Regalo Del Océano {JJP]

²⁹

Todos bajaron para dar una vuelta por la playa, algunos caminaron hasta perderse, otros se quedaron, y otros solo estaban allí porque sí.

— Mark, YuGyeom, JinYoung y yo iremos sí o sí al palacio, el resto puede decidir entre acompañarnos o quedarse. — dijo JaeBum una vez que todos estuvieron reunidos. — si ese comodoro y Jackson llegan, intenten detenerlos lo más posible mientras que JinYoung habla con los reyes.

— ¿y qué ganamos nosotros con eso? — preguntó uno de ellos.

— me aprendí sus nombres, si logramos detener esto, le diré al Rey quiénes son ustedes para que retiren sus condenas y cargos, aparte de eso, puede añadirse una recompensa en oro. — contestó JinYoung. — también van a pelear con gente sin sufrir consecuencias. — eso pareció agradarle más a los piratas.

— Jackson y ese comodoro seguramente tardarán unos días sin ayuda de la magia. — dijo ahora el capitán. — y pueden patear el trasero de esos idiotas. Ahora... ¿cómo llegamos al palacio?

— yo tengo un atajo. — informó Park. — solo que nos tomará todo un día llegar, de por sí yo me demoré horas a caballo.

— bien, entonces que el resto vaya al pueblo y manténgase ocultos y alertas. — ordenó Im. — tomen el equipo necesario

Muchos tomaron armas y cosas así, luego partieron al pueblo, después de todo, el puerto estaba a un par de horas de caminata, pero el palacio sí estaba algo más lejos y luego debían hallar la forma de entrar, burlando la seguridad que, seguramente, debió aumentar desde el ataque y peor aún luego de su fuga. El castaño entró al cuarto de JaeBum para prepararse.

JinYoung optó por llevar un bolso con una manta y una espada, y en su cabello castaño se puso el pinche que le dio su mamá.

Se miró el espejo, tomó una pequeña porción de cabello y lo sujetó con el regalo de su madre. Ojalá ella tuviera razón y todo lo que había perdido volviera a él, también sería lindo verla otra vez y, tal vez, nadar juntos nuevamente, aunque seguía sin agarrarle el gusto al agua.

JaeBum entró, tocando suavemente para llamar su atención.

— me gustaría saber cómo es que llegaste hasta aquí. — pidió el pirata. — yo no quiero ser intrusivo, pero... llegar hasta un barco sin hipotermia...

— mi mamá es una sirena, en su forma humana mide 1.90 y en su forma sirena mide 2.30, mi papá mide muy apenas los 1.80, mientras que yo 1.75. Crucé el mar gracias a ella, en mi forma de mermaid, donde solo mido 1.80 a 1.90, haciéndome el joven más pequeño de la colonia. — esa información de golpe sorprendió a JaeBum. — cuando desperté de la muerte, escuché los planes del comodoro con Jackson, luego él me tomó prisionero, logré escapar y me transformé bajo el agua cuando me quité la ropa, luego ella me llevó contigo y me entregó mi pinche.

— pero...

— sí, es raro, yo lo sé, tú lo sabes, todos lo sabemos, eso fue incómodo, si quieres bórralo de tu mente. — comentó el menor, dando pequeños movimientos sobre sus pies. — y tengo una aleta blanca, sale cuando estoy en el agua sin ropa inferior... — cuando JaeBum iba a hablar, JinYoung retomó la palabra. — y puedo respirar bajo el agua y sé nadar aún en mi forma humana, aunque la hipotermia no se me va, pero no me gusta estar en el agua.... y el pinche me lo dio mi mamá.

— eres hijo de una sirena. — repitió JaeBum. — y tus piernas también pueden ser una aleta. — el menor asentía. — una aleta blanca.

No, JinYoung no era mala persona, seguía siendo el mismo de siempre, solo que ahora le estaba confesando que era hijo de una sirena. Le estaba confesando algo grande.

— no quería decírtelo porque no creía que fuera necesario, pero ahora que nuestras vidas corren riesgo, y yo ya he estado muerto, no quiero volver a estar en peligro sin habértelo dicho...— se excusó JinYoung algo nervioso. — también... yo no sé nadar muy bien, pese a ser así... así que cuando tú me salvaste, yo realmente lo necesitaba porque incluso con mi aleta me hundía y.... tú... tú realmente nadas bien. Si estoy hablando cosas tontas, es porque estoy nervioso... y sobre la maldición, yo no lo sabía, es decir, sospechaba, cuando veía los números, y solo lo supe en la isla... perdón por tantos secretos, pero es que me creía un don nadie y ahora me doy cuenta que fui un tonto y que ya nos queda poco tiempo juntos.

JaeBum se cansó de tanta cháchara, así que solo lo calló, dándole un beso de lengua. Ya que JinYoung tenía sus labios abiertos, simplemente aprovechó y le metió la lengua en su boca, tomándolo de las nalgas para alzarlo unos momentos.

Aunque sea un rapidín.

— no importa. — le dijo Im, empezando a besar su cuello.

— me duele desde anoche. — JinYoung apartó el rostro de JaeBum. — me duele caminar y no quiero que hayan problemas en medio del viaje.

— ¿seguro? Entonces intentaré algo nuevo. 

Bajó su mano y lo empezó a estimular, acariciando más partes, entre su trasero, sus piernas, su vientre y sus besar sus labios. No, no iba a penetrarlo, no si JinYoung no lo deseaba, pero ya que estaban excitados, pensó en algo mejor.

Liberó su miembro y lo juntó con el del menor, empezando a hacer fricción, arracándole suaves gemidos, mucho más tiernos y suaves que los de anoche, algo más amoroso, no es que despreciara lo de anoche, ya que lo sucedido anoche fue lujuria pura, un lado salvaje de JinYoung. 

El chico cubrió sus labios con el dorso de sus manos, tratando de ya no ser oído por el resto y su respiración agitada y tratando de ser regulada con jadeos, con su pecho subiendo y bajando lentamente; una faceta más inocente, cosa que enamoraba al pirata.

Apoyó al menor en un escritorio, cubriéndolo, esto por si alguien entraba y se encontraba esa escena, quería evita que él estuviera expuesto. Park bajó su rostro, apoyándolo en el hombro de Im, sintiendo su orgasmo llegar. 

— estoy cerca... — murmuró Im, buscando los labios de su pareja. — anda, bebé, los dos...

JinYoung se pegó al cuerpo de JaeBum, tomando su rostro para besarlo. Lo abrazó fuertemente del cuello, dándole un beso salvaje, tanto como el que lo llevó a esta situación. Ambos llegaron al orgasmo, manchando la mano del mayor y dejándolo satisfecho.

— ¿qué tal así?

JinYoung tenía sus brazos sobre los hombros de JaeBum, tratando de recuperar el aliento, con su rostro apoyado en el pecho del pirata, escuchando sus latido. 

— me gusta... — le respondió por fin. 

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Hasta aquí llegan las cosas p0rn0sas. Traigan sus pañuelos.
Ya todo va a terminar, solo falta un arco, pero estoy segura que les gustará el final :3