capítulo 9.

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Iba ensimismada en sus pensamientos, no se fijaba en nada, se sentía sola, lo único que la tenía medio consiente era el pequeño ardor que sentía debido a los rasguños y mordidas en su cuerpo, iba sola, o eso creía hasta que sintió el pequeño agarre en su mano, giró su rostro lentamente hasta que su mirada se encontró con la de la niña, ella le sonrió y por inercia devolvió el gesto, quería preguntarle muchas cosas, sin embargo sabía que lo más probable es que ninguna de sus incógnitas fuesen contestadas o al menos no de la manera que ella quería, sabía que esa niña tenía algo que ver en todo lo que estaba pasando. No sabia si respondería pero no perdería nada intentándolo.

-¿Algún día me dejara en paz?- Su tono de voz se escuchaba cansado, y así era ella también se sentía agotada desde que la niña la tomó de la mano.

-No, ¡¡lo que hace lo hace porque te ama mami!! - La niña la miró sonriente y feliz.

-"¡¿mami?! ¡¿amor?!" Pensó horrorizada- Pequeña yo... no soy tu madre.- intento ser sútil al decirle aquellas palabras, después de todo era una niña.

La sonrisa de la niña desaparició un momento y ella pudo apreciar de nuevo esos ojos vacíos, casi sin vida, pero así como llegaron se fueron. La niña se soltó y empezó a dar saltitos al rededor de ella, quería preguntarle más cosas y gritarle que lo que hacía aquella persona no era amor, pero se contuvo, la niña no tenía porque pagar los platos rotos, lo mejor era enfrentar al sujeto directamente aunque la sola idea le daba pavor, la niña se detuvo en seco y empezó a correr en la dirección contraria,a pesar todas las preguntas que quería hacerle está vez, no la siguió, aún tenía presentes las palabras de aquel ser, que aunque le generaba desconfianza, sentía que decía la verdad, además su cuerpo se encontraba muy cansado y adolorido, aunque quisiera, jamás habría podido alcanzarla.

Camino en silencio hasta su casa, su familia se encontraba allí esperándola, pero se excusó rápidamente y se fue a su cuarto, deseaba dormir, dormir, dormir y dormir, ese era su único pensamiento, sin siquiera quitarse los zapatos se tiró a la cama y cayó rendida a los brazos de Morfeo.

...

~Se encontraba en un bello bosque recogiendo lo que a su criterio eran hierbas medicinales, ella, como siempre, se encontraba relegada a un segundo plano en su propio cuerpo, siendo solo una humilde espectadora. No veía por ningún lado al chico de vestimentas Rojas. Escucho un voz grave atras de ella que la hizo estremecerse, en cambio su "yo" exterior se encontraba muy calmada.

-Miko.- Ella se giró lentamente y en su interior abrió los ojos desmesuradamente, podía reconocerle el rostro a ese hombre, y su voz era como la del hombre del recuerdo del lago que nunca se giró a ver, probablemente eran la misma persona. Era un hombre guapo, alto como de 1.90, llevaba una traje antiguo con su armadura y espadas, su cabello era largo y de un color plateado que podría hipnotizar a cualquiera, au piel era pálida pero poseía una marcas extrañas en su rostro, unos ojos dorados que aparentaban frialdad, se veía imponente pero había algo, algo que le decía que a pesar de toda aquella rudeza que demostraba, ese hombre, estaba roto por dentro.

-Lord Sesshomaru.- hizo una reverencia respetuosa ante el.

"Sesshomaru" así que ese era su nombre, un nombre poco común aunque quedaba perfecto con su porte.

-¿Desea saber algo sobre Rin?- preguntó al ver que se quedaba callado.

"Rin...¿quién será esa tal Rin?".

-No te puedes casar con el hanyo. - solto finalmente aquel majestuoso ser, y sintió como su rostro se desencajada en una mueca de confusión. En aquel interior ella también se encontraba confundida, no sabia quien era esa tal Rin, ni a quien le decían hanyo, ¡¡ni siquiera sabía porque tenía sueños tan raros con personas que ella ni conocía!!.

-¿Que? ¿P- porque?- su voz salió entrecortada, sus palabras la habían dejado en un estado de turbación.

-Porque no lo deseo.- su respuesta la sorprendió y la enojo al mismo tiempo, ¡¿quién diablos se creía para darle órdenes?!.

-Usted no tiene ni voz ni voto en esta decisión, usted no manda en nuestras vidas ni tiene el derecho de decirnos que hacer y que no.- se encontraba realmente enojada, pero el enojo pasó rápidamente al miedo cuando vio como sus pupilas cambiaban de un dorado glacial a un rojo intenso, no alcanzó a reaccionar a tiempo, cuando lo hizo, ya se encontraba debajo de aquel hombre quien estaba fuera de sí, ella lo miraba con pavor, veía dos enormes colmillos sobresalir de su boca.

-¡NO PUEDES CASARTE CON EL! ¡NO TE LO PERMITO! ¡TE LO PROHIBO! ¡LO MATARÉ! ¡LO VOY A MATAR SI TE CASAS! ¡TU ERES MIA, SOLO MIA!- No pudo escuchar ni la mitad de lo que le había dicho puesto que este la zarandeó como si de un muñeca de trapo se tratase y en una de sus idas y vueltas su cabeza golpeó contra una roca dejándola inconsciente.

...

Se despertó pálida y con miedo, odiaba esos sueños, no había podido dormir bien por culpa de ellos, las ojeras bajo sus bellos ojos azules lo demostraban, la iban a volver loca.

Lagrimas de frustración caían de sus ojos, por más que trataba de ser fuerte, era humana, tenía solo 18 años, no tenía idea de como afrontar una situación así, se sentía insegura de todo... de todos.

...

La niña iba en el asiento de atrás tarareando una melodía que se acababa de inventar mientras miraba por la ventana del auto, la voz grave de el que ella consideraba su padre retumbó en sus oídos.

-Rin, ¿has sido una buena niña? - la pequeña observó desde el espejo retrovisor como una de las finas cejas de su padre se alzaba con elegancia y se apresuró a contestar.

-¡Así es papi!, hice lo que me dijiste, hable con mami, pero ella no parecía muy contenta con lo que le dije.- la niña bajo su mirada apunto de llorar.

-No te pongas así, ella solo está algo confundida, muy pronto ella estará con nosotros y seremos la familia que siempre quisiste, solo hay que esperar un poco más y ...

-Pero... - Interrumpió la niña de pronto.- ¿y si ella no quiere? ¿Y si no es feliz con nosotros?- las lágrimas ya caían libremente sobre sus mejillas cachetonas y sonrosadas.

-Rin...- el tono que usó esta vez no era el calmado de antes, este era uno de reproche y advertencia- ¿acaso no quieres una familia?.

-Sí pero...- empezó a decir pero fue interrumpida.

-Entonces se una buena niña y obedece, ella será feliz, muy feliz ya lo verás, yo me encargaré de eso.

-Lo... ¿lo prometes?- preguntó en un susurro y alzando la mirada con un poco de miedo.

-Lo prometo.- dijo seriamente y la niña sonrió- Ahora duerme un rato. - Y como si de algún aparato se tratase la niña cayó dormida en el asiento del auto.

- Ya falta poco...ya falta poco...- Murmuraba una y otra vez dando golpecitos con sus dedos al volante, y mirando de vez en cuando a la pequeña que dormía pacíficamente en el asiento trasero.

...

Holiwis pollitos ¿cómo han estado? :3

Les recuerdo que los personajes no me pertenecen pero la historia sí, las imágenes utilizadas son sacadas de Pinterest o Google, así que los créditos de estas van hacia sus respectivos autores.

Les está gustando la historia, no olviden darle estrellita y comentar, también me gustaría saber si tienen alguna teoría respecto a la historia.

Las quiero muchooo❤❤❤

Enamorada de un psicópata /Sesshome/ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora