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Esa noche no sucedió mucho; no había tormentas, no había monstruos y no habían peleas. Todo estaba en absoluta calma, así que JaeBum aprovechó la oportunidad para tomar a JinYoung y llevarlo a la bodega, donde guardaba todos sus tesoros y objetos robados.

Sin evitarlo, JinYoung reconoció algunos objetos que fueron robados en su propio reino, como espadas, monedas, ropa y cosas por el estilo. Incluso encontró cuadros invaluables.

— hey, esta ropa era del palacio. — comentó JinYoung, encontrando algunas mantas y ropa de calidad. — fueron robadas hace años.

— ¿cómo lo sabes?

— esta chaqueta era de mi papá, se la robaron cuando fue a ver unos tesoros que encontraron en una excavación. — contestó, tomando la prenda que decía. Olió la ropa, sintiendo ese olor a agua salada, sin embargo, sentía ese olor que tenía su padre.

— bueno... puedes quedártela. —JaeBum sacó una espada de la talla de JinYoung. Una mediana y delgada cuchilla, con el mango de piedra de Jade. — dado que te quedarás en este lugar, deberás aprender a protegerte o tener algo para eso. Es... un regalo. Yo te lo regalo.

JinYoung tomó el arma, observando el material del cual estaba compuesta. Era de acero inoxidable, bañado en oro blanco, el mango era de de oro pulido, con diamantes alrededor, con pequeños zafiros azules de adorno. No tenía patrones, no tenía marcas, era de un origen totalmente desconocido.

— la hicieron personificada. — le comentó Im. — YuGyeom estaba muy agradecido por haberle salvado la vida, así que mandó a hacer algo especial para ti, así te defiendes o cosas así.

— es muy bonita. — dijo JinYoung con una discreta sonrisa. — la cuidaré. Gracias.

Ató la vaina en su cadera, cubriéndola con su largo abrigo.

JaeBum miró el pequeño cuerpo del menor, apreciándolo. Sabía que esa arma le quedó justo en la medida. Desde ahora, le sería útil, pues a los peligros a los cuales estaría expuesto no serían fáciles de persuadir. También debía enseñarle cómo pelear, a defenderse a capa y espada, pues no quería perder a un sirviente tan pronto.

Al salir de allí, JinYoung se puso ese enorme abrigo.

No se supone que lo quiera aquí, no se supone que lo viera como lo más bello del mundo y alguien que deba cuidarlo, cuando se supone que debía quedarse para hacerlo miserable. Estaba cayendo por ese chico solo porque respiraba. Y JaeBum no podía estar más acabado.

Cuando lo miraba no podía evitar sentir ese hormigueo en los labios cuando recordaba esos besos que le robó, sin poder contener sus ganas de abrazar a ese chico y tenerlo por siempre a su lado, sin dejarlo ir nunca. Por primera vez se aferró a alguien y temió por tenerlo lejos. JinYoung era tan malditamente encantador aún cuando sus vidas estaban en peligro. Era muy poco tiempo para sentir esa atracción así como así, pero realmente lo quería. Lo deseaba.

Iba a acercarse a él, dialogar con él. Pero mejor se hizo a un lado. Estar con él era realmente doloroso, saber que él no estaba a la altura de él, pero aún así lo tendría para el resto de la vida.

Al final, el acercamiento se dio cuando algo enorme golpeó el barco, arrastrándolos lejos. JinYoung tropezó, cayendo directo en los brazos de JaeBum, y éste cayendo de lleno al suelo, con el joven amortiguado por su pecho.

Otro fuerte golpe volvió a lanzar lejos el barco. Cada vez más alejándolo del camino. Algunos hombres lograron llegar a la orilla y mirar lo que estaba sucediendo.

Una enorme aleta, mucho más grande que la del barco. Todos quedaron impactados al verla.

— Leviatán. — dijo JinYoung horrorizado.

En la aleta se vio otro número. El número 7.

Ese sujeto que había destrozado a JinYoung esa noche, lo que le había dicho, era una maldición. Iba a morir si no volvía a la orilla, asesinando a toda una tripulación de paso.

— ¡JinYoung! — le gritó JaeBum, al verlo tan aturdido, en shock. — ¡JINYOUNG, DESPIERTA! — le gritaba Im.

El mencionado salió del shock, sin embargo fue tarde.

JinYoung cayó al agua sin darse cuenta, cayendo profundamente. Trató de nadar hacia arriba, pero vio a esa horrible criatura que estaba atacando el barco. Aquella serpiente marina nadó hacia abajo, tomándolo con su cola para arrastrarlo.

Ni tonto ni perezoso, tomó la espada le dieron y la clavó en el cuerpo de la bestia. Lo acuchilló con todas sus fuerzas hasta ser liberado. Ya suelto, nadó hasta la superficie.

JaeBum, una vez que lo vio, saltó, atado con una cuerda hasta alcanzarlo y tomarlo. Se abrazó del cuello del mayor hasta que los sacaron del agua.

— ¿¡Jinyoung!? — exclamó JaeBum, tomando su rostro.

Alzó la vista, encontrando la gran cola del animal, azotando el barco. Im abrazó fuertemente el cuerpo más pequeño, protegiéndolo.

~~~

El barco estaba hecho mierda. Las personas estaban hechas mierda, la playa estaba hecha mierda. Todo se había ido a la mierda.

Y encima cayeron en una isla donde los nativos acostumbraban sacrificar gente con ciertas cualidades.

JinYoung estaba inconsciente en la arena, quizás agonizando debido a la intensa noche gélida, había estado mucho tiempo bajo el agua y la ayuda no llegó hasta después de horas.

Los primeros rayos del sol molestaron los ojos de Im, lo que lo hizo despertar y encontrar a todos sus hombres dispersos por la arena. Eran una tripulación pequeña, y a simple vista se veía que todos estaban botados en la playa.

Corrió a tomar a JinYoung, tomando su rostro. Revisó su pulso, estaba algo débil. Puso su mano bajo sus fosas nasales, notando que casi no respiraba. Pegó su oído en su pecho, luego metió dos dedos en su boca, hasta llegar hasta su garganta, haciendo que reaccionara y botara toda el agua de sus pulmones. Tosió un par de veces, luego rompió en llanto.

— tranquilo, tranquilo, estamos en tierra. — le dijo JaeBum, abrazándolo fuerte. — estás aquí. Estás conmigo.

— era un demonio. — sollozó. — era horrible. Era...

— lo sé... lo sé...

Lo abrazó fuertemente, aferrándolo a su cuerpo. Aún estaba mojado, pero estaba bien, estaba vivo.

JinYoung se aferró a JaeBum, intentando encontrar consuelo. El agua ni era un lugar seguro, no hoy, ni mañana, ni nunca. Le quedaba una semana para encontrar a YoungJae y volver a casa, a salvo, donde nunca más volvería al océano.





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Pobrecito de JinYoung, solo quería salvar a su hermano :c

Regalo Del Océano {JJP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora