Gato había recibido las órdenes del Rey en cuidar la integridad de la princesa Dulcinea en su gira por varios reinos, obviamente ella convenció a su padre en elegirlo.
Él estaba feliz ya que prácticamente estaría todo el tiempo con ella, podría compartir tiempo juntos y eso le daba una pequeña esperanza de tener una oportunidad. Esto facilitaría las cosas y olvidar esa tontera que le había pasado con la ladrona, fue una confusión ...un error. A lo que volviera se encargaría ella, solo él, era algo personal y no le contaría a nadie.
-¿En serio? ¿Y por cuánto tiempo te vas?- preguntó Joey entre interesado y extrañado. El gato naranjo asintió.
-No lo sé, no me dijeron nada sobre eso - contestó.
Ahora su amigo lo miró preocupado, tenía más que claro que Gato tenía sentimientos hacia la princesa, temía que se ilusionara mucho y terminara muy lastimado.
-¿Qué pasa?- preguntó Gato,
-Si te cuento ¿No te enojarás? – respondió de inmediato y serio.
-No diré nada- contestó poniendo los ojos blanco.
-Ten...cuidado, no creas que estando mucho tiempo con Dulcinea te dará alguna...chance – le aconsejó su amigo.
-Solo haré mi trabajo – se defendió Gato intentado desviar el tema. Su casi hermano; ya que lo consideraba así, no tenía un pelo de tonto cuando el trataba de ocultar información...sabía que nunca le ha caído bien la princesa Dulcinea – Bueno, me tengo que ir, en una hora más nos iremos – dijo él y se despidió de Joey.
-Adiós y cuídate – respondió.
Gato arregló las últimas cosas y se fue directo al palacio. Al llegar ahí descubrió que ya estaba arreglando la carroza, obviamente y para su decepción no iría con Dulcinea en él si no que iría en un caballo aparte, como un escolta.
Recibió todas las indicaciones y advertencias por parte de la mano derecha del Rey. A los minutos Dulcinea se acercó, preciosa como siempre, pero le extrañó que le haya ignorado y tan solo subió a la carroza.
No le tomó importancia a pesar que le dolió esa actitud, se subió al caballo y siguió a la carroza.
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Kitty acompañó a Claire a hacer las compras en esa mañana y a visitar al pequeño enfermo para ver cómo iba evolucionando, era una mejora lenta pero era bueno saber que cada día tenía mejor aspecto.
-Oye... ¿Y de cuando sales con... él? – Preguntó Kitty –Tengo derecho a saber...como me lo mantuviste en secreto mínino un par de detalles – le acusó entre broma.
-¡Ay lo sé!¡ Para con eso! – Dijo ella haciendo un puchero – Ya te cuento, no hace mucho, es decir, me veo con él hace un tiempo desde que pasó el altercado de la protesta pero como pareja hace unas semanas- contestó.
-¿Él te busco?- volvió a preguntar interesada.
-No, fui yo quien lo buscó...Me estuvo dando vuelta su actitud ese día y quería respuestas...
-¡Te arriesgaste un montón!- le regañó Kitty.
-¡Sí, sí! ¡Pero no pasó nada! – le trató de tranquilizar –Al final descubrí que el odia toda esta porquería del reino pero no puede renunciar ya que necesita vivir...
-Quiero...creerte pero me gustaría hablar con él – dijo Kitty quería dejarle las cosas clara y ver si podía detectar algún ápice de mentira.
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Eres la luz dentro de mi oscuridad
AdventureGato trabaja en la Guardia Real del Palacio en el reino en el que vive donde aloja sus cinco princesas que juntos a sus compañeros tienen que proteger y cuidar. Pero él solo le interesaba una, Dulcinea. Bueno eso era lo que creía hasta que en su cam...