Quizás el nogitsune nunca se fue. Quizás tan solo estaba esperando el momento perfecto para volver a atacar.
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Los personajes no me pertenecen, todos los derechos de estos son de MTV y Jeff Davis.
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Eres aterradoramente perfecto para mí, por eso no puedo dejar que otra persona te tenga.
Hace algunos días que estaba ahí, perdido en una bruma negra. Había perdido la cuenta en el día número seis, solo sabía que, dondequiera que estuviese, hacía un frío del demonio. Los primero días siempre solía caminar hacia ningún lugar en específico, porque todo era siempre negro y realmente no había un lugar al que llegar.
Todo era simple y vasta oscuridad. Y, por desgracia para él, le tenía miedo a la oscuridad porque no le traía buenos recuerdos, simplemente la odiaba.
***
Derek se encontraba casi inconsciente.
¿La razón?, el nogitsune había estado golpeándolo sin parar desde hacia algún tiempo... minutos, u horas quizás. A demás, había vuelto a atarlo con aquellas cadenas llenas de acónito, muérdago y serbal, eso lo debilitaba y no lo dejaba curarse rápido; a parte ¿Cómo demonios el nogitsune podía tocar eso?
—Esto no es tan divertido como lo pensé en un principió.— Bufó el bicho, dejando en paz el rostro del pelinegro y lanzándolo al suelo sin ningún cuidado.
Derek tosió y escupió un poco de sangre; le costaba un poco respirar y le dolía todo el cuerpo. Se sentía frustrado, enojado y decepcionado de sí mismo, nunca pensó que estaría de esa manera... tan destrozado, golpeado y humillado, menos por el nogitsune.
—Braeden...— Musitó y volvió a toser.
Stiles sonrió con burla.
—Aún en un estado deplorable, te preocupas por una mercenaria que probablemente en cualquier momento, tan solo por una mísera cantidad de dinero, pueda intentar cazarte a ti y a lo tuyos.— Soltó una risita.— Bueno, de todas formas...¿Cuánto tiempo puede vivir una persona con una bala en su estómago, sin ser tratada por un profesional y desangrándose lentamente?, no sé de medicina, pero no creo que siga con vida.
El lobo gruñó y se removió con las pocas fuerzas que le quedaban.
—¡Demonios!, quédate tranquilo. Ella no era importante, solo un cabo suelto. ¿Qué importa si está muerta o no?, es solo una extra irrelevante.— Preguntó con desdén e irritación.
—Se me olvidaba que no sabes lo que es querer a alguien...— Musitó el ojiverde rodando los ojos.
—¿La quieres?— Soltó una risa más escandalosa que la anterior.— Oh dioses, con razón este niño estaba tan triste cuando te fuiste con ella.
—¿De qué...hablas?— Preguntó con dificultad; estaba sintiendo su cuerpo pesado y cansado, además, el simple hecho de hablar le dolía. Estaba preocupado por Braeden, realmente lo estaba... pero lo que dijo del niño le generó una gran confusión.
—¡Vamos, amigo!, ¡Stiles! ¡Mieczyslaw Stilinski! creo que eres la única persona que no se ha dado cuenta. Veamos, te daré una pista... hum, ¿no notabas como se ponía cuando te le acercabas?— Derek negó, el nogitsune bufó.— Definitivamente eres más lento de lo que pensé...¡El chico está enamorado de ti!, como, realmente enganchado por ti... ya sabes, patéticamente obsesionado contigo.
Derek parpadeó lentamente. El estómago se le revolvió y pudo jurar que su respiración se dificultó más.
No, eso no era posible...
¿Stiles enamorado de él?, Pff... absolutamente no.
No. Era. Posible.
No podía serlo.
Aunque si se ponía a pensar, el castaño siempre reaccionaba de una manera rara cuando el intentaba acercársele. Se sonrojaba y se ponía extrañamente nervioso, y cuando le hablaba, no lo miraba a los ojos (aunque siempre pensó que eso podía deberse al TDAH). A veces discutía con el sin razones aparentes, o se le quedaba mirando más de lo normal.
Oh, joder.
Su lobo gimió.
Demonios, ¿le gusto a Stiles? ¡Mierda!
Pero... el no sentía lo mismo. Definitivamente no; a él le gustaba Braeden, estaba en una relación con ella, la quería, incluso se atrevía a decir que estaba empezando a... a amarla.
—Ahora, Derek. No he estado golpeando durante horas sin razón.— La voz del nogitsune lo sacó de sus pensamientos. Se agachó hasta quedar a su altura y puso una mano en su rostro.— Tu dolor es mi recompensa, quedarme aquí y vigilar que no te escapes me agota y no me da tiempo de ir a... por otras personas.
Líneas negras empezaron a aparecer en la mano del castaño; una sonrisa de satisfacción se dibujó en su rostro, seguido de un gemido tanto de placer como de gozo.
—¡Dios!, sientes más dolor de lo que creí. No eres tan fuerte como pensé que lo serías.— Derek sentía su cuerpo relajarse, el dolor desapareciendo, solo quedando un vacío de sentimientos y una incógnita en su mente.
¿Desde cuando Stiles sentía cosas por el?
Nota de la autora:
hey, ya no estoy muriéndome (aunque sigo ahogada en trabajos).
En fin, acá hay un nuevo capítulo. Si hay algún error por favor avísenme^^
