- ¡Kitty! – la llamó pero ella no le escuchó debido al ruido aunque ella se volteó sintiendo que alguien le miraba.
Finalmente Gato pudo contactarse con sus ojos azules parecido al zafiro, esos ojos se ancharon de sorpresa al encontrarse con los de él.
Ella no se molestó en mirar a su alrededor, sólo quería tener a su Guardia Real, corrió hacia él sin siquiera pensarlo y el hizo lo mismo. Gato la recibió en sus brazos cuando ella se lanzó, le sujeto de la cintura con ambas manos, ambos giraron. Al detenerse, Kitty colocó sus manos en las mejillas de él, de la emoción no hablaban debido a que no podían creerlo después de tanto tiempo tratando de encontrarse.
- Gato... - dijo con voz suave – Dime que esto no es mentira...
- No, no lo es – le aseguró – Te extrañé tanto Kitty...
-Yo también - le dijo con una amplia sonrisa, estaba tan contenta que ni siquiera esperaron a besarse apasionadamente. La gata acariciaba su nuca con sus patitas suaves. Al separarse por la falta de aire, Gato continuó dándole pequeños besos haciendo un recorrido por su cuello causándole cosquilla a su novia.
Extrañaba hacerle eso y tenerla así de cerca, disfrutaba de su compañía.
-Te he estado buscando por semanas, estaba a punto de meterme al palacio para saber de ti – le dijo Kitty, en los últimos días se lo había planteado varias veces.
- ¿De verdad te hubieras arriesgado por verme? – preguntó Gato entre feliz y molesto, es decir, eso demostraba que realmente lo amaba y le alegraba pero él no quería que le pasara nada por su culpa.
- ¡Claro cómo no! – respondió mirándolo como si fuera obvio aunque el elevó una ceja – ¡Lo sé, lo sé! Sólo lo hubiera hecho para saber que tal estabas... - agregó ella y el continuó mirándola extrañamente - ¡Gato ni siquiera lo hice! ¡Sólo porque me lo pediste!
El gato naranja rió levemente – No te culpo de todas manera – le tranquilizó – Pero igual te busqué mucho, no sabía que había sucedido contigo después de lo que pasó en la taberna.
- De nuevo...¿Tan poca fe me tienes? – preguntó falsamente dolida.
El negó con la cabeza – Obvio que confió en ti y en tus habilidades, sólo que ahora está muy peligroso, triplicaron la seguridad en todos lados – le explicó – Aunque eso importa ahora, en este momento me importas tú – dijo abrazándola nuevamente. Se mantuvieron así por un rato.
-¿Cómo están las cosas por allá? – preguntó Kitty.
-Insufrible – le contestó – Deja que te cuente los detalles en un lugar más privado...
-Si es así...- le dijo jugueteando - ¡Conozco el lugar ideal!
Kitty tomó de la mano a su novio y se lo llevó a rastra de ahí, corrieron por varios salones incluso en una ocasión casi se caen por evitar chocar con un grupo de amigos...
-Eso estuvo cerca – dijo Gato sin contener la risa. Vaya que le hacía falta esto.
- Uhh ¡Por el otro lado! – dijo Kitty un poco apresurada, no supo la razón hasta que vio a su amigo con Claire sentados en una mesa compartiendo una cena.
Ambos resbalaron por el cambio de dirección que tuvieron que hacer además de luchar para recuperar su equilibrio. Esperaban no haber llamado la atención porque pasaron a llevar a unos cuantos personajes quienes se quejaron.
-¡Perdón! – se disculpó Gato.
La gata se encaminó nuevamente y subieron por la escalera, ellos entraron por unas habitaciones hasta salir a un balcón.
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Eres la luz dentro de mi oscuridad
AventuraGato trabaja en la Guardia Real del Palacio en el reino en el que vive donde aloja sus cinco princesas que juntos a sus compañeros tienen que proteger y cuidar. Pero él solo le interesaba una, Dulcinea. Bueno eso era lo que creía hasta que en su cam...