La cama llena de pañuelos desechables ya húmedos por las lágrimas de los dos chicos.
"Jack... ¡Jack!" Oían que decía Rose con la piel pálida y congelada, los labios morados en exceso por el frío y el claro riesgo de hipotermia.
Titanic era una película triste, muy triste, pero muy buena a la vez.
Y por suerte estaba acabando porque Jeon Jungkook tenía los ojos irritados y la nariz colorada por culpa del llanto mientras escondía mirada y boca sobre la camiseta blanca de su TaeHyung, quien ocultaba sus sollozos y lágrimas para no verse afectado por una película pero no lo había logrado.
"¿Está bien si ya nos ponemos pijamas?" Preguntó TaeHyung, recibiendo el débil asentimiento de Jungkook.
Se levantaron con las manos unidas caminando en dirección a las maletas y sacando mudas limpias para TaeHyung y otras para Jungkook, pues TaeHyung aún guardaba las cosas que se le habían quedado en Ulsan y las había traído.
"¿Vas a darte un baño?" Preguntó TaeHyung sacando sus prendas de a poco mientras veía a Jungkook restregarse los ojos.
Ahora asentía pareciendo estar más tranquilo.
TaeHyung no solía bañarse en la noche, y menos a las 1:00 de la madrugada pues su madre no se lo permitía, ya que corría riesgo de enfermar.
Su madre.
¿qué estaría haciendo? ¿estaría llorando por lo que le había dicho?
Kim TaeHyung era un chico sumamente sentimental, Kim TaeHyung sabía cómo colocarse en el lugar del otro y por eso su corazón se partía al pensar en algo hiriente que él había hecho.
Aprovechó de quitar su camiseta, quedando a piel desnuda con esa pancita linda al descubierto.
Pero bueno, el hecho de que ahora tuviera a Jeon Jungkook enterrando su cabeza en su cuello mientras deslizaba más y más sus manos por al rededor de su cintura era suficiente para que algunos de los cables de su cerebro se fundieran y así no pudiera concentrarse en algo más que él.
No se percató de que le estaba abrazando solo con ropa interior hasta que estrechó sus brazos en la espalda del contrario, encontrando la piel suave y totalmente desnuda frente a sus manos.
Tal vez esa noche parecía ser más fría, los vidrios empañados y luego ellos dos dentro de la bañera con los cabellos llenos de shampoo y un TaeHyung con peinados extraños que Jungkook se había decidido a hacerle pues se le veía adorable.
Tal vez esa noche parecía ser más fría, pero de todas maneras encontraron calor uno al lado del otro, recostados en la cama con el televisor encendido mientras seguían capítulo a capítulo 'Hotel del Luna' aún así fueran las tres de la madrugada.
Se consideraban dos extraños acostados en la misma cama con las manos Unidas y enredadas por los dedos. Sus labios unidos en actos de necesidad justo en medio de de una noche tan silenciosa que pareciese ser que hubieran estado en la mitad de la nada.
Prontamente Jungkook apoyando su mentón en el pecho de TaeHyung y viéndole a los ojos.
"Promete que nunca te irás de Busan, Tae" pedía, con la voz raspando los sollozos.
"Nunca me iré de Busan, nunca me iré de tu lado, Jeon Jungkook" le escuchó responder con la voz rota.
Pues se habían extrañado.
Y ahora ambos daban un paso inmenso ya que podían verse, podían tocarse, y podían besarse.
Jungkook estaba recuperándose, él lo estaba haciendo en serio.
TaeHyung iba de maravillas en su carrera.
Todo era perfecto, todo parecía serlo, y así se mantuvo.
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