Capítulo 5. Reproches y sueños o... recuerdos?:
~sueños~
-Kagome en serio te juro que yo no escribí esa carta. - Era la decimonovena vez en el día que Sango le decía eso a la azabache.
-Yi ni iscribi isi carti- Kagome la arremedo molesta. ¿cómo era posible que lo negara? ¿ quién más podría escribirle una carta así y además saber cuales eran sus chocolates favoritos?.
-¡Ahg! Eres imposible.- Sango suspiro con frustración - Supongamos que si escribí la maldita carta ¿okey? Pero ya deja de molestar más bien apurémonos no quiero volver a pasar una situacion similar a la anterior.
Después del incidente Kagome volvió a la universidad con normalidad y le había reprochado a Sango la broma de la carta sin embargo esta lo negó todo el tiempo a pesar de sus insistentes preguntas.
Ambas retornaban tranquilamente hacia sus casas.
- Oye Kagome, el padre de Miroku abrió una cafetería cerca de la ciudad y Miroku dijo que si queríamos podríamos trabajar medio tiempo como meceras ¿qué opinas? Además dijo que el nos puede traer a nuestras casas en su auto.- Kagome la miro minuciosamente. Sango estaba nerviosa y su voz tenía un ligero temblor, lo más seguro es que Miroku le ofreció el trabajo a ella para poder pasar más tiempo juntos y cortejar a Sango pero a esta no le hacía gracia la idea de quedarse a solas con Miroku. Por otro lado un poco de dinero extra no vendría mal y seria divertido ver a esos dos peleando. La vida de Sango era la Telenovela favorita de Kagome.
-Mmmm si suena bien- Kagome miro de reojo la sonrisa de Satisfacción de su amiga e inconscientemente Sonrió también.
- ¡Genial! mas tarde te enviaré los horarios a tu teléfono. Oh ahí está mi madre debo irme Kag cuidate. - La castaña corrió hasta la puerta de su casa en donde se encontraba su madre.
-¡Adiós! - Kagome agito su mano en forma de despedida y camino el corto trayecto que quedaba hasta su casa.
...
Después de llegar a su casa Kagome saludo a su familia y subió a hacer sus deberes, por alguna extraña razón se sentía más cansada que de costumbre así que decidió saltarse la cena e ir directamente a la cama no tardó en caer a los brazos de Morfeo.
~Se encontraba en un bello claro contemplando el cielo, era de noche y la luna llena junto con las estrellas formaban un paisaje espectacular, tan ensimismada como estaba no se percató de la presencia atrás de ella sino hasta que este habló.
-Miko- Odiaba como la llamaba ese ser ella nunca quiso ser miko y ese hecho solo la hacía recordar a su encarnación.
- Mi nombre no es miko, es Kagome- respondió ella con un tono enfadado y sin girarse a verlo.
- Lárgate- respondió el ser de manera cortante.
-Yo llegué primero, si no te agrada mi presencia bien puedes irte- siguió admirando la luna sin darle importancia a la presencia de ese ser.
-¿Que?¿Acaso el híbrido te dejó otra vez por esa miko de barro? Que patéticos sentimientos - el ser habló con sorna y desprecio estaba segura de que si volteaba vería sus facciones retraídas en un gesto de desagrado .
Kagome suspiró cansinamente- ¿porque eres tan frío?- preguntó con desgana.
- No es de tu incumbencia. Ahora vete antes de que te mate- demandando con autoridad.
- Dime, tú, que siempre andas en Soledad y tus emociones se reducen a la frialdad y el enojo, ¿no has sentido la necesidad de sentirte amado alguna vez en tu vida?, ¿No anhelas cariño?, ¿No deseas tener a alguien que te brinde apoyo para poder ser tu mismo?, ¿no te apetece el sentimiento de plenitud? Ese que te llena de fuerza pero al mismo tiempo puede arrebatartela? ¿No estas cansado de ser siempre fuerte? ¿No te interesa dejarte llevar por la calidez? Se que aunque lo niegues tienes algo que protejer pero... dime...¿tienes quien te proteja? - Kagome se levantó tranquilamente y se fue a paso lento sin esperar respuesta y sin darle la cara al ser atrás de ella.
- Tengo a alguien en mente...lastimosamente, esa persona prometió estar al lado de alguien más. Su cariño y su calidez jamás serán míos- esas fueron las palabras susurradas al viento. Un anhelo profundo y dolido proveniente de un ser sin expresión por fuera pero con sentimientos guardados en lo más profundo de su ser.~
Kagome se despertó con un sobresalto y pequeñas gotas de sudor recorriendo su frente. Su pecho dolía, pero no era un dolor físico era un opresión que no la dejaba respirar tranquilamente, quería salir corriendo, correr en aquel claro de su sueño, quería ver quien era el ser detrás de ella. El resto de la noche le fue imposible volver a conciliar el sueño. Se dedicó a leer una y otra vez la misteriosa carta y cada vez se convencía más de que no era de Sango...pero si no era de ella... ¿quién la había escrito?
Que ella recordara no tenía ningún pretendiente a menos que sea secreto y si era así...¿quien sería tan cercano como para saber cuales eran sus chocolates favoritos y estar al tanto del accidente con esos hombres? Decidió guardar la carta e intentar volver a conciliar el sueño lo cual le fue imposible así que se dispuso a ver cosas en su teléfono hasta que amaneciera, tendría unas ojeras horribles al día siguiente pero le importó poco.Fue la primera en levantarse y arreglarse decidió saltarse el desayuno más tarde se compraría algo en la universidad, se dirigió a paso lento a la casa de Sango grande fue su sorpresa cuando su madre le avisó que se encontraba enferma, ella estaba dispuesta a quedarse cuidándola pero la madre de Sango insistió que no era necesario. Se veía extraña y se comportaba de manera nerviosa, sin embargo no insistió más y se fue sola hasta la universidad.
Todo el día estuvo pensativa algo andaba mal, muy mal. ¿Como era posible que todos sus amigos estuvieran enfermos? Pregunto por Koga y Ayame. Al parecer el primero se fracturó un brazo sabrá Kami como y la segunda se quedó cuidándolo, cuando busco a Miroku le dijeron que llamó a la universidad alegando que se sentía muy mal y no podría ir, era demasiada coincidencia, decidió que iría a casa de Sango a ver como seguía pero por más que llamó a su puerta nunca atendieron tal vez empeoró y la llevaron al hospital. Kagome estaba muy preocupada por su mejor amiga.
Corrió hasta su casa, no había nadie, Sota tenía partido de fútbol y su madre y su abuelo debían estar apoyándolo. Subió a toda prisa las escaleras hasta su cuarto le llamó varias veces a la madre de Sango pero no contestó, decidió dejarle un mensaje para saber el estado de Sango y se dispuso a esperar mientras hacía sus deberes, el sonido del timbre la desconcentro, era extraño puesto que no esperaba a nadie en particular y sus amigos estaban enfermos. Se dirigió cautelosa a abrir la puerta pero... no había nadie, solo una caja de tamaño considerable en la entrada, estaba envuelta en papel de regalo y tenía su nombre en una pequeña tarjeta, la tomó entre sus brazos algo desconfiada y depues de mirar a ambos lados se dirigió adentro.
La caja tenía un olor extraño, no le daba buena espina pero su curiosidad pudo más y se dispuso a abrirla. Lo que vio la horrorizó de sobremanera era un vestido blanco muy hermoso, pero eso no fue lo que la horrorizó el vestido tenía una manche de sangre seca a su parecer puesto que el olor que despedía era horrible tenía zapatos y joyería a juego pero quedaba opacado por el vestido.
Kagome cayó sentada debido a la impresión lagrimas amenazaban con salir de sus ¡¿quien sería tan desquiciado para enviarle eso?! El sonido de su teléfono la sobresaltó.
Continuará...
...
Hola pollitos!!! Como están?
Les está gustando la historia? La verdad no se si está quedando bien 😅 espero que si, me gustaría que me lo dijeran en los comentarios.
Que tengan bonito día nos leemos luego ❤❤❤
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Enamorada de un psicópata /Sesshome/
FanfictionKagome Higurashi una estudiante de medicina de 19 años empieza a ser acosada constantemente por un desconocido quien comete actos atroces debido a su obsesión. Depues de mucho tiempo logrará hacer que nuestra pequeña niña caiga en sus garras haciénd...