Se habían declarado como turistas, menos Jungkook y TaeHyung, quienes eran estudiantes.
Las puertas de vidrio abriéndose solas ante sus ojos risueños y fuera de ese gran edificio se encontraban las millones de personas que conformaban Tokio.
Pero la pregunta que rondaba a sus alrededores era:
¿Todo estaba bien ahora?
¿Estaban... a salvo?
Las luces de los autos de policías molestándoles a la vista y solo tres taxis detenidos en la verma de la vereda, un señor alto y formal siguiéndolos con la mirada sorprendida y de pronto tras él una señora que le llegaba hasta el hombro corriendo en dirección a un Jungkook confundido.
Eran ellos.
"Tú debes ser Jeon Jungkook ¿no?, el chico del que Yoon habla tanto" hablaba con esa típica voz de abuelita, tomándole por las mejillas y después besando su frente.
TaeHyung poco menos que riendo al ver la cara perturbada del castaño pero después viéndole disfrutar de ello, pues nunca antes lo había vivido.
Y bueno, después era Kim TaeHyung el que estaba siendo apapachado y Jungkook el que reía de él.
YoonGi siendo el último en saludar a su abuela que no veía desde hace años y Hoseok recién conociéndola.
El señor que la acompañaba era el abuelo de YoonGi, todos estrechando la mano con él para próximamente dirigirse a casa.
Eran las 6:48A.M. aún, todos morían de hambre y sueño, mucho más Jungkook ya que no había comido nada desde el día anterior sólo por nervios.
El camino fue largo, la ciudad era tan hermosa como se revelaba en las fotografías pero en la realidad parecía ser aún más bello, la mezcla entre la tecnología y lo tradicional llevado a una sola temática era lo que más llamaba la atención del castaño entre todos los que iban dentro del auto, y TaeHyung sabiendo perfectamente que eso era lo que le encantaba por su expresión cada vez más sorprendida.
"Ya sabrán todos que el hotel en el que estarán por esta semana es un casino, y está a quince minutos caminando de nuestra casa, de todas maneras si quieren quedarse en casa con nosotros algún día pueden hacerlo, tomen nuestra casa como si fuera de ustedes, no se preocupen" La voz suave y cálida de esa señora era como un arrullo familiar sobre sus oídos, al igual que sus ojos grandes a pesar de ser asiática.
El olor, ese olor pareciendo tan cercano como a la vez lejano.
Pero en fin, estaban en Japón, ellos ya estaban ahí.
La llegada al hotel fue rápida, dejaron sus maletas repartidas en las habitaciones de pareja menos la de SeokJin que solo tenía una cama.
Era Jungkook con Tae, Yoon con Hoseok, Jimin con Nam y SeokJin solo.
Luego todos se sentían extraños, comiendo gyudonpreparado hace solo unas horas, sentados sobre cojines en el suelo mientras de vez en cuando hablaban acerca del viaje o los inconvenientes en Busan.
"Ha de haber sido difícil, pero al menos ahora están todos bien aquí, solo deben quedarse por unos cuantos meses hasta que Jungkook cumpla sus 18" los tranquilo el señor.
Pero a pesar de todo, esa misma tarde en la terraza del hotel, las luces de colores adornando la cara del castaño mientras se le oía tomar un gran bocado de aire, intranquilo.
Sus manos aferradas al barandal y de pronto esa sensación sin explicaciones, dos manos ajenas colándose bajo sus prendas y aferrándose ya a su cintura, sus ojos decaídos y perdidos en algún punto de la gran ciudad ante sus miradas.
"¿Me dirán la verdad ya?" preguntó Jungkook con el tono cansado que le acompañaba.
Dentro de la habitación los demás chicos viéndolos con sigilo, sabían que lo ideal era que Tae aún no le dijera nada, pero Jungkook ya no era un niño pequeño como para seguir ocultándole cosas.
"te querían llevar" respondió en un susurro.
Los golpes en el vidrio del ventanal demorando solo unos segundos en interrumpir pero TaeHyung ignorando cada clase de llamado.
"¿llevarme? ¿por qué? ¿quién?" preguntaba.
"Ese señor... eras ilegal allá, y ese señor quería llevarte con él hasta que cumpliéras tu mayoría de edad, nos amenazó con hablar de esto con el gobierno" soltó.
Volviendo a ignorar los llamados.
Y sintiendo a ese cuerpo frente a él caer en sus brazos, el agarre ya inexistente y solo llegando a ver esos ojos cerrados y aguados antes de que su fuerza no lograse tomar el peso a tiempo y así Jungkook cayera desvanecido al suelo.
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