-¡Vamos Gato, se nos hace tarde! – le apresuró.
-¡Que ya voy pesado! – dijo el poniendo su sombrero en la cabeza – ¡Se supone que comienza dentro de una hora!
-¡Es que Claire me está esperando!- contestó con ansiedad.
-Eso explica mucho – murmuró rodando los ojos.
-¡Además hay que aprovechar nuestra noche libre! – dijo Joey.
-¡Define libertad mandoneado! – le gritó en tono de broma.
-¡Qué no soy mandoneado! – se defendió - ¡Ya vamos!
Ambos salieron tranquilamente del cuartel, miraron a su alrededor para asegurarse de que no les estaban siguiendo, cruzaron a toda prisa la zona más crítica para llegar a la taberna sin problemas. Cuando entraron pudieron notar que la fiesta ya había comenzado, un montón de gente se encontraba ahí incluso se podía sentir el calor del ambiente.
Él estaba ansioso por ver a Kitty, se preguntaba cómo sería el encuentro ahora que tienen algo de dificultades. Gato se encontraba sentado junto a Joey y Claire en una mesa, ellos conversaban alegremente mientras el gato naranja echaba un vistazo en los alrededores buscando a Kitty.
Pasó una hora cuando la vió detrás del muro que separaba los ambientes del lugar.-Me disculpan unos minutos, ya vengo – dijo Gato levantándose de la silla.
-¿Qué? ¿Ya le echaste el ojo a alguien? – le molestó Joey.
-Nah – dijo despreocupado – Tocar el violín no es lo mío.
-Ja ja – rió irónicamente su amigo mientras que Claire se tapó la boca para no reírse.
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Kitty lo estaba esperando y apenas lo vio cruzando la sala lo tomó de la mano, lo que no esperaba Gato es que ella le diera un apasionado beso, de esos que mueres de ganas de hacerlo.
-¿Por qué tardaste? – le preguntó él con una sonrisa en la cara.
-Tuve que hacer hora, Claire quería que viniera junto a ella y me imaginé que estarías con tu amigo – le contestó.
-Al menos valió la pena la espera – dijo divertido.
-Cierto – concordó ella - ¿Vamos a la zona nueva? Hay un patio amplio, es tranquilo, también hay sitio donde puedes acostarte en el césped y disfrutar del aire libre.
-En ese caso, te sigo – le contestó agradándole la idea.
Pasaron entre el gentío, pasando por varias habitaciones con sus diferentes ambientes hasta llegar al patio, ahí vieron que había una pileta en el medio y varias bancas apartadas para tener algo más de privacidad. A pesar que casi era invierno, era una noche agradable.
Ellos se sentaron en la orilla de la pileta ya que no había más bancas disponibles además que la pileta aún no está funcionando.-Les quedó genial – dijo Gato mirando los detalles.
-Sí – dijo ella mirando al cielo – Me encantan los lugares así.
-¿Cómo va tu brazo? – preguntó su pareja al mirar la venda en su hombro.
-Bien, la verdad que no le presto mayor atención, es costumbre creo – dijo divertida. Él sonrió ante lo dicho contemplando su rostro y se percató que Kitty traía un colgante delgado con una luna pequeña.
-¿Y esto? Nunca te lo había visto – preguntó con curiosidad Gato.
-Es una cadena de mi madre, le gustaba mucho la luna y mi padre se la regaló en un aniversario – le explicó ella – Siempre me la pongo en ocasiones especiales – agregó.
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Eres la luz dentro de mi oscuridad
AdventureGato trabaja en la Guardia Real del Palacio en el reino en el que vive donde aloja sus cinco princesas que juntos a sus compañeros tienen que proteger y cuidar. Pero él solo le interesaba una, Dulcinea. Bueno eso era lo que creía hasta que en su cam...