Código York . (Capitán américa )

Capítulo 57: El Plan Maestro.

Después de lo ocurrido con los chips falsos, todo marchaba en orden, aún debía seguir en observación, pues tanto Bruce como Tony estaban interesados en ver mis progresos y el desarrollo de mis "alteraciones", pues cada vez asumía retos más grandes, había dejado de mover objetos pequeños y lograba controlar algunos más grandes. Al final, todos estaban satisfechos con mis progresos, así que se me permitió despejarme un poco y regresar a la vida normal.

-Bien, supongo que todo anda en orden - dijo Tony con una mirada de aprobación.

-Gracias Tony.- dije risueña.

- Te diré que ahora que sabemos que no corres ningún riesgo, podrás regresar a casa, no sin un supervisor.

-Adivino de quien se tratara- dije con complicidad.- no veo la hora de regresar al "Informante", Nat se ha encargado muy bien de encubrir mi ausencia.

-Es una de las mejores agentes- dijo Tony desconectándome de la máquina.

- No lo dudo.- el hombre a mi lado asintió y me permitió marcharme. Me despedí de Stark y me dirigí a mi habitación dando saltitos de alegría.

En el trayecto me encontré con Steve.

-Te ves radiante- me alagó- ¿Alguna buena noticia?

-La mejor- sonreí- regreso a las calles.

Steve me miro confundido, trate de explicarme mejor.

-Tony ya determino que todo está en orden conmigo, el suero trabaja a la perfección en mi organismo y ya se controlar los efectos secundarios del suero, no tendré accidentes o eso creo, vendré diariamente para recibir mi dosis.- sonaba como una chiquilla.

-Es una gran noticia hermosa- sonrió y tomo mi mano- pero antes quiero enseñarte algo.

Accedí con la condición de que luego me acompañara al trabajo, de seguro tendría mucho por hacer.

-Últimamente nos has sorprendido a todos Veth-dijo mientras me llevaba por un corredor que ya conocía, nos dirigíamos hangar de S.H.I.E.L.D.

-Supongo que es bueno- me encogí de hombros- ¿Se sabe algo más?

-No, pero ante cualquier novedad nos notificarán.- noté que Steve le restaba importancia al asunto.

-¿Te sientes bien?- dije burlona- pareciera que la misión te resultará menos interesante ahora.

-No- meneo la cabeza y se detuvo de golpe- solo que hay cosas mucho más importantes ahora señorita Mcgouth- me miro a los ojos y me dio un recatado beso. Estaba anonadada.

-Creo que puedo acostumbrarme rápido a esta faceta.

Estábamos próximos a hangar, caminábamos tomados de la mano y muy cerca uno del otro.

-Espero que no te moleste que salgamos a dar un corto paseo, pensaba sacarte de aquí, pero ahora que te han dado vía libre, supongo que no tendremos problemas.-sonrió.

-Por el contrario Steve, me encanta- brillaba de emoción, después de todo, era bueno volver a pasar tiempo juntos y solos.

-Prometo que no te arrepentirás.- susurro mientras se acercaba a mí.

-Claro que no- lo mire a los ojos, ambos sonreíamos- no me arrepiento de nada.

-Eres incorregible Veth- me tomo por la cintura- te amo Verónica Mcgouth.-sin más me beso, le rodeé el cuello con los bazos y lo atraje hacia mi.

-Rogers. Mcgouth. - dijo una voz a nuestras espaldas, seguido de un sonoro carraspeo- lamento interrumpir, pero los necesitan en la sala A.

Steve se separó de mí, sonriendo sobre mis labios.