Eres la luz dentro de mi oscuridad

Capítulo 41: El esperado reencuentro

Claire empezó su día como era usual, casi todos los días ella madrugaba para preparar algunas tareas en su casa (cuando se quedaba ahí) hasta que levantaran el toque de queda para poder salir e ir a entregar algunas cosas al orfanato para luego ir a la casona a visitar a Gonzalo, esa mañana iba a ser un gran día para él y se encontraba muy ansiosa.

Era una sorpresa, Joey llegaría con Perla durante la mañana, por eso se apresuró en hacer sus cosas para llegar a la casona y poder recibirlos. La gata bicolor entró por la entrada alternativa como era usual y se dirigió a la habitación de Gonzalo. Ella tocó la puerta.

- Adelante – respondió el gato de tres colores

- Buenos días – le saludó ella entrando - ¿Cómo estás?

- Muy bien – le contestó, aún estaba recostado en su cama, Claire notó que lucía más descansado – Te traje desayuno – agregó la gata poniendo un pequeño bolso en la mesita que había allí y comenzó a sacar unos bultos de él – Si quieres algo de beber puedo calentar un poco de leche que pude conseguir.

- Gracias por su amabilidad, aunque eso lo puedo hacer yo, prefiero que usted descanse un momento, luce cansada – dijo él mientras se levantaba de su cama.

Y llevaba razón, cada vez estaba más complicado lo que es sector bajo se refiere, ha desaparecido varios conocidos, ya sea por estar fuera del toque de queda o sin razón alguna para que esos guardias de pacotillas se divirtieran un rato. Como consecuencias las tareas aumentabas y las manos escaseaban, ni hablar del tiempo que faltaba aún más por los días cortos.

Al menos estaba acompañada de Joey, si no hubiera perdido la cabeza... porque Mike aparece cada cierto tiempo en busca de más información que iba reuniendo y dejando en la casona, mientras que ellos la estudiaban para ver si era de ayuda o no para el rescate de su amiga. Pero sí, Gonzalo tiene razón, estaba agotadísima.

Ni se dio cuenta que el joven gato ya estaba en la chimenea revolviendo la leche en el caldero - ¿Quiere usted también? – ofreció Gonzalo.

Ella le sonrió enternecida por su amabilidad – Está bien – le contestó.

- Es lo menos que puedo hacer por usted – dijo el joven gato – Junto a Joey me han salvado de una vida miserable e inconsciente de mi pasado – agregó él, mientras buscaba unos tazones – Tome asiento, descanse que se lo merece.

Claire asintió y le hizo caso, esperó sentada en la pequeña mesa donde había dejado el bolso y comenzó ordenarlo.

- Bueno, no podíamos dejar que estuvieras así, ni tú ni tus hermanos, tampoco era justo que se aprovecharan de tu amnesia y que estuvieras lejos de tu familia – le dijo ella mientras recibía su tazón – Cuando escuché tu caso, no dudé en ayudarlos, en especial si podíamos hacer algo, además... - dijo Claire mirando su taza de leche que tenía entre sus manos – Sentí que por fin pude ayudar... Joey, Kitty incluso Gato siempre estaban metidos en los planes y la acción y yo me sentía inútil, sé que no soy buena peleando ni nada, pero era usual que estuviera a la espera de ellos... sintiendo que podía colaborar.

- Quizás le faltó determinación en decir que quería ayudar – le apoyó Gonzalo – Joey me dijo que fuiste muy valiente.

La gata bicolor sonrió, su novio se encargó de hablar bien de ella, a pesar que se le ocurrió dejarlo inconsciente por varias horas...

En eso tocaron la puerta de la habitación, ellos habían llegado y la sorpresa estaba a punto de verse.

- Adelante – dijo Claire. Joey entró junto con Perla quien lucía muy ansiosa por ver a su hermano, él estaba a espalda, así que no se había percatado de la presencia de ella. El novio de Claire se fue a su lado, saludándole con un beso pequeño.