capítulo 31.

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Los días pasaban rápidamente para todos menos para Kagome. Faltaban ya dos días para su boda y el estrés estaba a mil.

Trabajo, boda, trabajo, un Sesshomaru y una Rin pidiendo amor, boda y más trabajo.

Irazue y Sango la llenaban de preguntas para la boda, ni siquiera sabía porque tomaban su opinión ¡ellas eran las que sabian! Aún le dolía la cabeza solo de recordar las tediosas preguntas de Irazue.

Flash back:

-Querida ¿de qué color crees que quede mejor el kimono ceremonial? ¿hueso o marfil?- Sinceramente Kagome solo veía dos pedazos de tela blanca.

Rin en sus días de menstruación también había estado insoportable. Cuando no se la pasaba tirándole zapatos a Sesshomaru por sabra kami que cosas, se la pasaba en la cocina comiendo todo lo que tuviera a su alcance, galletas, pan, chocolates e.t.c. otra parte del tiempo se la pasaba en cama llorando por los cólicos o simplemente durmiendo. Había perdido la cuenta de cuantas veces la había llamado la maestra de Rin porque esta había insultado a alguien o se encontraba en enfermería llorando del dolor abdominal.

Sesshomaru por alguna extraña razón se encontraba más cariñoso y protector de lo normal...demasiado protector. También había empezado con una serie de celos irracionales que la tenían loca. No dejaba ni que Toga se le acercara. Solo permitía que las mujeres estuvieran cerca. En el hospital le había hecho más de una escena vergonzosa, además y ir a llevarla y traerla dejándole la explicita orden a Ayame de custodiarla.

Toga, Miroku y Koga simplemente se burlaban de su situación e intentaban estar lo más lejos posible. Ninguno de los tres quería en enfrentarse a un Sesshomaru celoso y además de eso había empezado con un comportamiento infantil.

Ohh cuanto daría por cinco minutos de tranquilidad.

-¡¡Querida!!- Pero al parecer eso era imposible.

-¿Que pasa Irazue?- Su suegra entró muy campante a la sala en donde estaba intentando descansar.

-Ya llegaron los Kimonos ceremoniales, necesitamos que te lo midas para ver si te queda bien. - Kagome simplemente asintió y se levantó del sofá, un mareo la hizo volver a sentarse.

-¿Estas bien linda? - Pregunto Irazue mirándola con preocupación.

-Sí, me levanté muy rápido y me mareé eso es todo.- Volvió a ponerse de pie siguiendo a su suegra por los pasillos hasta llegar a un pequeño saloncito. Jakotsu y Sango ya se encontraban ahí, ambos la ayudaron a ponerse el kimono, era muy hermoso y le quedaba a la medida. Aprovecho y le echó un vistazo al de Sesshomaru, definitivamente se vería muy guapo en aquel traje. Y hablando de su queridísimo esposo ¿dónde estaría?.

-Irazue ¿sabes donde está Sesshomaru?- Pregunto extrañada por la ausencia de su marido.

-Salio con Toga a hacer quién sabe que cosa. Dijeron que regresarían en la noche.- Kagome asintió y se dirigió a su cuarto, se sentía muy cansada no llevaba ni la mitad de las escaleras y ya se sentía fatigada. Vio a Rin pasar corriendo por el pasillo con dulces en mano.

-¡Rin Taisho!- La llamo con tono autoritario. La niña volteó a verla horrorizada.

-¿Si mami? - Pregunto intentando ocultar su dulce tesoro.

-Comparte esos dulces con tu madre.- Rin se relajó y asintió. Ambas pasaron una tarde de chicas con muchos dulces. Rin comentó que su nueva escuela era muy linda y que su amigo Hakudoshi también había sido transferido a aquella escuela por lo que no se encontraba sola.

Kagome no pasó desapercibido el sonrojo de su hija al hablar de aquel muchacho. Entrada la noche Rin se fue a su cuarto y Kagome se dispuso a dormir. Ya estaba conciliando el sueño cuando escucho a Sesshomaru entrar al cuarto este se acercó a darle un beso pero Kagome se alejó inmediatamente.

-¿Estuviste bebiendo? - Pregunto con notable desagrado.

-Solo tome un poco de Whisky no tiene nada de malo. - Respondió él restándole importancia se acercó otra vez para besarla pero Kagome se levantó y corrió rápidamente hacia el baño, se arrodilló frente al inodoro soltando unas cuantas arcadas antes de vomitar todo el chocolate que había consumido en la tarde. Sesshomaru le recojio el cabello para que no se manchara.

-Saiai ¿cómo te sientes? - Preguntó Sesshomaru preocupado.

-Cepillate la boca y ahí si hablamos. Apestas a alcohol. - Sesshomaru río un poco antes de guiarla a la cama. Él cumpliría sus ordenes para poder hablar con su azabache.

Una vez listo se acurrucó con ella en cama.

-¿Cómo te sientes Saiai? - Ella se giró y lo abrazó por el pecho.

-Mejor, comí mucho chocolate.- Dijo algo apenada. Sesshomaru solto una risilla y la beso en la frente. Kagome rápidamente se quedó dormida sintiéndose segura en los brazos de su marido.

La mañana llegó  junto con nuevas náuseas para Kagome, sin embargo esta vez no vomitó. Aún seguía en la cama tratando de calmar el malestar. Miro el reloj de su mesita y decidió levantarse, no quería llegar tarde al hospital, el fuerte brazo de Sesshomaru detuvo su acción.

-¿A donde va mi bella esposa?- Pregunto mientras a atraía hacia sí.

-A... trabajar.- Contesto algo adormilada.

-Mmm no.- Kagome rió ante su actitud.

-¿Cómo que no? Déjame ir.- Intento safarse pero fue imposible, el era mucho más fuerte.

-Mmm no, no quiero. Quédate. -Dijo de manera caprichosa.

-¡Sesshomaru no seas infantil! - Kagome no podía evitar reír.

-No te dejaré ir. Eres mía. - Sesshomaru le mordió un cachete juguetonamente mientras su mano se deslizaba hasta el torso de Kagome empezando así una guerra de cosquillas.

Después de un rato de juegos matutinos Sesshomaru dejó libre a Kagome para que se arreglara. Ambos bajaron a desayunar. Sin embargo Kagome no tenia apetito de lo que le habían servido.

-Quiero kiwi con crema de avellanas.- Dijo dramáticamente mientras alejaba su desayuno con desgana.

-¿Kiwi con crema de avellanas? - Pregunto Toga algo confuso ¿quién querría eso desayuno?.

-Si...quiero kiwi con crema de avellanas.- Sesshomaru suspiró y se dispuso a preparar el...extraño desayuno de su esposa. A Kagome se le iluminó la mirada cuando visualizo el plato con lo que había pedido, lo devoró lo más rápido que pudo y besó a su esposo en modo de agradecimiento.

Kagome y Ayame se fueron a realizar sus labores en el hospital mientras que Sesshomaru fue secuestrado por Sango, Jakotus e Irazue para medirle su traje ceremonial. No iría a la empresa en esos días para poder celebrar su boda. Pero había algo que le inquietaba. El inepto de Inuyasha aún no había llegado y tampoco contestaba sus llamadas. Tenía un mal presentimiento.

Después de medirse su traje se dirigió a su despacho, una pequeña sonrisa surcó sus labios mientras caminaba. El olor de su hembra estaba cambiado, era pequeño pero el lo sentía, había aprendido a reconocerlo con el pasar de los años, sin embargo no le diría nada, esperaría a que ella se diera cuenta por si sola, después de todo siempre era divertido ver como le daba la noticia.

Entro y cerró tras de sí, se quedó observando un pequeño clóset pegado a la pared y se ánimo a abrirlo, ahí estaban, las herencias del linaje Taisho. Tenseiga, Tessaiga, Bakusaiga y la sellada Sounga. Las admiro un momento hasta que un olor familiar inundo sus fosas nasales. Ya estaba aquí.

-¡Maldito Sesshomaru! ¡¿Que fue lo que hiciste?!- Entró enojado y con su forma Hanyo restaurada...su mal presentimiento se había hecho realidad.

-Que agradable sorpresa...Inuyasha.- Sesshomaru sonriómacabro antes de abalanzarse contra él.

Continuará...

Muajajajaja Holiwis pollitos  bellos ¿les gusto el cap? :3

No olviden votar y comentar...no sean fantasmonas. 😝

Las quiero muchoooo ❤❤❤

Enamorada de un psicópata /Sesshome/ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora