Enamorada de un psicópata /Sesshome/

capítulo 3.

Cap 3. Destello plateado:

Varias risas masculinas resonaron en sus oídos dejándolas paralizadas, las dos estaban muertas del miedo ya que estaban solas en medio de la calle y había poca iluminación, cuatro rostros masculinos se dieron a conocer entre las sombras  tenían unas miradas lujuriosas que no presagiaban nada bueno.

- Vaya, vaya, pero que hermosas señoritas tenemos aquí, ¿no gustarían acompañarnos un rato?- Uno de los hombres habló mientras las miraba de arriba a abajo y se relamia los labios con deseo.

-¡Aléjense de nosotras!- Sango demostraba seguridad aunque por dentro se estuviera muriendo del miedo. Ella sabia un poco de artes marciales y defensa personal, pero eran muchos hombres para ella sola y podrían atraparla a ella o a Kagome en un descuido. - ¡Oh vaya! las gatitas tienen carácter. -Otro de los hombres habló e intentó agarrar a Kagome por la cintura recibiendo en la cara un golpe con la mochila de esta dejándolo Inconciente.

Sango no sabia que la impactaba más, si el hecho de que Kagome haya usado la violencia (algo que nunca hacía) o el que haya logrado desmayar a un hombre solo con su mochila. No sabia a quien debía temerle más si a los hombres a Kagome.

-Kagome ¡¿que rayos cargas en esa mochila?!- Sango veía como Kagome se giraba hacia ella con toda la dignidad del mundo.

-Nunca subestimes a una estudiante de medicina y su mochila.-Kagome hablaba con un aire de su suficiencia hasta que el grito furibundo de uno de los hombres interrumpió su pequeña charla.

-¡¡Malditas perras!! ¡Lo van a pagar!- Los tres hombres se lanzaron al ataque, uno de ellos fue derribado por Sango pero Kagome no pudo esquivar a los dos restantes y fue apresada por uno de ellos.

-¡¡Kagome!!-Sango trato de ir en su ayuda pero recibió un golpe en la nuca que la dejó inconsciente, Kagome al ver esto mordió uno de los brazos de su opresor logrando librarse e ir a ayudar a su amiga a quien ya le faltaba la parte de arriba de su vestimenta la cual fue retirada por el otro hombre pero estando a tan solo unos metros fue jalada abruptamente de su cabello y arrastrada con fuerza el sujeto al que le había mordido la mano la alcanzó. Lanzó a Kagome hacia una pared haciendo que esta se golpeara con fuerza su cabeza dejandola aturdida y con la vista borrosa.
Cuando el hombre se disponía a acercarse un auto derrapó ferozmente en la carretera, lo último que Kagome escuchó fue el sonido de golpes en seco y la imagen borrosa de un hombre de cabellos plateados antes de caer en la inconsciencia.
...

Cuando despertó se encontraba acostada en una cama de hospital y con un fuerte dolor de cabeza, al girar su cuello vio a su madre y a su hermano dormidos en unas de las sillas de la habitación, quiso llamarlos pero su voz no salía de su boca era como si no la hubiese usado en días y tenía mucha sed.
Logro emitir un pequeño sonido que despertó a su madre quien la miró con felicidad y pequeñas lágrimas acumulándose en sus ojos.

-¡Kagome hija! Que bueno que despiertas nos tenías muy preocupados.- decía Naomi mientras despertaba a Sota para poder acercarse a su hija, una vez estando cerca la abrazo con todas sus fuerzas.
Kagome sintió como las pequeñas lágrimas se deslizaban hasta caer en su hombro ella estaba muy conmovida de ver a su madre así pero... sentía que se moría de desidratacion y le urgía un buen vaso de agua.

-A...agua- salió como un susurro pero fue escuchado por su madre quien rápidamente le pasó una botella de agua que traía en su bolso. Al tomar el líquido Kagome sintió como volvía a la vida pero también llegaron los recuerdos de lo ocurrido y la preocupación por el estado en el cual se encontraría su mejor amiga la alarmó.

-¡¿Sango?! Mamá ¿como esta Sango? ¡¿Esta bien?!- decía con tono preocupado mientras se acomodaba mejor en la camilla.

-Calmate Kag, sí ella está bien afortunadamente solo sufrió el golpe en la nuca que la dejó inconsciente despertó unas horas después de que llegaron al hospital, estaba muy preocupada por ti. Gracias a kami que ese hombre pudo salvarlas a tiempo mi niña.