fanfictionsilencio y ruido oscuro y claro abierto y cerrado sinónimo y antónimo TaeHyung y Jungkook