Código York . (Capitán américa )

Capítulo 29: La charla.

Me levante de buen humor y me dirigí muy temprano a S.H.I.E.L.D, después de eso me iría al trabajo con Lucy, había tomado una determinación frente a la oferta de Fury y no quería perder el tiempo, para aclarar de una vez por todas las cosas.

Me fui caminando, el aire frio me despejaba aún más que irme en metro.

Entré a la fábrica abandonada y me estremecí: allí hacia mucho más frio del que hacia afuera. Quizás fuera un presagio, ignore mis propios pensamientos y con gran determinación me dirigí al lugar donde estaba la puerta oculta.

No hubo necesidad de tocar la pared, el enorme portón se abrió y me cole al interior, sin duda alguien sabia de mi llegada.

No vi a nadie por allí, a quien pedirle indicaciones, así que trate de guiarme por mi memoria, finalmente llegue a la sala donde antes Fury me había pillado. Esta vez era diferente, porque no me estaba escondiendo, las luces estaban encendidas y por qué Nick Fury no se divisaba por ninguna parte.

-¿Señorita Mcgouth?- la voz conocida me hiso volverme.

- Tony Stark- sonreí, al menos alguien conocido y que al menos supiera que su estancia allí tenía lógica alguna con mi realidad.

- ¿puedo permitirme el atrevimiento?

- ¿De?- pregunte confusa.

-¿Qué hace aquí una reportera?

Entorne los ojos.

-No estoy aquí por temas de trabajo, bueno, exactamente- trate de explicar.

- ¿entonces?

- Fury me pidió que viniera. - me limite a decir.

-¿Después de que una jovencita como usted le haya puesto de mal humor?- sonrió- me agrada, supongo que si vendrá aquí con frecuencia hará de este lugar algo más divertido.

- ¿eso fue un cumplido?- me reí.

- Digamos que sí. - Se encogió de hombros- por desgracia Fury no está.

- ¿Es otra de tus bromas Stark?- pregunte seria.

- Para nada, si está aquí, pero en otros asuntos. No podrá atenderte...- hiso un intento de recordar mi nombre, sin embargo, le ahorre la molestia.

-Verónica- me reí con sorna.

- si quieres acompáñame- a mi opinión Tony era un tipo de esos que agradan por su exceso de sarcasmo y por sacarte carcajadas, aunque a veces no se perdía ni una oportunidad para fastidiarme, en las pocas veces que nos habíamos visto.

- ¿A dónde?- pregunte cruzándome de brazos.

- Si no quieres puedes quedarte aquí- mire a mi alrededor y la idea de quedarme allí completamente sola me hiso acceder.

- vamos- nos dirigimos al ascensor. - últimamente no me tienen en cuenta- se quejó.

- No veo por qué- comente sarcástica.

- ¿Sabes? Me agradas niña, nos llevaremos muy bien.

- eso espero- comente mientras descendíamos, cuando las puertas se abrieron estaba en la misma sala donde Nat me había llevado la última vez.

Íbamos caminando para ser maso menos una desconocida Tony me trataba muy bien y era muy divertido, me agradaba.

-Oye- dijo- si voy a verte a menudo por aquí debes de tener un apodo o algo así.

- No creo que sea seguro- admití- pero puedes decirme Veth.

- Tony Stark: genio, multimillonario, filántropo y playboy. Para los amigos- ambos soltamos una carcajada.