Despertó en una habitación blanca con un peso extra a su lado y una mano grande sosteniendo la suya. Rin se encontraba durmiendo a un lado suyo y Sesshomaru se encontraba en una silla sosteniendo su mano cabizbajo.
-Sessh...- Se sentía débil hasta para hablar. Sesshomaru levantó su vista al oír el suave murmullo y pudo ver de nuevo aquellos ojos de cielo que lo traían loco. Se acercó y la besó lentamente. Él no podía vivir sin esa mujer. Simplemente no podía.
Rin se despertó debido al movimiento, sus bellos ojitos cafés se inundaron de lágrimas al ver a su madre despierta.
-¡Mami!- Kagome recibió el abrazo que su hija le daba gustosa y lleno su carita de besos. Rin era su adoración.
- Me diste un buen susto Saiai.- Sesshomaru acarició la mejilla de su esposa con delicadeza, Kagome sonrió apenada y se disculpó.
-Lo siento...no se que me pasó.- Sesshomaru miró a Rin con su una pequeña sonrisa y esta asintió entendiendo el mensaje.
-¡Voy a tener un hermanito o hermanita!- Kagome abrió los ojos como platos. Entonces si estaba embarazada. Las lágrimas inundaron sus ojos, miró a Sesshomaru quien le sonreía con dulzura. Eran pocas las veces que lo veía sonreír así, ella era feliz con sus pequeñas sonrisas ladinas pero le encantaba cuando sonreía abiertamente.
-Gracias Saiai.- Sesshomaru la besó de nuevo, Kagome también le iba a agradecer pero una Irazue y una Sango atareadas en globos entraron de improvisto en la habitacion. Toga y Miroku entraron detrás de ellas con dulces y peluches en ambos brazos.
-¡¡Sere Tía otra vez!!- Grito Sango mientras corría a abrazar a Kagome siendo empujada por Irazue antes de llegar.
-¡¡Y yo seré abuela otra vez!!- Una muy molesta Sango agarró del tobillo a Irazue haciendo que también cayera al piso.
-¡Es mi amiga yo voy primero!- Grito Sango intentando ponerse de pie, siendo empujada de nuevo por Irazue.
-¡Es mi nuera yo tengo más derecho! - Oh oh. Ambas mujeres se miraban desafiantes, era una pelea de hembras alfa. La cosa se iba poner fea. Sango agarró una de las cajas de chocolates embarrandosela a Irazue en su bello vestido color marfil. Irazue se levantó furiosa y agarró un pastel que sostenía su marido estrellándoselo en la cara a Sango.
Ambas se miraron con odio. Cada una se sitúo a un lado de la camilla. Sesshomaru se puso encima de su esposa y de su hija. Intentaría protegerlas con su cuerpo de... de lo que sea que fuesen a hacer esas dos locas. Toga y Miroku habían soltado todo lo que traían hace rato. Se encontraban abrazados en un rincón de la habitación rogando por su vidas.
La batalla empezó.
Zapatos, chocolates, carteras, globos y peluches volaban de un lado para el otro en lo que alguna vez había sido un blanca y limpia habitación.
Ayame entró en la habitación recibiendo un postre de fresa en la cara. Se retiró de ahí rápidamente. Ella por ahí no pasaba.
Kagome y Rin simplemente se reían como focas retrasadas. Era la mejor pelea que habían visto en sus vidas.
Sesshomaru solo se enfocaba en la risa de su bella esposa. Le encantaba verla reír.
La camisa y el pantalón que llevaba estaban llenos de chocolates y otros dulces por la parte de atrás. Sus cabellos antes plateados ahora eran adornados con un rica salsa de mora pero nada de eso le importaba.
-¡Suficiente!- Kaede entro furiosa a la habitación, Shippo miraba asombrado el mosaico de dulces en el que se había convertido la habitación. Irazue y Sango la miraron sorprendidas.
-¡Por Kami niñas! Miren el desastre que han hecho ¡Irazue se supone que eres una señora madura! ¡Y tú Sango también eres una adulta! ¡compórtense! Debería darles vergüenza, pudieron haberle hecho daño a Kagome o Rin. - Ambas miraron hacia la camilla de dónde Sesshomaru se bajaba. Él estaba cubierto de todo tipo de cosas. ¡Incluso tenía un lápiz labial enredado en el cabello!. Irazue y Sango bajaron la mirada apenadas. Ambas estába cubiertas de crema, chocolates, y otras cosas que no se querían ni imaginar.
