Capítulo 4: No todo lo que brilla es oro

1.3K 112 19
                                    

Gato había recibido las órdenes del Rey en cuidar la integridad de la  princesa Dulcinea en su gira por varios reinos, obviamente ella  convenció a su padre en elegirlo.

Él estaba feliz ya que  prácticamente estaría todo el tiempo con ella, podría compartir tiempo  juntos y eso le daba una pequeña esperanza de tener una oportunidad.  Esto facilitaría las cosas y olvidar esa tontera que le había pasado con  la ladrona, fue una confusión ...un error. A lo que volviera se  encargaría ella, solo él, era algo personal y no le contaría a nadie.

-¿En serio? ¿Y por cuánto tiempo te vas?- preguntó Joey entre interesado y extrañado. El gato naranjo asintió.

-No lo sé, no me dijeron nada sobre eso - contestó.

Ahora  su amigo lo miró preocupado, tenía más que claro que Gato tenía  sentimientos hacia la princesa, temía que se ilusionara mucho y  terminara muy lastimado.

-¿Qué pasa?- preguntó Gato,

-Si te cuento ¿No te enojarás? – respondió de inmediato y serio.

-No diré nada- contestó poniendo los ojos blanco.

-Ten...cuidado, no creas que estando mucho tiempo con Dulcinea te dará alguna...chance – le aconsejó su amigo.

-Solo  haré mi trabajo – se defendió Gato intentado desviar el tema. Su casi  hermano; ya que lo consideraba así, no tenía un pelo de tonto cuando el  trataba de ocultar información...sabía que nunca le ha caído bien la  princesa Dulcinea – Bueno, me tengo que ir, en una hora más nos iremos –  dijo él y se despidió de Joey.

-Adiós y cuídate – respondió.

Gato  arregló las últimas cosas y se fue directo al palacio. Al llegar ahí  descubrió que ya estaba arreglando la carroza, obviamente y para su  decepción no iría con Dulcinea en él si no que iría en un caballo  aparte, como un escolta.

Recibió todas las indicaciones y  advertencias por parte de la mano derecha del Rey. A los minutos  Dulcinea se acercó, preciosa como siempre, pero le extrañó que le haya  ignorado y tan solo subió a la carroza.

No le tomó importancia a pesar que le dolió esa actitud, se subió al caballo y siguió a la carroza.

---------------------------------------------------------------------------------------------

Kitty acompañó a Claire a hacer las compras en esa mañana y a visitar  al pequeño enfermo para ver cómo iba evolucionando, era una mejora  lenta pero era bueno saber que cada día tenía mejor aspecto.

-Oye...  ¿Y de cuando sales con... él? – Preguntó Kitty –Tengo derecho a  saber...como me lo mantuviste en secreto mínino un par de detalles – le  acusó entre broma.

-¡Ay lo sé!¡ Para con eso! – Dijo ella haciendo  un puchero – Ya te cuento, no hace mucho, es decir, me veo con él hace  un tiempo desde que pasó el altercado de la protesta pero como pareja  hace unas semanas- contestó.

-¿Él te busco?- volvió a preguntar interesada.

-No, fui yo quien lo buscó...Me estuvo dando vuelta su actitud ese día y quería respuestas...

-¡Te arriesgaste un montón!- le regañó Kitty.

-¡Sí,  sí! ¡Pero no pasó nada! – le trató de tranquilizar –Al final descubrí  que el odia toda esta porquería del reino pero no puede renunciar ya que  necesita vivir...

-Quiero...creerte pero me gustaría hablar con él –  dijo Kitty quería dejarle las cosas clara y ver si podía detectar algún  ápice de mentira.

Eres la luz dentro de mi oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora