Código York . (Capitán américa )

Capítulo 41: El tiempo vuela, Las promesas llegan.

Después de esa noche las cosas volvieron a su normalidad, no puedo decir lo mismo de Stark y sus bromas después de lo que vio en el gimnasio.

-Hola Linda- me saludo mientras caminábamos al laboratorio, a un examen de rutina.

-Hola Tony- regrese el saludo, radiante.

-Espero no haberles interrumpido el rato- me miro de soslayo esperando ver mi reacción, aun así trate de mantenerme tranquila.

-Por supuesto que no- dije sonriente- de hecho, nos hiciste la noche- sonreí ampliamente mientras desaparecía por la puerta del laboratorio.

Allí me encontré con Banner, llevaba puestos los anteojos y la bata, todo en conjunto le hacía ver como un hombre solitario y pequeño dentro de un enorme laboratorio, dos círculos oscuros le rodeaban los ojos, estaba cansado- "como todos", pensé mientras ponía mi mejor cara y ánimos para saludarle.

-Buenos días doctor- dije entrando con una enorme sonrisa.

Al verme, el hombre se quitó los anteojos y las ojeras parecieron aumentar de tamaño, de un momento a otro.

-Buen día- dijo sobándose las cienes.

-No tiene buen aspecto hoy- dije con cortesía.

-Ha sido una semana difícil, supongo que a todos se nos hacen los días más largos.

-Totalmente de acuerdo.-asentí.

Luego hubo un silencio incómodo.

-En todo caso- lo mire detalladamente- No hay nada que una buena taza de café no pueda arreglar. - dicho esto salí como una exhalación de allí en busca de una taza de café.

En el camino me cruce con una cabellera pelirroja.

-¡Hey!- saludo Nat desde lejos.

-¿Qué tal todo?

-De maravilla, no olvides nuestra clase de hoy.

-Como no- sonreí deteniéndome frente a ella.

-¿Puedo saber a dónde te diriges con tanta prisa?

-Voy por un café, para Banner.

-Te acompaño- se ofreció ella.

-Gracias. ¿Qué ha pasado entre tú y Clint? Se fueron muy calladitos esa noche- le mire con picardía, a lo que ella no pudo evitar que una sonrisilla se deslizara por sus labios.

-Presentando mejoras y supongo que la frase no va a mi caso-me lanzo una mirada acusadora- más bien tú y Rogers se marcharon sin decir nada- ahora me tocaba el turno a mí.

- Estaba ebria- me encogí de hombros- él simplemente me llevo a casa.

- Y no regreso con el auto hasta el día siguiente.

No respondí, me limite a mirarla y sonreír.

-Como sea- batió una mano en el aire- ¿todo va bien entre ustedes?

-¿Entre nosotros? - pregunte atónita. El "nosotros" en la frase me causaba un ligero nudo en la garganta.

-Sí, me refiero a si se la llevan bien, a veces se pensaría que son como perros y gatos.

- Ah, sí, todo marcha bien, hasta compartimos espacio personal- comente risueña.

-¿Cómo?- me miro con los ojos bien abiertos.

-¿Stark no te lo ha dicho?

-No. ¿Algo importante para reportar?

La mire fijamente e inicie mi historia. Al final tuvimos que salir por un café a una cafetería cercana, teníamos tiempo de sobra para charlar.