-¡Miren como dejaron a sus pobres maridos!- Miroku y Toga seguian abrazados en una esquina como si hubiesen presenciado una masacre o algo peor. Algunas lágrimas incluso se escaban de los ojos de Miroku.
-Hable con el doctor, le recetaron reposo y cuidado a Kagome, también algunas vitaminas. Ya le dieron de alta. ¡Ah! Y tienen que pagar los daños y limpieza al hospital. Kagome, ven querida vamos a otra habitación para que te cambies. - Kagome asintió y se bajó de la camilla con Rin, ambas fueron ayudadas por Sesshomaru a salir de la habitación puesto que el piso estaba lleno de crema y podrían resbalarse.
Kagome se vistió y se fue a casa junto con Kaede, Rin, Shippo y unas muy sucias Irazue y Sango. Sesshomaru a pesar de que también estaba lleno de dulce tuvo que quedarse a arreglar lo de los costos del hospital junto a su padre y Miroku quienes no deseaban ir con sus esposas después de ver aquella guerra de comida.
Esa tarde había pasado entre risas y júbilo debido al nuevo integrante que venía en camino.
-Querida...dime...¿no has pensado en dejar tu trabajo? Digo después de todo el bebé va a necesitar de su madre cuando nazca y tú sabes muy bien que no es necesario que trabajes, además Rin muy pronto va entrar a una edad complicada en la que necesita mucha atención.- La sonrisa de Kagome se borró al escuchar las palabras de Irazue ¿dejar su trabajo? Era verdad que debía estar pendiente de sus hijos pero podía hacerlo incluso si trabajaba o podía reducirlo a medio tiempo. Ella también quería aportar dinero a la casa, incluso si no se necesitaba.
-Irazue yo...no creo que sea necesario dejar mi trabajo, hay muchas madres que trabajan y cuidan a sus hijos, yo también puedo hacerlo. - Irazue sonrió, pero era una de esas sonrisas que a Kagome tanto le incomodaban. Sonrisas vacías.
Después de esa incómoda conversación no se volvió a hablar del tema.
Cuando Sesshomaru llegó Kagome le ayudo lavar su cabello y dejarlo otra vez limpio y reluciente. Mientras lo hacía una pregunta surco por su mente ¿como se vería Sesshomaru con el cabello largo?. La imagen de él con unos ropajes antiguos, armadura, marcas extrañas y una larga melena se hizo presente en su memoria. Sin darse cuenta había dejado caer el frasco del shampoo.
-¿Sucede algo?- Preguntó Sesshomaru extrañado por la reacción de su mujer.
-¿Antes tenias el cabello largo?- Pregunto algo nerviosa mientras recogía el envase. Lo vio fruncir el ceño notablemente.
-No. ¿porque lo preguntas?- Respondió finalmente depues de analizarla un rato.
-Por nada...solo fue curiosidad.- Lo último lo dijo casi en un susurro que el escuchó perfectamente.
-Hmp.- Ambos se fueron a dormir en silencio, recibió un beso por parte de Sesshomaru en el abdomen y en su boca, para después acurrucarse como todas las noches. Sin embargo Kagome no pudo sacar aquella imagen de su cabeza, se sentía atraída y al mismo tiempo intimidada. Se veía tan guapo como siempre pero con aura letal que le hacía crispar los cabellos. De tanto pensar cayó rendida a los brazos de Morfeo.
Continuará...
Holiwis pollitos bellos ¿cómo están? Debo admitir...que ni siquiera se porque escribi este capítulo 😂😂 pero me pareció divertida la idea de Irazue y Sango llenas de pasteles.
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Las quiero muchooo ❤❤❤
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Enamorada de un psicópata /Sesshome/
FanficKagome Higurashi una estudiante de medicina de 19 años empieza a ser acosada constantemente por un desconocido quien comete actos atroces debido a su obsesión. Depues de mucho tiempo logrará hacer que nuestra pequeña niña caiga en sus garras haciénd...