Capítulo 15: Nada que disculpar.

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Cuando llego el fin de semana me sentí renovada, por dos días podría dejar de lado el trabajo, en cuanto a la situación en Kansas, papá seguía en cama, no muy bien,  le prometí a Jess que le enviaría dinero cuando me pagaran por el artículo de Stark y el ultimo que me había correspondido, nos llamábamos casi a diario.

Con Sam, las cosas no resultaban tan perfectas como me lo esperaba, nuestras conversaciones se limitaban a un “¿Cómo estás?” Y una pregunta referente a la situación de mi familia en Kansas, ambos manteníamos distancia.

Decidí ir a correr nuevamente al Central Park, el lugar de mi último encuentro con Steve y me alegre de poder despejarme finalmente de todo. Me puse mi ropa deportiva y recogí mi cabello.

Cuando llegue él me vio primero y desde lejos me saludo con un movimiento de cabeza, me acerque.

-¡Qué lindo día!- exclame.

- Opino lo mismo- comento él sonriente, murmuro algo mas pero no pude entender.

- ¿Disculpa? – pregunte para que repitiera lo anterior.

- Nada importante, veo que viniste.

- Soy lo que se llama perseverante.- respondí con una radiante sonrisa.

- Ya lo he notado- dijo divertido- ¿iniciamos?

- espera al menos cinco minutos, acabo de llegar.

Steve accedió a mi petición y nos sentamos a charlar.

-¿Cómo te encuentras?- le pregunte, pues no sabía que decir ciertamente.

- Bien ¿Qué tal tu semana?- dijo sentándose junto a mí en el banco.

-Terrible- dije involuntariamente.

- ¿puedo saber por qué?

- Claro ¿Por qué no?- dije irónica.

- ¿Bien?- dijo el como para indicarme que iniciara.

-Bueno mi padre está enfermo y aunque mi hermana diga que está “bien” sé que no es así, para él las malas cosechas no eran gran cosa, pero esta vez es diferente y yo no puedo ayudar no… no sé qué hacer- dije como hablando para mí misma, sentí como la angustia me formaba un nudo en la garganta.- Últimamente es como si todo se viniera abajo- balbucee.

- Disculpa – dijo el gentilmente- no te entiendo.

Trate de iniciar de nuevo.

-No encuentro la manera de ayudar- el nudo en mi garganta se hacía más fuerte- me preocupa mi padre, mi hermana, todos. Es como si quisieran fingir que no sucede nada pero sé que todo va de mal en peor- balbucee pero esta vez las palabras terminaban en susurros apenas audibles.

Él me miro con preocupación y con dulzura al sentir su mirada en mí no fui capaz de decir algo más.

-Tranquila- dijo poniendo caballerosamente  su mano en mi espalda.

-No sé qué hacer- repetí-todo es mi culpa- esta vez las palabras desembocaron en sollozos, gire mi rostro para que Steve no me encontrara en tan absurda situación. Sin embargo, ya era demasiado tarde.

- Tranquila- repitió mientras me acercaba a él y me acariciaba la espalda. El llanto se intensifico, la preocupación y el estrés de los últimos días, tan ignorado y oculto salió a flote en cuestión de segundos.

Steve me sujeto con fuerza y escondí mi rostro en su hombro, daba la sensación de protección y bienestar, le escuche decirme palabras de aliento y un “todo va a estar bien” mientras lloraba.

Cuando  logre calmarme le mire a con los ojos aún vidriosos, pues me escocían un poco, no le mire por mucho tiempo, aparte la vista, me sentía avergonzada y ridícula. Pero a él pareció no importarle.

-Mírame- dijo poniendo su mano bajo mi barbilla y haciéndome volver para mirarle- Así se ve mucho más Bonita señorita Mcgouth- sonreí- y eso mejora aún más su apariencia, ¿le habían dicho que tiene una bonita sonrisa?- sonrió con ternura.

-Lo lamento, no debí… - inicie a disculparme con torpeza.- ¡qué vergüenza!- dije ocultando el rostro enrojecido entre mis manos.

- No hay nada que disculpar Verónica- separe con sorpresa las manos de mi rostro- nada que disculpar- repito él mirándome a los ojos.

Código York . (Capitán américa )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora