Poner a todos los navíos reales y a la armada a buscar al príncipe por todos lados no era suficiente para JinYoung. Para él, poner a personas nobles buscando a los bucaneros era como poner a gatos a cazar zorros, así que debería encontrar al sabueso correcto que lo ayudara a encontrar a su amigo.
Guardó un poco de ropa, sus mapas, libros y cartas en un bolso pequeño, añadiendo una bolsa con suficiente dinero para negociar con esos rufianes. Luego de media noche tomó su caballo del establo y escapó. Obviamente, el barco que buscaba no iba a estar en el puerto de la ciudad, ni siquiera iba a estar cerca de allí, así que tomó un camino oculto por el bosque que se veía transitado últimamente, así que lo siguió, esperando a que no fuera tarde.
Cabalgó toda la noche, ni tan rápido ni tan lento, la luz de la luna guiaba su camino, sin embargo, debía evitar las pequeñas trampas o baches, así llegó el amanecer, donde el caballo logró correr con toda libertad y cuidado, hasta llegar a una pequeña playa oculta y... algo destrozada. Los piratas no cuidaban este lugar.
Bajó de su caballo y caminó lento hacia el enorme barco con velas azules y una sirena con los ojos vendados, pero con su boca abierta, y si larga cabellera cubriendo sus pechos desnudos. Tembló un poco, sentía el peligro cerca, aunque era algo obvio, estaba a punto de suicidarse.
Antes de dar otro paso, lo derrumbaron sin previo aviso. No quedó inconsciente, pero el dolor no le permitía moverse, aún no se recuperaba del daño del otro ataque. Su atacante lo volteó, también tomándolo del cuello.
—¿quién eres? — le preguntó, aunque no le permitió responder. — ¿quién te envía?
— vengo... vengo a hablar con... con su capitán. — respondió nervioso, tratando de mostrarse de la manera más inofensiva posible. — tengo dinero... solo...
El hombre sacó un cuchillo, con la intención de degollarlo. JinYoung cerró sus ojos, aguantando la respiración y esperando su muerte, que a decir verdad, ya estaba tardando. Un grito desde el barco le dio otros minutos.
— ¡GYEOM! — fue el grito. — ¿¡QUÉ DIJIMOS SOBRE MATAR A LOS NIÑOS RICOS SIN MÍ!?
La calma de JinYoung se esfumó. Nuevamente sintió escalofríos. El tal Gyeom lo llevó a rastras, tomándolo fuerte de su antebrazo hasta llevarlo dentro del barco, tirándolo a los pies de la autoridad en ese lugar, pero se levantó rápidamente, mirando al hombre. Éste caminó a su alrededor com hambre. Todos los piratas lo miraban así.
— ¿qué tenemos aquí? — preguntó el capitán.
— soy Park JinYoung, mi padre es parte del consejo. — se presentó. — vengo con ustedes para contratarlos para una misión de búsqueda y rescate. — eso... eso causó risas en todos, sintiéndose humillado.
— no hemos trabajado en nuestras vida, no creas que por ser hijo de políticos empezaremos ahora. — le respondió el capitán, arrinconándolo en la orilla. — sal de aquí.
— te pagaré el dinero que quieras, todo el oro que puedas imaginar. Necesito ayuda, por favor... — habló, o mejor dicho, suplicó. — es mi hermano... quiero encontrarlo.
— tengo mejores cosas que hacer que cumplir tu capricho.
— es una vida. — insistió. — estamos hablando de una persona, no es solo un capricho. No tan solo puede ser oro, puede ser licor, vino, ron, lo que tú quieras.
— tengo todo lo que quiero y sin trabajar. — respondió sin interés. — esta es mi última advertencia. Lárgate de aquí.
— tienes sentencia de muerte. — soltó de la nada, todos guardaron silencio. — eres Im JaeBum, tienes cargos por homicidio, robo, estafa, te fugaste 3 veces de prisión. Si te atrapan te ejecutarán, y yo puedo revocar esa orden.
— niño, yo no le temo a la muerte, no tengo miedo a ir caminando y que me maten, en cambio, tú hasta le temes al agua de mar. — se excusó entre risas.
— no importa cómo caminas, si pones un pie dentro del pueblo te matarán. Te estoy ofreciendo todo lo que puedas imaginar.
— pero no te das cuenta de nada. — el hombre lo tomó de la ropa, arrastrándolo hasta la parte de embarque, no para bajarlo, sino para arrojarlo al agua. JinYoung, instintivamente lo tomó del brazo, buscando equilibrio. — estás hablando con un hombre que no tiene nada, pero tiene suficiente como para rechazar tus ofertas.
—para ti, el mundo está a tus pies, pero para mí él es mi mundo. — dijo lo más rápido posible antes de que fuera arrojado. El pirata pareció recapacitar seriamente en sus palabras, tirándolo a un lugar seguro.
— te escucho.
— él es mi hermano, bueno, él es como mi hermano mayor. El pirata que se lo llevó sé que se fue a un lugar donde solo los piratas pueden ir. — informó. — en la biblioteca hay un mapa enorme con todas las islas datadas, pero falta una, esa está pintada en un viejo mapa pirata. Un barco mercantil lo incautó y el mapa vino con él.
Empezó a buscar en su bolso el viejo papel amarillento, aunque la mayoría de ellos lo eran. Sus mejillas enrojecieron, sintiéndose apenado al verse expuesto como un mojigato que no podía valerse por sí solo. Finalmente encontró el maña y se lo extendió al pirata.
Éste, sin siquiera abrir el papel, solo lo rompió en mil pedazos bajo los lamentos del cartógrafo.
—nadie debe saber de ese lugar, mucho menos niños como tú. — le regañó el pirata con una mirada oscura.
— llévame y no le diré a nadie. Tengo memoria fotográfica. — pidió Park, poniéndose a la altura de la situación. — y en caso de que quieras matarme, te informo que hice una copia y está escondida en una parte del castillo, con más de una copia, de hecho. Verás, cada 3 o 4 meses limpian ciertas áreas del castillo, y si para ese entonces no estoy con el príncipe de vuelta, encontrarán los mapas y mi padre sabrá donde buscarme, o dónde encontrar la fuente de todo este caos.
—touché. — JaeBum sonrió de lado y rodeó su cuello con sus brazos, empezando a caminar con él a cualquier parte. — bien, creo que debemos elevar anclas.
— ¿estás seguro de esto? - preguntó uno de sus compañeros antes de acatar la orden.
— el principito está en peligro y es nuestro deber salvarlo. — respondió con ironía. — es medio inútil, creo que jamás ha tocado una escoba en su vida, tiene manos de princesitas, pero es astuto, un chantajista como todos los nobles. Quizás su cabeza nos sirva uno de estos días. Además, solo serán 2 huéspedes más, pediremos un buen rescate y luego nos retiramos al caribe, con agua de coco y mini sombrillas. Ahora, pongan a su alteza real en su lugar.
La sangre de JinYoung se congeló. Lo tomaron de todas partes, siendo arrastrado a la cocina y puesto frente a los trastes sucios y... llenos de hongos.
— su alteza no puede estar sin trabajar. Verá usted, este barco debe ser mantenido con un buen aseo y desde siempre ha estado la vacante desocupada, disponible para ti.
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Voy a actualizar mañana, es decir, dentro de unas horas :u
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Regalo Del Océano {JJP]
FanfictionJinYoung se ve orillado a embarcarse en cierta aventura con un de los piratas más embusteros, ruines e inmorales. Im JaeBum acepta al joven de cabello castaño bajo cierta condición. - la gente como tú no soporta estar en alta mar. - le dijo el cap...