siete

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Los fuertes vientos sacudían los árboles de la avenida, Jungkook veía desde el ventanal de su habitación, paraguas volando, gente corriendo, automóviles pasando a altas velocidades, era lo mismo que en Busan, pero había algo que lo hacía distinto.

Quedaban dos días para que fuera el día especial, la gran cena para despedir el año y empezar uno nuevo, a pesar de que no era año nuevo oficial, era algo que hacían desde la niñez, pero este sería el primer año con TaeHyung.

Jungkook vestía una polera de algodón de tonalidades grises, con cuello alto y mangas largas, llevaba unos jeans negros que se acoplaban perfectamente a sus piernas trabajadas, se cubría con un abrigo largo y negro junto a unas botas altas, tal vez no le agradaba estar con mucha gente, pero sí que le gustaba verse bien.

Eran las diez de la mañana, no había mucho por hacer a demás de esperar para que el clima se calmara, debían ir a casa de SeokJin de nuevo, o como todos los días dentro de esas dos semanas, esta vez iban a hacer una tarde de películas lo cual no hacía al castaño muy feliz pero al pensar en que TaeHyung iría, tal vez todo se tornaba hasta un poco mejor.

La cama estaba ordenada, al igual que sus prendas de vestir junto a la cómoda del televisor, como todos los días se había dado el tiempo de ordenar cada uno de los hoddies, suéters, pantalones, pijamas,  calcetines y ropa interior que había traído, después de todo, era por sentirse satisfecho.

Mientras la mañana transcurría, y el frío se transformaba cada vez en uno más fuerte, tras él escuchó los tres toques sobre la madera de su puerta que lograron sacarlo por completo de su mundo.

"Ggukie, ¿estás despierto?" Escuchó a Hoseok del otro lado de la puerta de entrada.

El castaño se acercó y abrió la puerta, encontrándose con su hyung en pijamas y solo con una bata resguardandole del frío.

"Pasa, te dará frío ahí" dijo Jungkook haciéndose a un lado y viendo a Hoseok entrar a paso lento y corto.

El mayor ahí tenía ojeras, sus labios estaban secos, sus manos temblaban y Jungkook no entendía qué sucedía.

"hyung... acuéstate, duerme, abrígate, no te ves bien" Hoseok hizo lo que le dijeron, el castaño solo observaba las sábanas y mantas desordenarse, pero le preocupaba más el bienestar del mayor como para reclamar.

"¿estás bien?" Le preguntó nuevamente, su voz hecha un hilo..

"claro que sí bebé, solo... conoces el carácter de Yoon, está cansado y no he podido dormir bien por él" susurró el mayor, entregándole una sonrisa somnolienta a Jungkook.

Sus ojos se cerraron por unos cinco segundos, los segundos más tortuosos y agobiantes para Jungkook, pues ¿como sabría él si Hoseok no estaba muriendo ahí? ¿justo frente a él?

"¡Hyung!..." dijo levantando la voz, asustando a Hoseok, pero tranquilizandole después.

El castaño se quitó las botas y caminó a paso rápido hasta llegar al borde de la cama, se recostó y posicionó su cabeza en el pecho del contrario, asegurándose de escuchar los latidos de su corazón. Lo abrazó con fuerza y se encargó de darle el calor y la tranquilidad necesaria para que pudiera descansar adecuadamente y recobrar fuerzas para seguir junto a él.

Y aunque era una muy gran excepción el haberse acostado a aquellas horas de la mañana, no dijo nada, porque estaba preocupado.

...

Jungkook veía la ciudad desde la ventana de la habitación de SeokJin, a su lado estaba Jimin mientras peinaba con sus dedos los cabellos lacios y finos del chiquillo, esperando también palabras por su parte pero nada.

TaeHyung tardaba en llegar, y eso inquietaba a todos dentro de casa, haciendo resaltar a una personita en específico, y así dándole razón a la estadía de los dos menores en el ventanal que daba directo a la entrada de la casa.

Sus manos empezaban a sudar, al igual que su cuello y frente, su vista empezaba a hacerse borrosa, y las cosas se veían tan lejos, tan borrosas.

Tan lejos, tan borrosas, tan lejos, lejos...

"Jungkook" llamó Jimin.

El chiquillo ahora agachado con la espalda erguida pegada a la pared, luego sentado en el suelo mientras miraba sus manos temblar y sudar, las gotas caían sobre su camiseta y la humedecían de a poco.

Lejos, borroso, lejos, borroso.

"¿dónde está Jungkook? ¡quiero verlo de inmediato!"

Esa voz, dulce, cálida, tranquila, serena, pacífica, se coló a sus oídos.

"Jungkook, tranquilo, estoy aquí"

De golpe puso sus pies por completo en el suelo y corrió, corrió hasta encontrarse con ella y abrazarle de golpe, escondiendo su cabeza en el cuello de la mujer

"JeonGgukie, aquí estás"

"JeonGgukie, aquí estás"

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ANXIETY ; KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora