Capítulo 7: Paranoica.

5.8K 353 6
                                    

Seguí andando por los pasillos hasta retornar a mi cubículo, tome el teléfono y le marque a mi hermana.

-¿Hola? – una voz infantil sonaba al otro lado de la línea.

- ¿Cris? Hola travieso. – dije para que pudiera reconocerme.

- ¡Tía Veht! – exclamó el chiquillo de emoción, sonreí conmovida.

- ¿Cómo estás?

- Bien estaba leyendo con la abuela.

- Qué bueno, espero que no estés haciendo travesuras sin mí.

- Nunca, bueno, yo mmm… ayer puse una rana en el asiento trasero del auto de mama. – dijo soltando risillas.

- ¡Cris! – Le regañe- no seas tan cruel con mama, esa parte me toca a mí.

- Perdón. No lo hare de nuevo.

- Eso espero chiquitín.

- ¡No me llames así!- protesto el niño, me reí y el guardo silencio.

- Quisiera poder verte Cris, te he echado en falta.

- Yo igual ¿necesitas a mama?

Puse los ojos en blanco al ver su falta de emotividad, igual era un niño y como todos, despachaba siempre el teléfono con su mama para poder volver al juego.

-Sí, adiós Cris.

A lo lejos escucha un “Mamá te necesita la tía Vero”. Acto seguido escuche a Jess.

-¿hola?

-  ¡Jess!- exclame aliviada- ¿cómo va todo por allá?

- bien, exceptuando que tu sobrino no para de hacer travesuras.

- me alegra oír eso, oye, hermana hay algo que quiero contarte.

- ¿Qué?- dijo mostrando de repente interés- ¿tienes novio?

- no, bueno bese a un chico anoche.

- ¿Qué? ¿Qué tal besa? – dijo con complicidad.

-  excelente pero… ¡no! No me saques de tema, no es eso de lo que quería hablarte.

- entonces comienza.

- Bueno, creo que alguien me sigue la pista.

-¿como? – esta vez le oí más fuerte, como si se hubiera pegado más al auricular.

- sí, anoche un tipo me estaba siguiendo y hoy apareció un artículo a mi nombre, pero yo nunca lo escribí, lo más raro es que cuando revise el que envié aparecía el otro archivo, mas no el mío. – dije bajando la voz.

- me estas asustando.

- Hablo en serio, Jess, tengo miedo.

- tranquilízate, quizás son coincidencias o algún error en el sistema y alguien envió un archivo por equivocación por tu cuenta. ¿No recuerdas haber prestado tu laptop o teléfono?

- bueno si, la laptop ayer la uso un amigo de Jack para poner música y por lo que entiendo, es periodista.

- quizás aprovecho para enviar su artículo y no se fijó que era tu correo.

- puede ser- admití algo más tranquila- gracias hermana.

- ¿ves? No seas paranoica y recuerda llamar mañana a la tía Bonnie, es su cumpleaños.

- Ok, te quiero, dale un abrazo a Cris de mi parte.

- Igual, cuídate.

Colgué la llamada y me estire en mi silla, Jess parecía tener todas las respuestas  mis problemas, era como mi manual de consejos.

Estaba sola y me replanteé lo que me había dicho mi hermana así que entre a mi cuenta de correo para eliminar el segundo correo que había sido enviado quizás por el amigo de Jack, pero no encontré ningún otro correo además del que yo había enviado cuando acababa de escribir mi artículo y exactamente a la misma hora.

Yo estaba en lo cierto, algo dentro de mí me decía que no había sido ninguna coincidencia, el pánico volvió a mí.

-Hola Verónica- dijo Jack apoyando los brazos en el borde de una de las paredes de mi cubículo. Me sobresalte y el corazón inicio a latir con fuerza.

- Me asustaste Jack.

- Que va, no seas miedosa.

- por el contrario, tu no fastidies. Oye, gracias por arreglar mi casa.

- ¿cómo sabes que fui yo?

- porque te conozco y sé que sentías remordimiento por auto invitar a tus amigos a mi casa.

- Me pillaste- dijo guiñándome un ojo- pero los chicos también ayudaron.

- Más te vale si quieres seguir haciendo fiestas en mi casa.-bromee.

- Da lo mismo, te divertiste- sonreí- hablando sobre eso, veo que te divertiste mucho con un amigo mío anoche

- ¿Sam?

- Bingo. Me ha pedido tu número y quería verificar si querías mantener el contacto.

- ¿verificar? Ósea que ya le diste mí número.

- Sí, me mandó un mensaje diciendo que quería hablar con una chica que conoció anoche, una tal Verónica.

Me reí, al menos no todo iba tan mal.

-Creo que debo darte las gracias.

- estas en lo cierto.

- gracias.

Nuevamente sola en mi cubículo pude pensar en otra cosa que no me pusiera paranoica. Sin embargo, aún me tenía pensativa todo lo ocurrido con el artículo, era muy extraño.

El timbre de mi celular me saco de mi ensoñación y mire el mensaje. Era de Sam. Una sonrisa se dibujó en mi rostro y no dude en contestar.

Código York . (Capitán américa )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora