-¿Verónica?- pregunto mi padre al verme llegar.
- Si- conteste sonriente.
- Creímos que no vendrías.- se incorporó mientras mi madre se sentaba a su lado.
- Tendría que estar loca para hacerlo- papa se rio. Me senté junto a él en la cama.
- Es una alegría que estés aquí ¿Cómo va todo por la gran manzana?
- Perfecto papa, el trabajo está bien, la bolsa estable y Obama sigue en el poder- ambos reímos.
- Tu hermana no dijo que vendrías.
- Era una sorpresa. – cuando acabe la frase, observe unos recibos sobre la mesilla de noche y me quede mirándolos hasta descubrir que eran cuentas sin pagar. Papa lo noto.
- no es nada- estiro la mano y los metió debajo de uno de sus libros.
- Papa, vamos ¿Qué sucede?- insistí con urgencia hasta que mi padre cedió y me explico lo que ya sabía.
- Puedo ayudarte con las cuentas papa, cuando regrese le enviare a Jess el dinero.
- Ni tu ni tu hermana tienen que preocuparse por cosas de este viejo.- se quejó.
- no es eso papa, somos tus hijas es nuestro deber.
-Gracias- suspiro cansado y se dejó caer sobre las almohadas.
- te quiero- lo abrace.
- yo igual hija, las amo- me estrecho con fuerza mientras la vista se me hacía vidriosa.
Esa misma noche, salí al porche de la casa y me senté en una mecedora mientras pensaba en todo, la propuesta, el trabajo, mi familia y finalmente termine pensando en Rogers.
Sacudí la cabeza y mire al cielo estrellado y respire hondo. Jess y Cris salían para sentarse a mi lado.
-Mira, te hará sentir mejor- mi hermana me ofrecía una taza con chocolate caliente.
-Gracias- trate de fingir normalidad- ¿estas emocionado pequeño?- me dirigí a Cris.
-¡Si! El abuelo me va a regalar el auto a control remoto que pedí.- mire a Jess quien se limito a asentir como diciendome "siguele el juego".
- Estupendo, así podrás molestar a mama con frecuencia- le di un guiño.
-¡eh! Aún sigo aquí- protesto mi hermana- no la escuches Cris.
- A ti te moleste siempre.- me reí.
- Creo que en eso consiste esto de la hermandad- nos reímos mientras que Cris se acomodaba en medio de ambas.
Así seguimos hasta que mama nos llamó para cenar.
Me fui a la cama, entre a mi cuarto y me acomode, aun seguían allí algunas de mis cosas, seguí pensando hasta que finalmente tome una decisión. Sin embargo, aun tenía tiempo para meditarlo mejor, así que sin problema me quede dormida.
A la mañana siguiente los brincos de Cris me despertaron.
-¡Levántate Tía Veth! ¡Ya es hoy!
Entre bostezos Cris consiguió sacarme de la cama. Aunque la alegría no duro mucho, pues su madre lo llevaría al pueblo, a la peluquería a que le cortaran el cabello, mientras yo me quedaba organizando todo en casa.
Finalmente la decoración y el pastel estuvieron listos para cuando Cris llego junto con los invitados, al ver todo el niño abrió los ojos por el asombro.
Jugo con los demás niños y comió dulces y pastel hasta que le dolió el estómago, a pesar de eso estaba feliz, jugo con sus regalos y así se me fue el día: un ir y venir de platos, bandejas y copas para los invitados.
Allí los días pasaron rápidos y no pude hacer gran cosa, en el momento menos pensado era hora de regresar.
La despedida fue efusiva, papa, mama Jess y yo no decíamos nada mientras daban las noticias de medio día, luego vinieron los abrazos y algunas lágrimas, me despedí de Cris prometiéndole volver pronto y mi hermana me llevo a la central de autobuses, en donde hice el mismo recorrido de mi llegada hasta terminar en el aeropuerto de Manhattan.
Ya tenía todo calculado y planeado, nada podía salir mal, mañana sería un día decisivo, así que me fui directo a casa para terminar de pensarme bien las cosas.
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Código York . (Capitán américa )
Fanfiction15 de Enero de 2014. A continuación, daré una breve presentación acerca de quién soy. Mi nombre es Verónica Mcgouth, soy estadounidense, de una ciudad llamada Holocomb, ubicada en el condado de Finney, Kansas. Nací y me crié allí, sin embargo, nu...